junio 07, 2010

En defensa de la policía municipal



La unificación de la policía en corporaciones estatales no debe ser tomada a la ligera. El papel del municipio debe ser respaldado, no abandonado a su suerte. Algunas razones que he escuchado para la unificación:

  1. La policía municipal no tiene la fuerza logística, técnica y táctica para enfrentar al crimen organizado. La respuesta sin embargo, no debería ser desaparecerla. Ésta podría cumplir funciones específicas muy importantes, como investigación e inteligencia, mientras que las fuerzas federales podrían ser un elemento de choque ante amenazas del crimen organizado. Una bestia sin ojos, por más fuerte que sea, está condenada al fracaso. El agente municipal conoce el terreno que pisa y a sus vecinos, el policía federal no.


     

  2. La policía municipal está coludida con el crimen organizado. Aunque se ha intentado presentar la imagen del policía municipal corrupto ante los medios casi hasta la náusea, la verdad es que el problema es transversal a todas las corporaciones. Lo que se debe hacer es mejorar el sistema de procuración de justifica, y que caiga quien tenga que caer, así se trate de un presidente municipal o un gobernador. Un elemento gravísimo de esta medida es que al quitarle la policía a los alcaldes, estos podrán ahora sí deslindarse completamente de la responsabilidad de seguridad en sus municipios.


     

  3. La unificación de la policía en treinta y dos corporaciones garantiza un mejor control para el combate a la corrupción. Estrechamente relacionado con el punto anterior, la unificación no garantiza por sí misma ninguna solución. Se ha intentado plantear que la academia de la policía federal sería la solución para aplicar exámenes y pruebas específicas de filtro. Sin embargo la policía municipal y federal cumplen funciones muy diferentes, y una sola academia no sería la solución. En su lugar propondría crear una academia de la policía municipal en donde todas las corporaciones deban acreditarse.