octubre 31, 2008

El Supremo Poder Electoral

Cuando Antonio López de Santa Anna tomó el poder en 1836 implantó en México una figura peculiar que en su momento fue efectiva para los fines para los que fue creada, pero en la práctica resultó una losa muy pesada para la libertad política del resto de los ciudadanos. El Supremo Poder Conservador consistió en una oficina capaz de someter a los otros tres poderes y, dándole la oportunidad, a la sociedad entera a través de la voluntad del tirano en que se convirtió ese hombre unos años después. Un órgano de vigilancia extrema que podía al mismo tiempo disolver al Legislativo como aplastar las resoluciones del Judicial, o prohibir la organización de ciertos eventos e ideologías.

La reforma electoral de 2007 significó una serie de buenas medidas para controlar a los partidos políticos en los excesos producto de sus luchas por el poder. Entre las más destacables se encuentra la limitación para contratar espacios por parte de particulares, la prohibición para que partidos contraten directamente tiempo en televisión y radio, o la reducción de las campañas políticas, lo que vino a golpear severamente el control que las televisoras estaban teniendo sobre la toma de decisiones de la ciudadanía. Sin embargo, ahora podemos ver algunas de las monstruosidades que se dejaron crecer sin control, y que son precisamente los partidos políticos los que más lo están sufriendo. El riesgo es que estos excesos comiencen a permearse a la ciudadanía común. Irónicamente, al fortalecer a las instituciones electorales para que tuvieran la capacidad de defenderse de los grupos de poder, éstas se han convertido en un grupo de poder en sí mismo, por encima de los poderes constitucionales, un Supremo Poder Electoral.

La decisión de golpear al PAN, PRI y Verde Ecologista por los anuncios del Consejo Coordinador Empresarial en contra del candidato de la Alianza por el Bien de Todos ha venido a poner sobre la mesa nuevamente las extrañas y sorprendentes facultades que ahora gozan los órganos electorales, incluyendo al IFE, al Tribunal Electoral y las demás instancias de resolución electoral. Significa un aumento considerable de la capacidad de sanción, así como de su ámbito de acción. De pronto las áreas de acción ciudadana se han convertido en ámbitos en los que ellos pueden emitir resoluciones. Los organismos privados ahora son sujetos de estas autoridades, quienes los pueden multar de manera significativa. Este elemento que en un principio surgió por una buena causa se ha convertido de la noche a la mañana en una pesadilla para las esferas más íntimas del ciudadano y de las empresas.

Completamente de acuerdo en señalar los excesos de un organismo empresarial que utilizó todo su poder para someter a un candidato, pero esto no deberá significar que se tolere este tipo de ejercicios propios de un régimen autoritario por decir lo menos. La acción del ciudadano no puede ser sometida a instancias que no corresponden con su naturaleza. La tipificación de delitos para personas físicas y morales queda establecido en varios códigos como el civil, el penal, entre otros. El electoral desde un principio está entendido para abarcar la acción muy específica de los partidos políticos y sus actividades durante los periodos de campaña política, o en lo general para puntos muy particulares.

Las atribuciones que ahora se están autoproclamando el Tribunal Electoral y el Instituto Federal Electoral son consecuencia de lagunas legales que los legisladores han dejado. Ante la duda, estos organismos han preferido actuar. Una explicación a estos movimientos violentos puede caber en que éstos fueron duramente criticados durante 2006 por su laxitud y falta de voluntad. El extremo opuesto es igual o todavía más dañino.

La capacidad de fiscalización de los organismos electorales debe estar supeditada a las actividades que conciernen a ellos. Pensar que pueden regular la vida diaria de personas físicas o de organismos empresariales es una suposición peligrosa. Es momento de detener estos excesos antes de que terminen por destruir la poca credibilidad que aún les queda.

octubre 29, 2008

Democracia Económica

El discípulo de Guillermo O'Donell Jorge Vargas Cullell plantea en un libro de reciente publicación la posibilidad de que la democracia ha logrado rebasar los ámbitos políticos para comenzarse a insertar en otras áreas de acción como los mercados y la misma familia.* Pone como ejemplos la regulación de los mercados, un tema que sin duda tomará aún mayor relevancia después de la crisis financiera mundial, y los derechos de los menores aún por encima de la autoridad normalmente autoritaria de los padres. Las consecuencias de esto es que la democracia al permear otras esferas de acción provoca una asimilación más allá de lo normalmente considerado como político. Hablar por ejemplo de un mercado democrático parece una absurda contradicción. Sin embargo se vuelve cada vez más recurrente encontrar leyes que buscan una redistribución de los recursos de manera más justa, sea mediante la intervención estatal o a través de medidas restrictivas promovidas por los mismos cuerpos empresariales o sindicales.

El encuentro de la democracia con cuerpos naturalmente antidemocráticos ha puesto sobre la mesa una vieja discusión ¿Somos verdaderamente animales democráticos? ¿Es esto una invención que ha funcionado pero que no por ello deja de ser artificial? La democracia se enfrenta todos los días con sus peores enemigos en actores que supuestamente deberían defenderla ¿Es posible imaginar a un ciudadano que prefiera otra forma de gobierno donde las libertades y los derechos mínimos no estén garantizados? Cuando se defiende la completa libertad del capitalismo parece que tenemos frente a nosotros a esos ejemplares.

¿Qué implicaría pensar en un sistema con mercados democráticos? Irremediablemente se tendría que poner el acento sobre el derecho de los muchos para acceder a las mismas oportunidades que los pocos que actualmente gozan de estos privilegios. La primera crítica a esta posibilidad es que los la democratización desincentiva la creatividad y el derecho de los mejores para seguir logrando más. Cuando llevamos esa reflexión al ámbito político es cuando podemos hacer comparaciones interesantes. Los defensores del mercado desregulado plantean lo que hace un momento les comenté, y que cualquier intervención es una distorsión, ¿entonces tendríamos que pensar lo mismo para lo político? La democracia establece límites artificiales a realidades que de otra manera no serían igualitarias. Hablando de la capacidad de tomar decisiones, ésta debería recaer naturalmente sobre los más aptos, sobre los grupos de interés que tienen la capacidad de organizarse y eventualmente comprar las voluntades de los funcionarios en las instancias gubernamentales. Darle la oportunidad de tomar decisiones a personas que no tendrían la capacidad de defender este derecho sin la ayuda del Estado es entonces una distorsión de la realidad social. Los más fuertes deben gobernar y los más débiles deben sucumbir por su incapacidad para sobrevivir. Planteando esta realidad que obviamente sería rechazada por cualquier ciudadano en el siglo veintiuno es que podemos hacernos la siguiente pregunta ¿Cómo es que toleramos la injusticia en la economía mientras juzgamos con tanta fuerza la injusticia social?

La valoración de esta simple pregunta puede hacernos reflexionar varias cuestiones ¿Es necesario que el Estado intervenga en la economía como lo hace en la sociedad para garantizar la igualdad? La respuesta implica un debate tan largo como la historia del capitalismo moderno. Ante la situación mundial actual es que tenemos que preguntarnos ¿es necesario establecer controles a quienes han aprovechado su situación privilegiada? ¿Si la economía es algo idealmente libre, por qué la política no ha de serlo? ¿Qué nos hace pensar que los ciudadanos necesitamos que el Estado nos garantice derechos políticos pero que no se le ocurra meterse para garantizar derechos económicos?

Vargas Cullell nos asegura lo que para quienes vivimos en América Latina resulta evidente pero que a veces se nos olvida recordar en las instancias internacionales. La verdadera democracia no llegará mientras no podamos garantizar una democracia económica. No hablo de socialismo sino de mismos derechos para mismas condiciones. La desigualdad económica es una forma de autoritarismo, basta ver cualquier nota del periódico para responder quiénes son los que verdaderamente toman las decisiones hoy en día, en nuestra supuesta democracia.


 

*Ochoa, Oscar (2008) La Reforma del Estado y la Calidad de la Democracia. Editorial Porrúa/EGAP. México

octubre 25, 2008

En busca de la unidad

Para que algo se mantenga unido necesariamente necesita un símbolo que le permita olvidar diferencias y luchar por un bien común. El profesor Christopher Ansell de la Universidad de Berkeley considera que los elementos que permiten que una serie de grupos se mantengan luchando por un objetivo común tienen que verse reflejados en un mínimo común denominador. Ese momento cuando todos dicen que sí a pesar de todo con lo que estuvieron en contra. Pone el ejemplo en uno de sus trabajos con las huelgas que se dieron en Francia a finales del siglo 19 ¿Cómo era posible ver a anarquistas con republicanos, con socialistas y corporativistas? Sólo a través de la idea de una huelga general que beneficiaría a todos en su lucha. Movimientos tan dispares encuentran en ese objetivo la mejor razón para dejar de luchar entre ellos. Otro elemento muy relacionado puede ser un enemigo en común. Ése puede ser el mejor anti-símbolo para despertar una solidaridad que de otra manera tal vez no se habría dado.

Traigo esto a colación por los incidentes afuera de la Cámara de Senadores. Ver al Movimiento del Petróleo repudiar a los mismos partidos que lo financian parece descabellado. Andrés Manuel López Obrador encuentra lamentable una reforma en la que según la opinión pública él fue el gran ganador ¿Por qué entonces es que sigue luchando? ¿Necedad? ¿Oportunismo? Las descalificaciones se han dado al por mayor y no hay razones para refutar alguna de ellas. Parece que el problema entonces se está dando por el liderazgo en la izquierda nuevamente. Según se desprende de un trascendido de Milenio la semana pasada, el enfrentamiento se dio entre López Obrador y Navarrete por la impresión de que los conciliadores y ganadores habían sido los seguidores de éste último, mientras que según López Obrador los que habían puesto el mayor costo político para detener la reforma energética de Felipe Calderón habían sido ellos, y eran los que saldrían como los intransigentes y violentos. Cuestión de impresiones pero si volvemos al tema de los símbolos tiene mucho sentido.

El símbolo que mantuvo a la izquierda unida por lo menos desde mediados de los ochenta fue el enemigo común, el partido del que habían nacido y que en ese momento los reprimía, perseguía y asesinaba, más aún, que les había robado la presidencia con Cárdenas. Un ideal que fue brillantemente robado por Vicente Fox durante su campaña presidencial. Sacar al PRI de Los Pinos se convirtió en un símbolo atractivo para la mayoría de los mexicanos en posibilidades de votar. Cuando se logra esto es precisamente cuando comienza la crisis de las izquierdas. Algunos visos de ruptura se dieron después de ganar la capital, pero las causas en aquella ocasión parece que tuvieron más que ver con el reparto del botín ganado. Cuando se rompe el símbolo unificador es que comienzan las preguntas. Surge entonces un nuevo símbolo. La posibilidad de llegar al poder. López Obrador representó la esperanza de derrotar a los partidos mayoritarios y sobre él se unificaron todos los objetivos. Nuevamente las agendas personales se dejaron a un lado para mejores tiempos y todos se sumaron a la campaña.

La capacidad de mantenerse unidos nuevamente fue puesta en peligro ante la derrota. Los movimientos en defensa del voto y contra Felipe Calderón el "usurpador" se han ido desgastando conforme avanza la administración del actual presidente. El petróleo fue una bandera que funcionó acertadamente para intentarlo. La apuesta de una parte de la izquierda sin embargo prefirió ya no jugar en ese espacio. La negociación con el enemigo se convirtió en una posibilidad real, especialmente cuando desde el PRI se apoyó la candidatura de Jesús Ortega para presidir el PRD con miles de votantes anónimos que llegaron ese día a las urnas. La imposibilidad de lograr el poder por ninguno de los dos grupos ha puesto en entredicho por primera vez la supuesta unidad de la izquierda. Las divisiones que siempre han existido en este movimiento, primero democratizador en 1988, luego por el poder en 2006, nuevamente en defensa de la democracia en 2007 y finalmente en defensa del petróleo este año, están floreciendo con mayor intensidad.

El futuro de una izquierda unida dependerá de que sean capaces de encontrar un nuevo símbolo de unidad. De otra manera, las divisiones naturales entre estos grupos antagónicos finalmente romperá el acuerdo y probablemente seamos testigos de una balcanización de la izquierda. Dependerá en buena medida también de que sean capaces de encontrar un enemigo en común. La crisis económica puede ser el mejor aliciente para encontrar esas nuevas brujas.

octubre 24, 2008

Citas

"Primero fue la violencia entre los narcotraficantes, pero como yo no soy un traficante, no dije nada.
"Después fue el secuestro de la gente rica, pero como yo no soy rico, no dije nada.
"Después vinieron por la gente que causaba conflictos, pero como yo no tengo problemas con nadie, no dije nada.
"Al final, vinieron por mí, y ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí".

Alejandro Junco de la Vega
Publicado en Carmen Aristegui, Octubre 24, 2008

octubre 22, 2008

Derecho a la morbosidad

Estoy seguro que cualquiera que viva en Monterrey lo habrá experimentado. Es más, aunque no se viva aquí es muy probable que la escena se repita en cualquier ciudad. Pasa un accidente e inmediatamente el tráfico se detiene. No importa si es aparatoso o no, no importa si hay heridos o no. No importa si invade carriles o si se encuentra justo en los carriles en sentido contrario de forma que no hay razón para que estemos detenidos, y sin embargo lo estamos. No importa, irremediablemente pisaremos el freno, voltearemos al lugar del accidente, observaremos la desgracia ajena hasta la saciedad y entonces procederemos con nuestro camino, probablemente con un "qué barbaridad". Podremos ir mentando madres durante los treinta minutos que nos lleven hasta el origen del tráfico, pero cuando estemos frente al carro aplastado, las patrullas y la ambulancia, contribuiremos al desmadre ciudadano. Lo imaginamos como nuestro derecho después de haber esperado tanto nuestro turno. Si todos lo hicieron ¿por qué yo no?

Cuando sabemos de historias de corrupción o de escándalos políticos, normalmente hacemos lo mismo. Pensamos que es por eso que el sistema no funciona, que tenemos que generar un cambio cultural para que el país pueda cambiar. No hay de otra. Vamos avanzando por la fila interminable del accidente. Maldecimos a los maestros que se ponen a hacer paros y plantones en lugar de darles clases a nuestros hijos. Son unos privilegiados que en lugar de rezongar deberían ponerse a trabajar como todos nosotros. Luego vemos a un par de ejemplares políticos en la televisión tomando la tribuna y lanzando consignas contra el sistema. Rogamos para que del cielo bajen arcángeles que los hagan desaparecer de la faz de la tierra. Es por culpa de ellos que todo está detenido, intentamos focalizar todo nuestro coraje contra los malvados que retrasan a nuestro país, que no le permiten llegar al primer mundo y a la riqueza. Hasta somos capaces de mostrar paso a paso cómo es que México podría lograrlo si es que todos nos ponemos de acuerdo en que eso que yo pienso es lo mejor para todos.

Vamos por la vida creyéndonos poseedores de las respuestas necesarias. Suponemos que nuestra propia existencia es un activo y que sólo es cosa de que el resto del mundo se dé cuenta de nuestra sabiduría extraordinaria para que comiencen a escucharnos. Seguimos avanzando por esa línea, y luego sucede. Llegamos al punto del accidente. Nos percatamos que todo lo que hizo que los demás se detuvieran después de todo no era una tontería. Es un carro completamente despedazado, con personas mutiladas a la vista, con la prensa y los policías tomando nota, con un charco de combustible avanzando peligrosamente hacia otro automóvil encendido. No puede uno nada más dejar ese espectáculo porque sí. Tenemos la oportunidad de seguir avanzando y ayudar en algo con el problema pero es mejor detenerse y no perderse nada de lo que tenemos ante nuestros ojos.

Normalmente tendremos en la vida algunas ocasiones de hacer una diferencia. Podremos decidir si nos quedamos viendo la morbosidad de la situación o si hacemos algo para resolverlo. Está en nuestra cultura detenernos, o al menos eso es lo que nos hacen creer los que van justo delante de nosotros que van haciendo lo mismo. Tenemos la desfachatez de pitarles para que se muevan pero cuando es nuestro turno ejerceremos nuestro derecho a la morbosidad sin ningún recato ¿Estaremos a la altura de la situación cuando esto suceda o haremos como todos? ¿Maldito sistema hasta que nos toca a nosotros disfrutarlo?

octubre 20, 2008

Citas

El disparo no se realizó a un metro de distancia, como establecieron peritos de la procuraduría, y mucho menos en un lugar y tiempo distinto de donde ocurrieron los hechos. La investigación de la CNDH plantea que los disparos provinieron de un camión de volteo que se alcanza a apreciar en las imágenes grabadas por Will antes de morir. Además asienta que el tiempo calculado entre la detonación y el impacto del primer disparo, ocurrió en aproximadamente 166 milésimas de segundo, tiempo en que una bala calibre 38 especial recorre una distancia de 45 a 50 metros (promedio 42.5 metros), lo que pericialmente permite afirmar, con un alto grado de probabilidad, que el victimario se encontraba ubicado detrás del camión de volteo.

Comisión Nacional de Derechos Humanos en torno a la supuesta responsabilidad de miembros de la APPO en el homicidio de Brad Will en 2006.

octubre 19, 2008

Citas

"Estados Unidos tiene esencialmente un sistema de partido único y el partido gobernante es el partido empresarial."

Noam Chomsky, al ser cuestionado sobre las elecciones de noviembre

octubre 17, 2008

“A los jóvenes se les enseña a dejar sus ideales”

A pregunta expresa de un estudiante del auditorio que cuestionaba a la escritora Elena Poniatowska el mediodía del viernes sobre cómo hacer para que la lucha revolucionaria no afecte las instituciones que nos hemos creado para convivir, la señora respondió con la frase que le he robado para titular mi escrito de hoy. Sería una respuesta ilógica hablar de una revolución que respete el institucionalismo por más que el PRI nos haya hecho creer ese cuento con el nombre de su partido. Es una contradicción.

Hablaba en otra parte de su discurso en la visita que tuvo hoy al Tecnológico de Monterrey sobre los jóvenes del 68 y los actuales. Ante la queja recurrente de que los de ahora son más apáticos y egoístas, ella respondió que son ahora mucho mejores en cuanto al nivel de información que tienen. También nombró una lista de jóvenes valientes que han increpado a presidentes, expresado su repudio y mostrado la valentía que implica romper con el protocolo de una ceremonia formal. Sin embargo a los jóvenes de ahora se les ataca para pensar que las luchas idealistas son malas. La misma pregunta de este visitante que nos acompañó en la plática expone la seriedad de la situación. Las luchas revolucionarias no deberán lastimar la estructura social reinante, una que se desgaja por donde se le quiera ver, llena de desigualdad e injusticias. Tendremos que como jóvenes respetar las reglas y mantener las instituciones que nos han llevado a la situación en la que nos encontramos, o seremos calificados de idealistas en el mejor de los mundos y con adjetivos mucho peores en otras circunstancias.

Hablaba Karl Marx de cómo las leyes e instituciones se convierten en rejas de los detentadores de los medios de producción (o de control político si le hacemos caso al Marx que escasa pero brillantemente escribió sobre sociedad). Además, la Escuela de la Teoría Crítica de Frankfurt, abiertamente marxista en sus inicios, señalaba la propaganda de los medios de comunicación al servicio de los medios de producción. En este discurso se le hacía creer al individuo que se encontraba en el mejor mundo posible y que intentar cambiarlo iría en contra de sus intereses. En ajedrez eso tiene un nombre: Zugzuang. Cuando el jugador es capaz de enviar a su adversario a una posición donde cualquier movimiento que haga le hará daño, recibe el nombre que aquí pongo. La Teoría Crítica evolucionó con Habermas, pero la realidad no ha cambiado en nuestro mundo, menos en nuestro país.

Una conferencia maravillosa que nos regaló Poniatowska el viernes a los que pudimos acompañarla un ratito. Una pregunta que me hizo levantar la ceja especialmente porque provenía de un joven que supuestamente debería tener más preocupación por los ideales que por las reglas y las instituciones (un mal bastante generalizado en esta ciudad), y una respuesta que espero le haya hecho reflexionar un poco. A mí me hizo hacerlo.

octubre 14, 2008

¿Malditos especuladores?

La revelación del martes por El Universal de la lista de empresas que "especularon con el peso" y provocaron la devaluación de nuestra moneda nos debe dejar varias reflexiones. Aunque la nota afirma que su fuente son "especialistas", el golpe mediático parece una cómoda filtración de la Secretaría de Hacienda para lavarse las manos ante el desastre financiero de la semana pasada agravado por ellos mismos y por la gente de Banxico.

El señalamiento público es una herramienta muy efectiva a la hora de intentar dominar a un adversario. Humillar públicamente a una persona o grupo tiene un efecto psicológico desastroso. Normalmente cuando los desastres vienen, la sociedad se apresura a buscar culpables. Es natural, si tenemos un enemigo frente a nosotros que nos ha causado el dolor, es más fácil liberarse de él a través de una venganza, un ataque o simplemente a través de la humillación y la burla. Sin embargo como también lo afirma la nota del mismo periódico, especular no es delito. En el mercado de derivados es posible asegurar tipos de cambio para pagos futuros. El aumento de tasas de interés que hizo el Banco de México el mes pasado provocó la apreciación del dólar hasta 9.80 y las empresas decidieron asegurar ese tipo de cambio. Si me regalas dinero, por supuesto que me lo voy a echar a la bolsa. Eso eventualmente generó la presión sobre nuestra moneda cuando se fue acercando la fecha de pago y los acreedores tuvieron que solicitar dólares en el mercado.

Se puede hablar de información privilegiada y probablemente haya algunos culpables en esta situación, sin embargo eso no debe hacernos olvidar lo importante. Culpar a empresas por haber aprovechado una situación inicialmente creada por el propio Banco de México (con la injustificada alza de intereses), es un intento muy absurdo de encontrar chivos expiatorios en una crisis que fue creada desde las oficinas de Guillermo Ortiz. Ver a Agustín Carstens lanzando acusaciones lópezportillistas en los pasillos de Washington es lamentable. Si quieren encontrar un culpable de lo que sucedió la semana pasada en México, busquen en sus propios edificios.

El pésimo manejo de la crisis por parte del gobierno federal es lo que provocó que las empresas aprovecharan el regalo. Siendo positivos podríamos decir que fue falta de comunicación entre Hacienda y el Banco de México al enviar señales cruzadas en los mercados. La inminencia de la crisis mundial genera en cualquier empresa la necesidad de protegerse lo más posible. Protegerse no es un delito, y menos cuando el gobierno se acomoda especialmente para que lo hagan.

octubre 10, 2008

Viejas Prácticas

Morelos es nuevamente víctima de una injusticia de parte del gobierno federal. Se podrá estar o no de acuerdo con la lucha que realizan los maestros disidentes pero hay situaciones que no deben tener cabida en una democracia supuestamente institucionalizada. La desaparición forzada así como rumores que hablan de maestros muertos que no han sido reportados por la prensa son señales preocupantes en un gobierno que cada vez se siente más cómodo con prácticas autoritarias.

El peligroso maridaje entre medios de comunicación y gobierno que ya he señalado en varias ocasiones en este espacio vuelve a aparecer con todas sus letras. Se reporta la entrada de las fuerzas federales a Morelos y enfrentamientos en Reforma y El Universal, así como en los noticieros de Televisa en la mañana. Se habla de algunos detenidos que serán puestos a disposición de la procuraduría federal de la república, pero nada más. Me encuentro a una amiga en línea con amigos en el magisterio que le han platicado sobre algunos desaparecidos ¿Y la nota no la has encontrado? No, nada. Es hasta unas horas después que La Jornada hace la primera nota al respecto ¿Muertos? No dicen nada. En el enfrentamiento de anoche el amigo vio a dos muertos que no aparecen en ningún periódico o canal de televisión.

Represión y populismo, dos prácticas que repudiamos del antiguo sistema comienzan a ser pan de cada día en el partido que irónicamente simbolizaba todo lo contrario. Las crisis hacen que los gobiernos de diferentes partidos se parezcan tanto que podrían darnos un ataque de risa si la situación no estuviera como está. Al tiempo que llenan la televisión y la radio con mensajes de oportunidad aprovechan el desorden financiero para anunciar la construcción de una refinería y combatir el desempleo que supuestamente no nos golpeará. Creación artificial de esperanza, viejo esquema priísta de control social.

Al tiempo que todo esto sucede, los medios de comunicación sufren de una amnesia temporal y una sumisión verdaderamente lamentable. Al tiempo que todos los ojos miran con preocupación cómo las bolsas del mundo se van al diablo, la oportunidad que tiene el gobierno para reprimir sin respuesta es enorme. Los maestros parecía que lo estaban buscando. Los problemas económicos y el descontento social era una oportunidad para el desorden. Los maestros lo supieron y lo atacaron. No son ningunos inocentes ni improvisados, eso me queda muy claro. La respuesta del gobierno tuvo que haber sido inmediata. El problema, como siempre, es que las formas no se cuidan. Ante la amenaza, el manotazo bruto. Ante el problema social, la respuesta violenta. Lo único que ha logrado el gobierno federal es caer en la trampa que le puso el magisterio disidente. Ahora ya no se tratará de la alianza por la calidad de la educación contra la que no podría haber un solo individuo en contra. Ahora se trata de la represión que han efectuado en contra de ciudadanos mexicanos. Y si se confirman los muertos y los desaparecidos, las cosas se le pondrán muy difíciles al gobierno ¿Alguien le puede prestar un asesor al presidente? Parece que su gobierno de cuates comienza a salirle muy caro al país.

octubre 08, 2008

¿El partido invencible?

Cuando se habla del PRI parece que se habla de un inevitable. El monstruo electoral que significa ese partido es invencible, irremplazable, inexorable, vamos, parece una pesadilla para el resto de los partidos contendientes. Verlos actuar en Guerrero al mismo tiempo que logran poner de rodillas al Ejecutivo Federal por segundo sexenio consecutivo es toda una muestra de buena política, aquélla que no ha logrado repetir cualquiera de los otros dos que aspiran a algún día tener las habilidades del maestro.

Hace unas semanas cuando comenzaba la temporada 2008 de la NFL y los Vaqueros de Dallas lograron tres triunfos contundentes hubo más de uno que los señaló como los claros favoritos para ganar el Super Tazón. No había nada qué decidir, solo bastaría ver pasar las dieciséis semanas de la temporada más las tres o cuatro de postemporada que nos llevarían al resultado definitivo en donde el equipo de América se coronaría campeón. La semana siguiente los Pieles Rojas de Washington los hicieron pedazos. Lo que hubo de parte de esos mismos comentaristas fue un humilde silencio.

No dejo de ver por todos lados a futuristas que declaran el triunfo del PRI en 2012 como algo a lo que nos tenemos que ir acostumbrando. Peña Nieto tiene el camino pavimentado para lograr el regreso del partido otrora hegemónico a la silla presidencial. Probablemente sea así, pero hay demasiados factores en el aire como para hacer una declaración de ese tamaño. Primero, veamos el pasado más reciente. Cuando en 2003 el PRI propinó una contundente derrota al PAN en las intermedias al tiempo que se hacía de la mayoría de las gubernaturas la voz general de politólogos y analistas era que no había quién pudiera detener al partido para regresar en 2006. Tal vez López Obrador, pero el PRI tenía una estructura electoral mucho más completa que cualquier otro. Los "promotores del voto" eran una maquinaria indestructible. Luego comenzamos a leer algunas notas que señalaban que la fórmula Gordillo-Madrazo tenía algunas fisuras, y finalmente fuimos testigos del Todos Unidos Contra Madrazo y de la "propuesta" de Gordillo a Calderón para que el 2 de julio los maestros votaran cruzado (uno de tres).

Una de las características que hicieron que el PRI fuera tan exitoso durante tanto tiempo como opción política fue la capacidad que tenían sus dirigentes para garantizar la disciplina de sus miembros. Eso hoy en día ya no es tan fácil de asegurar. Ante la pérdida de la presidencia los gobernadores regresaron a las prácticas previas al pacto de Plutarco Elías Calles. El cacicazgo se volvió una opción más rentable para la mayoría de esos líderes pues no tendrían que rendir cuentas a nadie. Pequeños señores feudales que no tienen ningún incentivo para volver a permitir que llegue un presidente de su mismo partido ¿Qué nos hace pensar que en esta ocasión se doblarán ante Peña Nieto o cualquier que quede en ese partido?

No veo duda que 2009 será completamente del PRI, tanto en los diputados como en las elecciones locales. No hay forma que alguien le pueda hacer sombra a este partido en el Estado de México. Sin embargo la situación vuelve a ponerse difícil en el partido. Demasiados aspirantes y reglas que no son muy claras son el mejor caldo de cultivo para que se repita la historia. Un partido que no será capaz de organizar las elecciones nacionalmente. Parece que el destino es que el PRI se vuelva el partido más fuerte a nivel regional, llevándose la mayoría de las gubernaturas, pero no será capaz de ponerse de acuerdo cuando se trate de ceder ese poder a alguna de las figuras que hoy ya se señalan como posibles candidatos. Prácticamente cada gobernador de este partido tiene aspiraciones presidenciales ¿Cómo será posible sacrificar tanto ego por el bien del partido? Beatriz Paredes no ha mostrado que lo pueda hacer. Beltrones podría ser una opción pero con sus propias aspiraciones a flor de piel será muy difícil que alguien lo tome seriamente. Ante un escenario tan dividido en PRI y PRD ¿Será que el PAN repetirá el día de la elección? Requerirá un esfuerzo sobrehumano de cualquiera de estos dos partidos evitarlo.

octubre 05, 2008

Guardias Blancas

Hasta las 11 de la mañana del domingo eran 59 los muertos en Tijuana. Nada me dice que para cuando este escrito sea publicado por mis amigos de 15diario este número se haya mantenido inamovible. Parece que la estrategia de la "autoridad" en Baja California es dejar pasar, como lo han hecho en los últimos años.

La lucha, según publica Reforma este domingo, es entre dos líderes que se disputan el control de la plaza del otrora poderoso cártel de Tijuana, hoy deshecho en una guerra sin cuartel entre las bandas que han quedado después del enfrentamiento frontal contra el cártel de Sinaloa. Los muertos entonces serán de criminales del cártel de Tijuana contra criminales del cártel de Tijuana. Si las cosas fueran así de fáciles entonces no tendríamos más que sentarnos y esperar a que entre ellos se exterminen. Luego llegará la policía a recoger a los muertos y mirar para otro lado.

Hace algunos años se hicieron famosos unos cuerpos en Colombia que la gente empezó a llamar las guardias blancas. Se trataba de matones contratados por la elite empresarial, y se sospechaba que por el mismo gobierno, para eliminar a los grupos guerrilleros, principalmente de las FARC. Los asesinos asesinados comenzaron a aparecer sospechosamente en las calles con mensajes políticos. La respuesta de la sociedad, pero sobre todo del gobierno, fue de cierta indiferencia. Algo así como lo que pasa en México. Si se están matando entre ellos, no se metan. Déjenlos. Son enfrentamientos entre grupos disidentes de las dirigencias de las guerrillas. Si se quieren matar, que lo hagan ¿para qué meternos? Luego se supo lo que ya les dije. Comenzaron a salir historias de que estos matones no eran guerrilleros sino que eran pagados por los mismos empresarios que habían sido víctimas de los secuestros y los asesinatos de las FARC.

Si una sensación ha quedado clara en la clase empresarial mexicana es que se encuentran hartos de ser víctimas de los delincuentes al tiempo que el Estado finge trabajar pero no muestra resultados. La mediocre procuración de justicia en nuestro país parece destinada sólo a castigar a pequeños comerciantes que venden sus productos en una banqueta, a protestantes en una marcha histórica que se les salió de control, al ganador de un premio nacional de la juventud que cree que en su país goza de libertad de expresión. Para los delincuentes organizados sólo tiene pretextos y emotivos comerciales que quieren convencernos de que algo están haciendo.

¿Qué puede hacer un grupo económico como éste ante la agresión directa de los criminales sin respuesta del Estado? Si analizamos la respuesta en Colombia, su reacción fue contratar seguridad privada pero no precisamente para protegerse sino para contra atacar. Me pongo en los pies de un padre al que le acaban de matar a un hijo y con los recursos suficientes para responder con la misma moneda. La erosión de las instituciones que nos permiten convivir de manera pacífica nos lleva a una situación donde tenemos que aprender a responder a la violencia con más violencia ¿Es lo que está pasando en Tijuana? ¿Son estos 59 muertos productos de una guerra entre bandas? No podríamos descartar que se trate de la primera respuesta de la sociedad civil. No aquélla que responde con presiones y con manifestaciones. Se podría tratar de una sociedad que tiene por lo menos veinte años sufriendo el crimen organizado, primero tolerándolo porque se trataba de "guerra entre bandas". Cuando en Baja California comenzaron a recrudecerse estos conflictos, comenzó la falta de dinero y se popularizó el secuestro y el robo como mecanismos para hacerse de ese recurso. Los empresarios pueden estar respondiendo con sus propias armas.

Otras ciudades como Ciudad Juárez, Monterrey, Culiacán y el mismo Distrito Federal tienen algunas características similares: una clase alta poderosa y un crimen organizado que ha degradado cualquier esperanza de que la policía les pueda dar la seguridad necesaria ¿Estamos en la antesala de una guerra entre el crimen organizado y los grupos empresariales? Algunos signos comienzan a darse en Tijuana ¿La efectividad en esta ciudad hará que se propague a otras latitudes? ¿Son estos 59 muertos las primeras víctimas de una sociedad harta de que el Estado no pueda hacer su trabajo?

octubre 01, 2008

Enfermos

La visita de Antanas Mockus a Monterrey dejó varias sorpresas. Sus anécdotas fueron profundas y creativas, pero sin duda una que se llevó la noche fue su consideración de los narcotraficantes como personas enfermas a las que hay que ayudar. No habla de los adictos, posición en la que probablemente estaríamos de acuerdo. Habla de los narcotraficantes, miembros del crimen organizado encargados de la distribución de droga en determinadas plazas. Llamó a darles alternativas, son hombres adictos al dinero fácil, sin embargo no están conscientes que este negocio les reduce su esperanza de vida. Lo que tenemos que hacer entonces es plasmarlos ante esa realidad, la inminencia de su muerte, la necesidad de que se den cuenta de lo sagrado que es la vida. Requerirá un ejercicio de perdón social pues para ser asimilados nuevamente en el entorno sociocultural de nuestras ciudades necesitan confesar los males que han hecho públicamente, arrepentirse y finalmente ser admitidos por la sociedad nuevamente. Lo terrible, afirma Mockus, es que los narcotraficantes no vean estas alternativas, que la sociedad no se las dé. Entonces se volverán como los cínicos de la antigua Grecia a los que ya no les importa hacer o no hacer, el temor o la vergüenza. Serán ellos solos contra el mundo que seremos nosotros.

No dejó de sorprenderme esta perspectiva, tal vez por novedosa ¿Tenemos que esperar que los criminales actúen por enfermedad y tenemos la responsabilidad de levantarlos de su desesperada vida? ¿Su vida es una lista de sufrimientos con los que tenemos que simpatizar y ofrecer nuestra ayuda? Cuestiones interesantes. No las descarto pues sin duda el hombre tiene a su favor haber logrado reducir 40% los delitos en Bogotá durante su administración según nos cuentan sus reseñas biográficas en la red.

Escucharlo me recordó un poco algunos fragmentos de la pluma de Michel Foucault, cuando describe en "Vigilar y Castigar" la evolución del castigo en nuestra sociedad moderna. Los criminales han dejado de ser castigados con instrumentos de tortura para convertirlos en enfermos mentales, sujetos de clínicas, observación, experimentación y confesión (forzada o voluntaria, si es que existe alguna diferencia entre ellas después de varias sesiones de lavado de cerebro). Los cuerpos se vuelven en animales de laboratorio para la interpretación y entendimiento, la definición hasta el punto más invasivo que se convierte en un círculo interminable (soy porque me defino porque pertenezco a una definición/categoría formada por mí mismo o un otro). También me recordó un poco aquella excelente historia de Stanley Kubrick "La Naranja Mecánica", donde el protagonista es un criminal sin remedio pasado por un experimento psiquiátrico-químico para terminar siendo el hombre más noble del mundo (sólo para ser alcanzado por los anteriores agraviados). Resulta en una visión un tanto alarmante donde tendremos que aprender a convivir bienportados con malportados en una misma jaula, intentando fingir sonrisas y solidaridad. Construyendo una comunidad más unida es que podremos aspirar a una mejor sociedad. Los criminales tendrán que ser nuestros héroes del mañana para así cumplir con el ideal de la readaptación, la solución clínica del criminal y la recuperación del sentido de la sociedad como un sujeto formador del individuo. Cualquier deformado es responsabilidad de la sociedad mientras no reaccione frente a él.