abril 30, 2007

Reacción

Una constante que me he encontrado en mi diario es a cierto grupo de personas que les tiene sin cuidado la vida. Estos por lo general son un amplio número que se escuda en el "no lo hice yo, no tengo porqué arreglarlo", o en el "mientras no me afecte a mí, no me importa".

Bueno, todos tenemos un poco de esto y no estoy aquí para juzgar a nadie. Existen también otros numerosos que dicen "quiero hacer algo, pero no sé qué", que se quedan en el medio de "dime tú para qué soy bueno". Están conscientes de que existen problemas, y están conscientes de que éstos no se van a solucionar solos sino que hay que imprimirle un poco de energía en determinado sentido para que comience a caminar, pero en realidad no tienen idea de cómo su actuar puede ser valioso. Creo que conforme pasa el tiempo y se vuelve más evidente que estamos metidos en una espiral negativa, muchos de los del primer grupo se pasan al segundo. Están conscientes y eso ya es un alivio.

Existe un tercer grupo de privilegiados que saben cómo hacer las cosas, o al menos están en los lugares correctos y en los momentos correctos como para que su actuar signifique algo tangible. Éstos últimos son tan pocos que en realidad no me importa hablar de ellos, por lo general quienes pueden hacer cambios son quienes detentan el poder, y por lo general quienes detentan el poder son los menos convencidos de que algo debe cambiar. Se vuelven incluso en los perros guardianes del Status quo.

Del segundo grupo es del que quiero hablar hoy, porque siento que en cierta forma soy parte de él. Tengo una idea remota de que las cosas están haciéndose incorrectamente. No hay que ser un privilegiado ni un letrado para percatarse que la injusticia es el valium que corre por las venas de nuestra sociedad, como un tranquilizante que nos tiene a todos sometidos a la estructura y a la jerarquía que nosotros mismos nos hemos construído para que "funcione" "nuestra" sociedad.

Hace falta para que las cosas funcionen un primer jugador, un campeón que haga las cosas, que tenga creatividad, que nos muestre el camino. Sin embargo nuestra estructura social está formada de tal manera que este primer jugador tiende a quedarse con las mejores fichas, al menos esa es la situación en Latinoamérica si es que no en todo el mundo. Estos campeones tienen tanto poder que pueden incluso mover las reglas del juego de tal manera que se perviertan para cuidarlos más a ellos y a su estructura que para cuidarnos a todos los miembros de la sociedad. De ejemplos no voy a hablar porque todos los conocemos.

Resulta emblemático mencionar que aunque esto sucede con las grandes transnacionales que suelen ser nuestro mejor ejemplo y uno de los objetivos más visibles para descargar nuestro rencor, en realidad los "campeones" están en todos lados, incluso dentro de las pequeñas comunidades rurales a las que solemos santificar. Cuando uno tiene la oportunidad de meterse a un pueblo, lo primero que encuentra es a los parientes del alcalde quienes son los dueños de todos los permisos de venta de alcohol y cerveza. Son dueños de todas las cantinas que embrutecen a los trabajadores y se quedan con la mayoría de las ganancias de esa comunidad. También dentro de las comunidades pastorales y religiosas, son los sacerdotes quienes mediante mentiras y seducción, se mantienen gracias a las propinas y diezmos que la gente les da cada domingo.

Así podemos volver a la primera pregunta que expresé por ser parte de este segundo grupo de entusiastas que no sabemos qué hacer ¿Cómo acabar con esos cuellos de botella que en cierta forma limitan a nuestra sociedad de imponerse en su máxima expresión sobre los primeros jugadores?

En realidad nos sorprendería lo fácil que es cambiar nuestro mundo. Cambiar pautas puede ser difícil, pero es esperanzador hacer un checklist de lo que está en nuestras manos:

1. Compra en tu tienda local, entre más cercano esté de ti, más ayudas a tu propia comunidad. Cuando observas que las grandes tiendas transnacionales tienen descuentos de un peso o dos sobre la tienda que está enfrente de tu casa, piensa que esos dos pesos para ti no significan tanto, pero para el de enfrente significa mantener su negocio abierto, y para tu comunidad significa desarrollo económico.

2. Olvídate de Microsoft, intenta programas de código abierto. Ese monstruo se alimenta de nosotros, y entre más dependamos de sus programas, más fuerte lo hacemos. Vista y Office 2007 vienen con mecanismos que harán que dentro de unos meses sea prácticamente imposible abrir un archivo de Microsoft en otro programa. El poder de información que le daremos será gigantesco. Nada más pensemos que Gates podrá decidir si podemos leer o no un documento. Busca alternativas en Internet que son gratuitas. Ya hay muchas y dan casi el mismo servicio.

3. Toma agua y si vas a un restaurante donde te quieren vender el agua embotellada, recházala. Recuérdale al mesero y si es necesario al dueño, que el agua es un derecho humano y no una mercancía. Si el dueño se niega a darte agua, no vuelvas a ese negocio y exhíbelo en tu comunidad

4. Apaga la televisión, abre un libro. Mucho se ha hablado de esto y creo que poco podría agregar.

5. Rechaza leer tus noticias de aquéllas fuentes informativas que cobran por accesar a ellos. Un ejemplo de esto es el Grupo Reforma, quienes se han ostentado como carceleros de la información, la cual debe fluir libremente. Existen muchas alternativas gratuitas en Internet que puedes leer sin tener que pagar. Si eres dueño de una clave de Grupo Reforma, publícala, compártela con tus amigos y con tus conocidos. Haz la información libre.

6. Antes de contratar un sistema de Internet, una línea telefónica o un teléfono celular compara precios. Recuerda que en la medida en que sigas consumiendo los productos del Grupo Carso (Carlos Slim) lo fortaleces y debilitas a la competencia que puede ayudar a bajar los precios. Aunque no existen muchas alternativas aquí en México, en la medida en que sigamos dependientes de Telmex y sus compañías hermanas, seguiremos intensificando el problema. Exígele a tu legislador que promueva leyes que obliguen a Slim a regalar Internet en espacios públicos y en escuelas. Recordemos que lo que él maneja es una concesión de un servicio que nos pertenece a nosotros y no a él.

7. Entérate quién es tu legislador. La Cámara de Diputados tiene buenos sistemas para localizar quién es tu representante. No pierdas tu tiempo mandándole correos electrónicos que nunca revisan. Háblale. Existe un número 01 800 1 CAMARA (018000 1 226272) donde puedes pedir hablar con él o ella, y a ti no te costará nada. Síguelo buscando hasta que por hartazgo te conteste. Si no lo hace, toma nota de su partido y su nombre. No vuelvas a votar por él ni su partido.

8. Siguiendo con el punto 7, aprende a votar por los que te ofrecen algo que te beneficie directamente. No votes automáticamente. Es triste que tanto nos hayamos esforzado como sociedad por lograr elecciones libres, como para que sigamos votando por los mismos idiotas ¿Has revisado otras plataformas políticas? ¿Crees que todos son iguales? ¿Por qué no haces tú un partido político? Defiende tus intereses y vende caro tu voto, no por una despensa o por la promesa de un puesto político. Mándalos al diablo que tú eres el dueño de este país, no ellos.

9. Atrévete a organizarte. Exprésate, defiende lo que piensas en todos los foros posibles. Empieza desde tu casa. Cambia tendencias, cambia formas acartonadas de pensar. Obliga a tus padres y amigos a reflexionar. Oblígalos a leer y a pensar.

10. Combate la hueva, porque es nuestro peor enemigo. Muévete de tu lugar. Sal. Conoce a tus vecinos. Organízalos para exigir, para denunciar, para correr a quienes viven parasitariamente de ti y de nuestra indiferencia.

11. Si te quejas, propón. "Todo está mal" no vale "Todo está mal, pero puede mejorarse así", es mucho mejor. Fíjate qué puedes hacer tú.

12. Regálale tiempo a tu comunidad porque se lo merece. No todo lo que haces tiene que ser por dinero. Piensa en la enorme diferencia que puedes significar tú si abres primero los ojos y luego la boca. Si tuviste la oportunidad de tener educación, compártela con tus vecinos. Si aprendiste a leer y escribir, ayuda a quienes no. Y no hablo de aprenderse el abecedario y enseñárselo a tus vecinos, hablo de abrir tu biblioteca y prestar tus libros, regalárselos a quienes sepan que los aprovecharán, sacarles copias, regalar pensamientos, organizar círculos de discusión.

13. Deja de gastar todo tu dinero en tonterías. No es tan importante estar pedo todo el día, no es tan importante si ya te vieron ese vestido en la fiesta pasada. Nada de eso es tan importante. Libérate de esos patrones. Diviértete, emborráchate y haz todo lo que te gusta, pero ve pensando cómo puedes cambiar para no dedicarle a esas cosas tanto tiempo para comenzar a invertir tus esfuerzos en asuntos más propositivos para ti y tus cercanos

14. Tira a la basura todos los refrescos que haya en tu alacena. Cuando vayas a las tiendas, abre los refrigeradores y destapa todos los refrescos que puedas. Proponle a tu gobierno municipal mejores sistemas de tratamiento de agua. Hasta hace muy poco tiempo el agua de grifo era potable. Los únicos interesados en que así siga somos nosotros, no las compañías embotelladoras que viven de tu apatía ¿8 pesos por 350 mililitros de agua? No lo permitas. Sabotéalos

15. Compra una bicicleta. Estaciona tu carro. Camina. No te olvides que te puedes mover sin necesidad de usar tu carro. Exije mejores líneas de transporte urbano. Son la porquería que son porque no nos quejamos. Deja de usarlos. Boicotéalos. Somos muchos más que los que están en sus sindicatos. Organiza a tus amigos para "tomar" las paradas del camión. Conscientiza a la gente que se sube a esos camiones destartalados y caros de que ellos están permitiendo que las cosas sigan así. Deja de usarlos durante meses y verás que mejoran. Si estás arriba de un camión o un taxi que va a exceso de velocidad, atrévete a exigirle que maneje mejor. Si no lo hace, toma nota del teléfono de quejas. Si puedes, marca desde tu celular cuando vayas arriba de la unidad. Estoy seguro que todos los que van contigo en ese camión están pensando también en decirle algo al chofer, pero no se atreven. Si levantas la voz te apoyarán. Y si no lo hacen, que no te importe, que está en ti y no en los demás comenzar el cambio.

16. Deja de aplaudir las ampliaciones viales y los pasos a desnivel. Repúdialos. Significa que tu gobierno sigue gastando el dinero incorrectamente. Exige que se gaste más en transporte público y menos en calles. Ten memoria, no olvides quienes te gobiernan, no olvides lo que te prometen. Exígeles cuentas.

17. Preocúpate por lo que le enseñan a tus hijos en la escuela. Estate al pendiente de lo que tus profesores hacen y dejan de hacer. Educa a tus hijos para que exijan más en la escuela, o hazlo tú. Si eres estudiante, no permitas que los profesores terminen temprano con las clases, y no te vayas por el camino fácil. Exígele a tu profesor, cuestiónalo, si sientes que no se preparó para la clase, exhíbelo. Demuéstrale que tú sí leíste y él no. Ayuda a tus compañeros, pero no los solapes. Si alguien no trabaja, no tengas miedo de hacérselo saber a todo el grupo.

18. Denuncia todo lo que veas mal. Puedes hacerlo desde el 089 para hacerlo como anónimo, pero en la medida en que lo hagas con tu frente en alto (mientras no ponga en peligro tu vida), hazlo. Denuncia al delincuente como a la autoridad que lo protege. Investiga nombres y apellidos. Utiliza los medios de comunicación, y utilízalos todos al mismo tiempo (no sólo al periódico, sino también Internet, los foros mundiales, los blogs)

19. Barre la banqueta de tu casa. Precúpate por lo que ahí sucede. Si oyes ruidos extraños en la noche, tú haz más ruido y seguro espantarás quien esté merodeando. Enciende luces. Una llamada al 060 nunca sobra, pero puede hacer mucha falta si te haces el tonto

20. Respeta, pero obliga a los demás a que también te respeten. La costumbre de "yo no me meto para que no se metan conmigo" nos ha hecho mucho daño. Si oyes que están lastimando a una mujer en la casa de tu vecino y no dices nada por "respetar", estás siendo parte del problema. Involúcrate. Haz una llamada. Hazle saber a quien está causando daño a tu alrededor que ya lo sabes y que estás dispuesto a denunciar. Por lo general los delincuentes son más cobardes de lo que parecen. Una comunidad atenta será el mejor incentivo para que detenga sus actividades. El anonimato es el agua que un pez necesita para nadar.

21. Cambia. Evalúate. Escucha a quienes te rodean. Acepta críticas. Involúcrate.

22. Siéntete dueño de la comunidad en la que vives. En la medida en que así lo sientas, la defenderás con mayor fuerza.

23. Cuida el medio ambiente. Imagina que es tu casa, y luego piensa si te gustaría vivir entre basura. Enfrenta a quienes derriban árboles por "estética". No consumas productos de empresas que contaminan. Investiga en Internet quiénes son y publica esa información.


¿Verdad que todo esto está cerca de ti? ¿Verdad que no es nada sobrenatural? Inténtalo y comienza a notar la diferencia. Convéncete y convence a quienes te rodean de que tenemos mucho más poder del que por lo general imaginamos.

abril 27, 2007

La Narcopolítica

“Algunas células del crimen organizado están iniciando actividades tendientes a desestabilizar el sistema político (...) los narcotraficantes están ensuciando a personajes de distintos partidos, con ello buscan obtener la distracción necesaria para actuar con mayor libertad. Se han encontrado, en diversos lugares, escritos, grabaciones y videos cuyo contenido es evidentemente apócrifo, en los cuales se hacen referencias directas a personajes que ocupan puestos importantes en los tres niveles de gobierno. Es el inicio de la narcopolítica. Con las evidencias con las que se cuenta se ha iniciado junto con la autoridad federal las investigaciones correspondientes a fin de dar con los responsables de estas acciones que buscan deteriorar aún más la imagen del gobierno”


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Aldo Fasci Zuazua, subprocurador de Ministerior Públicos
Gobierno del Estado de Nuevo León


Que si no nos advierten pudimos habernos imaginados que están involucrados en el sucio negocio del narcotráfico. Esta declaración nos ha dejado el alma definitivamente más tranquila. Gracias Aldo. Ahora ya nunca más osaremos pensar mal de ustedes. Los malos son los narcos, eso ha quedado claro como el agua.

Nos Quitaron el Limbo


Publicado en El SextoPiso

Me enteré primero por el radio el viernes al mediodía que ya no tendríamos oportunidad de visitar el Limbo cuando falleciéramos. Maldita suerte. Pensé lo divertido que hubiera sido pasar el resto de mi existencia en un punto donde no tengo que definirme como santo rezador ni como crónico pecador.

Luego compré el periódico ayer para cerciorarme de la noticia y maldita suerte dos veces, era verdad. Ahora tendré que definirme, pensar si quiero ser bueno o malo en el mundo, pensar si quiero que mi vida trascienda o prefiero pasarla obedeciendo los diez mandamientos.

Esto me llevó a reflexionar sobre otra nota que aparecía justo detrás de la nefasta noticia que nos dio Ratzinger el viernes. El excampeón mundial de ajedrez Gary Kasparov se encontraba en un proceso de investigación por haber participado en manifestaciones contra la autoridad. Maldita autoridad representada por Vladimir Putin y su régimen autoritario.

Nuevamente el ejemplo de la definición. En el interrogatorio probablemente le preguntaron sobre su afición a rebelarse contra lo establecido, por su familiaridad genética a los nacidos en Georgia que siempre odiarán todo lo que huela a Moscú, por aquellas veces en que desafió el poder y la autoridad que significaba Karpov en los tableros de ajedrez a nivel mundial.

La muerte y la vida se entrelazan en estas dos historias que coincidieron en una misma hoja de periódico. Las casualidades no existen, por lo que probablemente se trata de un mensaje. El limbo dejó de existir porque alguien así lo decidió. La autoridad aplasta a todos los que soñamos con morir y terminar nuestros días en el purgatorio, junto con todos los que habían decidido mandar al diablo tanto a dios como al diablo (valga la redundancia), y soñar que podíamos tener un lugar para nosotros, donde pudiéramos a partir de nuestras propias aspiraciones y construirnos un cielo ad hoc.

Yo quería imaginarme al Limbo como un espacio donde todas las personas suficientemente interesantes como para cuestionar la autoridad de la iglesia, pero a la vez lo suficientemente inteligentes como para no condenarse, estuvieran reunidos ahí. Un final feliz hubiera implicado pasar unos cuantos siglos ahí como alma en pena, platicar con todos los presentes, saber sus puntos de vista, abrir algunas botellas de buen vino y pensar que la vida aquí seguía como si no hubiera pasado nada allá abajo que me hubiera hecho subir. Imaginar que la muerte había sido un invento estúpido de alguien esquizofrénico.

Iglesia y Estado siempre han significado agentes represores de la libertad humana. Desde aquí un abrazo solidario a todos los arrestados en San Petesburgo y Moscú. También a todos los que por obra de un plumazo de Ratzinger ahora tuvieron que tomar sus maletas y empezar a pensar dónde se iban a mudar ¿Sería en el mundo de la eterna obediencia y armonía aburrida del cielo, o en la vida de incomodidades, vecinos haciendo ruidos hasta altas horas de la noche, basura por todos lados y gente estúpida que logró condenarse por no saber cuándo parar su rebeldía?

Creo que nos han quitado una razón para ser buenas personas. Aquí en la Tierra la única opción por disentir es la cárcel. Allá en la Muerte la única opción para los que se atrevan a pensar diferente será el infierno, con todo y sus vecinos incómodos. El Limbo después de todo había sido una buena idea de San Agustín. Estoy pensando dónde estará escogiendo él mudarse, si al cielo o al infierno.

abril 24, 2007

El Pecado de los Revolucionarios del 68

Hubo dos hechos durante los setenta que marcaron definitivamente el destino del grupo que ahora se ostenta como intelectual, y también de sus hijos que ahora comienzan a sobresalir académica o políticamente.

El tema de la monarquía hereditaria en que se ha convertido nuestra clase política e intelectual lo dejaré para un artículo futuro. Hoy quiero hablar de un hecho que muchas veces pecamos por olvido o por comodidad. Tenemos que recordar cómo es que muchos de quienes ahora son los líderes de opinión y los profesores más reconocidos de nuestro país, aquellos que pregonan la democracia y el respeto a las instituciones, quienes se fueron a Stanford, a París, a Chicago a Nueva York y a Berkeley, fueron los mismos que durante los movimientos estudiantiles firmaron un pacto en la Secretaría de Gobernación con el entonces secretario Luis Echeverría.

Al llegar a la presidencia, Echeverría necesitaba un poco de espacio para maniobrar, así que lo primero que hizo fue fomentar que todos los disidentes y críticos se fueran lo más lejos posible de su país, todos los gastos pagados y con seguridad de que al regresar tendrían acceso a las mejores universidades y a los mejores puestos políticos.

Repentinamente nuestro país se vació de cerebros disidentes mientras se construía la ideología trasnochada de los Países del Tercer Mundo, con todas sus nefastas consecuencias que terminaron con la presidencia de López Portillo. Para ese entonces, muchos de los muchachos que aceptaron la "beca" venían regresando con sus flamantes doctorados y posdoctorados. Comenzaron a hacerse los profesores "prestigiados" que hasta la fecha siguen dando su opinión como si nada hubiera sucedido en aquellos primeros años.

Difícil de criticar. Quién de nosotros no hubiera aceptado semejante oportunidad? Cállate y tendrás asegurada tu vida. Traiciona a tu país y te aseguro que cuando vuelvas serás diputado y senador, serás el profesor más prestigiado de la UNAM o del CIDE.

Ahora comienza un nuevo fenómeno mucho más preocupante. Los puestos políticos intelectuales de esos mismos jóvenes que solían soñar con una mejor república, ahora se los comienzan a heredar a sus hijos, algunos hasta a sus nietos, de abuelos que cometieron esta misma traición en los años de Cárdenas.

No es casualidad que ahora tenemos que comenzar a hacer distinciones entre apellidos porque tenemos al padre y al hijo escribiendo y opinando. Ni qué hablar de los políticos que se han vuelto en verdaderas monarquías hereditarias.

El pecado de los revolucionarios ahora lo padecemos. Se han convertido en los mejores defensores del estatus quo. Antes gritaban, hoy los callan con elegantes cenas en Polanco. Antes pintaban paredes, hoy firman acuerdos. Antes eran revolucionarios, hoy son cerdos que aprendieron a beber whisky y a caminar en dos patas.

abril 21, 2007

Necesitamos más héroes

No estamos acostumbrados a ver héroes por las calles, por lo que por lo general tendemos a pensar mal unas quince veces antes de aceptarlo. Así somos, así soy. Quizás no escribí este recado antes porque estaba esperando a que se dieran a conocer más evidencias del caso.

El asunto se dio a conocer así. Alrededor de las siete y media de la mañana del jueves tomó protesta el nuevo jefe de la policía de San Nicolás, justo cuando unos minutos después se escucharon algunas detonaciones de armas en el segundo piso de la comandancia.

Las primeras investigaciones mostraron que había habido un doble asesinato, una doble ejecución, y que un tercero luchaba por su vida en el hospital Oca de la ciudad de Monterrey. Unos días después comenzaron las hipótesis, especialmente por un recado que traía en la ropa uno de los policías donde denunciaba a varios de sus jefes inmediatos que según nota de Milenio
ahora se encuentran detenidos para investigación.

El rumor que ahora ronda en la prensa es que uno de los policías ahora muertos, Gabriel Rangel, mató a uno de sus compañeros e intentó matar a otro antes de quitarse la vida. Antes de quitarse la vida. Yo quiero imaginarme cómo una persona como ese policía que está arriesgando su vida para denunciar la colusión de la policía de San Nicolás Nuevo León con los Zetas va a pensar en quitarse la vida, justo cuando está denunciando a policías y asesinos trabajando para el mismo bando. Justo cuando su familia más lo iba a necesitar.

Quiero pensar que las investigaciones periciales tienen más objetividad que mi simple opinión, pero para mí algo no encaja muy suavemente en esta historia.

Yo me imagino que Gabriel Rangel, ahora policía muerto y un valeroso policía como los que ahora nos hacen mucha falta, decidió arriesgar su vida y dar a conocer la vergonzosa alianza que le estaba costando la vida a sus compañeros policías todos los días en las calles, ya sean de este municipio, del de Monterrey, Guadalupe, Santa Catarina o San Pedro. No afirmo que todos los caídos sean héroes pues no vendría al caso, sencillamente menciono que hay historias que parece que no quieren ser contadas.

Quiero pensar que esta es la historia de un héroe que pensó que era momento de abrir la boca, de tomar un lápiz y escribir una nota. Que sus "compañeros" se percataron de lo que iba a hacer y se armó una balacera entre ellos. También que hubo otros involucrados que luego decidieron cerrar la boca y hacer parecer todo como que había sido un suicidio posterior a su homicidio.

Si esta historia la multiplicáramos por diez mil, el crimen organizado habría desaparecido de nuestro país y de nuestra región. Señora Rosa viuda de Rangel. Me quito el sombrero por su esposo. Definitivamente necesitamos más héroes como él. Gente que decide que el silencio es nuestro peor enemigo, no tanto los cobardes de los Zetas que siempre atacan en grupo.

El Tren

// Una disculpa a mis amables lectores, pero he andado algo ocupado en otras cuestiones. Publico el artículo de esta semana que apareció en el SextoPiso y espero pronto poderles escribir cosas interesantes//


Hace dos años Elena Poniatowska publicó un libro que pasó con más pena que gloria, salvo los apasionados con el tema de los movimientos sociales que encontraron un reflejo emocionante en esas páginas. El Tren Pasa Primero fue criticado desde el principio más por el activismo político de la renombrada escritora en ese y el siguiente año, que por la calidad y el contenido de su obra. El apasionamiento entre López Obrador y Calderón manchó un libro que habría generado debates intelectuales más profundos si ese velo no hubiera sido tan grueso sobre nuestros ojos. Ahora intento rescatarlo para mencionar algunos de los aspectos que más me hicieron pensar, y que provocaron no una, sino varias acaloradas discusiones con mi padre en las vacaciones de Navidad sobre el fracaso del sistema carretero y de transportación en México, pero principalmente sobre la viabilidad de abandonar el auto y pensar en el tren.

La discusión después de algunas bebidas embriagantes comenzaba con mi idea importada de este libro sobre la tontería que había sido abandonar el sistema ferroviario a su suerte y perdición justo después de la revolución. El entusiasmo que estaba provocando a nivel mundial el diseño y producción en serie del modelo T1 de la Ford hizo que Latinoamérica y en particular México dejaran su eficiente sistema de trenes para abalanzarse a comprar los autos de moda y construir carreteras. Era tan bueno nuestro sistema de trenes que incluso había logrado mantener a Francisco Villa muchos más años de los que hubiera sobrevivido sin los ferrocarriles.

Quizá fue esa mala experiencia la que provocó que los generales triunfadores se avocaran a construir carreteras cuando la amplia mayoría de la población no tendría oportunidad de comprarse un modelo de combustión interna hasta muchas décadas después. La transportación se volvió un privilegio para unos cuantos hasta que finalmente el uso del automóvil se democratizó. Pero con esta solución llegó el problema todavía más grave de congestionamiento vial. Largas filas que cruzaban las arterias otrora tranquilas de la Ciudad de México generaban problemas de contaminación que hasta la fecha no hemos podido solucionar.

El acceso limitado de los pobres al transporte particular que se había vuelto en la razón de ser y de trabajar para muchos mexicanos (trabajamos para pagar las letras del carro), obligó a que se pensara en el transporte público. Así los camiones destartalados y en pésimas condiciones de seguridad comenzaron a sumarse a la enorme cantidad de automóviles que ya invadían las aceras de todas las ciudades. Una de las imágenes más interesantes de esta nueva situación es ir viendo cómo los camiones se detienen y avanzan, se detienen y avanzan en una danza de alimentación y defecación de seres humanos. Comen y cagan gente a medida que van avanzando, liberan cantidades impresionantes de humo negro como si fueran sus propios gases de la digestión. Lo más interesante de todo esto es que una vez defecadas, esas mismas personas continúan por su propio pie su camino, como si los jugos gástricos del camión no hubieran hecho sobre ellos ningún efecto.

La consecuencia de todo esto es que entramos a una carrera imposible de ganar ¿Qué hace el gobierno para solucionar el tráfico? Construye más calles, más pasos a desnivel, más carriles en las carreteras ¿Qué hacemos nosotros? Compramos más y más carros. A medida que las vías se vuelven más amplias, ésta será una invitación para que se vuelvan irremediablemente más densas. Lo que antes era una tranquila calle de colonia, de un momento a otro se vuelve un torrente de automóviles que persiguen su indomable afán por llenar esas calles, por llegar más rápido, por violentar el ambiente con sus bufidos.

La solución hubiera sido (y todavía puede ser) el desarrollo de un sistema ferroviario de primer nivel, esa ha sido la tendencia en países europeos y asiáticos. Trenes de pasajeros y de carga. Desincentivar el uso del automóvil a través de menos inversión en carreteras y calles. Se tiene que invertir el proceso de automovilización hacia uno más eficiente que implique el uso masivo de los trenes. Haber abandonado ese proceso ha tenido costos ambientales, económicos y sociales incuantificables. Nada más es cosa de ver las nubes que ahora adornan nuestras grandes ciudades y a las cuales cada vez nos acostumbramos más. Las enfermedades respiratorias y digestivas. Todo por el gusto de tener nuestro carrito. Ya mencioné aquí lo esclavizante que resulta estar pagando un producto de ese precio, sólo porque no tenemos otra alternativa. Intentemos utilizar el servicio público de transporte todos al mismo tiempo para así provocar que éste mejore.

Irónicamente la solución al problema de la transportación se ha vuelto en el principal problema para transportarnos rápidamente. Las horas pico se vuelven cada vez más amplias, casi hasta abarcar la totalidad del día. A los afortunados que nos quedamos en la ciudad en estas vacaciones pudimos disfrutar de algo que hacía mucho no sentíamos: llegar a nuestros destinos en pocos minutos, disfrutar el viaje y no sufrirlo. Esto se volverá cada vez más escaso a medida que sigamos invirtiendo en caminos para automóviles. La mejor razón para no abandonarlo es la dependencia económica que tenemos particularmente con la industria del automóvil. Buena razón, pero mejor sería pensar en desarrollar una industria del ferrocarril donde aprovecharíamos las reservas de metal para construir las vías, y la mano de obra para diseñar las maquinarias.

Vallejo, el líder de los ferrocarrileros en pluma de Poniatowska nos informaba de esta provocación del Estado para sabotear al sistema ferroviario. Pudo haber sido un movimiento deliberado o simplemente la falta de visión de nuestros gobernantes anteriores. El resultado ahora lo podemos ver pero en nosotros está una parte de la solución.

Reformar nuestro sistema de transporte, recuperar al tren, inclinarse por el transporte público ecológico, dejar nuestro auto estacionado y caminar, andar en bicicleta. Caminar. Recordar que somos seres motrices y no nacimos con un apéndice de cuatro llantas y 10,000 pesos anuales de tenencia. Te invito a que pensemos en alternativas para trasladarnos.

abril 15, 2007

El Unicornio y el Rinoceronte

Publicado originalmente en el SextoPiso

Nos cuenta Umberto Eco(1) que cuando Alejandro Magno vio por primera vez a un rinoceronte en sus viajes por el norte de África, no tuvo palabras para describirlo, especialmente porque en su mundo, en su universo de cosas conocidas, no existía dicha bestia. Para poder explicarlo en una carta tuvo que hacerse de comparaciones cercanas a su vida. Así dijo que el animal que se había encontrado era como un unicornio pero sin alas, y más fuerte. Tampoco poseía el color blanco de los corceles de la mitología griega. En realidad lo único que era similar entre el unicornio y el rinoceronte era el cuerno, aunque éste se encontraba en la nariz en uno, y en la frente en el otro.

El mismo unicornio fue descrito por los atenienses como un “animal pequeño, muy semejante al caballo con un cuerno en su frente, patas de antílope, cola de león y barba de chivo”(2) dejándonos poco espacio a la imaginación y sí a una descripción muy cercana a las fantasías de Mary Shelley.

Cuando miramos a un ser humano también tendemos a caer en esas descripciones torpes para intentar comprendernos a nosotros mismos y al entorno que nos rodea. Buscamos retazos de nuestra propia experiencia para intentar comprender lo que tenemos enfrente. El interesante relato que nos regaló la semana pasada Mauricio(3) me puso a reflexionar sobre lo que entendemos y sobre lo que no. Difícilmente sale de nuestra boca un “no entiendo”. En cambio preferimos hundirnos en las nubes de la ignorancia prepotente al tratar de entender sobre nuestros limitados conocimientos. Fingimos que sí captamos el mensaje, y luego que rodeando a los demás con nuestra ignorancia disfrazada, le damos vuelta a la hoja. Nos olvidamos de la bochornosa experiencia que significó ese instante en el que supimos que no sabíamos, para luego encubrirnos en una sabiduría falaz.

La percepción es una de las armas más poderosas con las que cuenta el ser humano pues nos permite defendernos, tener información sobre lo que está pasando a nuestro alrededor más inmediato; el círculo rojo de la supervivencia. Saber que tengo frente a mí a un rinoceronte furioso y no a un unicornio que quiere llevarme al Monte Olimpo me permitirá hacerme a un lado, intentar buscar refugio y mantenerme lo más alejado posible de él la próxima vez que lo vea.

Otra arma que el ser humano tiene para defenderse o para agredir a otros es la confusión. Engañar a la percepción resulta muy sencillo, y es una de las formas más fáciles que tenemos para pasar como alguien que no somos. El mundo de las pretensiones, de las mentiras, de las suposiciones y de los encandilamientos. Uno se sube a un elevador de un prestigiado corporativo del centro de la ciudad y lo primero de lo que se percatará será el sonido alegre que despiden las bocinas. Música suave que nos transporta a otro mundo, a un momento de nuestra vida un poco más feliz de lo que es ahora y aquí. También así cuando hacemos una llamada e irremediablemente nos enviarán a esas músicas parsimoniosas que nos harán olvidar los minutos que nos hagan esperar. Al momento que la persona a la que buscábamos nos conteste no podremos estar más contentos pues estuvimos disfrutando de una encantadora melodía de nuestra adolescencia que ya se fue, pero que por unos segundos estuvo entre nosotros preguntándonos cómo nos iba.

Cuando describimos algo lo que hacemos es un ejercicio de discriminación o de inclusión. Para entender la oscuridad tuvimos que haber experimentado la luz alguna vez en nuestras vidas. Así cuando pensamos en nuestra persona tuvimos que haber siquiera imaginado cómo es un ser humano. Si no, tendremos una noción muy extraña de nuestro propio ser. Algo similar le sucede a un perro grande y torpe que convive únicamente con uno pequeño durante toda su vida. Cuando intenta convivir con personas, el perro grande hará movimientos y acciones similares a las que le ha visto hacer al perro pequeño. Para nosotros resultará muy cómico su actuar, pero para él será algo completamente normal. Podemos afirmar que somos seres que imitamos lo que a nuestro alrededor vemos, y tiene mucho que ver con lo que percibe nuestra mente.

Somos en función de lo que hemos experimentado. Entendemos el mundo sólo en la medida de lo que hemos vivido. Sufrimos sólo si nos percatamos que hemos perdido algo. Si ni siquiera sabíamos que lo teníamos, la pérdida no significará nada para nuestros corazones. Cuando el hombre se miró en el espejo después de que el barbero lo había despuntado, no tuvo más imagen que su propia consciencia, sus propios actos, toda la lista de acciones que lo habían llevado hasta esa barbería que le había recomendado un amigo del que nunca supimos su nombre.

Cuando la silla giró hacia el espejo tuvo frente a sí al rinoceronte y no pudo reconocerlo. Comenzó entonces el interesante ejercicio de su mente para tomar retazos de aquí y de allá hasta que armó algo más o menos reconocible. El ser humano hace eso todos los días. Se engaña o es engañado. Percibe a medias pero su mente hace un ejercicio de complementación. El mundo que percibimos en realidad sólo existe en nuestra imaginación y la realidad ni siquiera hemos tenido el valor de enfrentarla. Seguimos inventándonos cuentos para no parecer tan estúpidos como realmente somos.


1 Eco, Umberto (1999) “Kant y el Ornitorrinco”. Editorial Lumen. Barcelona
2 Conciencia Animal: El Unicornio
http://www.conciencia-animal.cl/paginas/temas/articulo/686/los-unicornios/
3 El Sexto Piso. Habitación de Mauricio Aguilar. Semana del 2 al 8 de Abril. “La Barbería” http://www.elsextopiso.com Disponible en archivo o a solicitud al autor.

abril 11, 2007

El Plan Puebla Panamá


Bonita semana se llevó Felipe Calderón por el triunfo mediático que significó la firma del re-re-reciclado Plan Puebla Panamá en la que AHORA sí! hay acuerdos de buena voluntad entre los países miembros.

Muchos de los analistas que he leído comentan lo obvio. Es un proyecto regional para contraponerse a Hugo Chávez y su plan bolivariano para América Latina justamente con la misma medicina que había estado recetando el caribeño (petróleo), y casualmente en el discurso inaugural citando a Simón Bolivar (y a Octavio Paz para darle un toque más intelectual, de paso mostrándole a Vicente Fox que o él sí sabe de literatura o al menos tiene mejores asistentes de discursos).

Otros han dicho que se trata de un intento por rebasar al sindicato de PEMEX en un acuerdo que le permitirá a México "vender" barriles a Guatemala para que allá los refine una empresa estadounidense, china o hindú. El Artículo 27 y 28 constitucional respetado, pero vámonos a poner ya serios en este asunto del petróleo que no puede seguir así. O al menos eso es lo que dice Carstens, me declaro ignorante del asunto de las reservas. Algunos dicen que deliberadamente se ha venido quebrando PEMEX para privatizarla barata, otros dicen que de plano esta gallina ya dio los huevos que tenía que dar y es hora de venderla por piezas (o ambas podrían ser, no?)

La verdad es que este acuerdo regional tiene más años creo que los que yo tengo. Es un intento por quebrar la separación geográfica que existe naturalmente entre América del Norte y América del Sur. El pequeño cordón umbilical que nos une no ha sido potenciado en su totalidad. Sin embargo aquí las voces disidentes hablan de un plan para construir infraestructura que permita extraer (saquear) los recursos naturales tan preciados de las selvas centroamericanas, y también meterle fastrack a la invasión occidental de los territorios vírgenes de Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo (los baby boomers se siguen retirando, pues. Quieren casitas junto a la playa con carreteras y aeropuertos que los puedan sacar rápido de ahí cuando de un infarto se trate). La falso dilema entre progreso y preservación una vez más visto en su total esplendor.

Finalmente el asunto de la seguridad tiene mucho que ver, y aquí se puede ver la mano de Estados Unidos. Los Maras y el tráfico de drogas se encuentra incontrolable en esos pasos en donde resulta muy difícil accesar. El PPP también es de seguridad regional. Tanto por el lado de desarrollo para desincentivar que los jóvenes entren en la delincuencia, como por el lado de tener infraestructura para una rápida reacción (léase, rápida invasión)

El PPP probablemente se convierta únicamente en un buen pretexto para sacarle la vuelta a PEMEX. Del resto de los objetivos no tengo mucha certeza. La ausencia de Chávez y Ortega (de Nicaragua) nos hablan de que efectivamente será leído como una provocación al plan Bolivariano. Aquí también se puede oler la presencia de Espino y su clan democristiano latinoamericano. El PPP puede ser su mejor estandarte.

abril 08, 2007

Las librerías en México son una porquería

Sí, tal como lo digo. Si alguien conoce una buena excepción hágamelo saber porque a cuanta librería he ido en los últimos años me encuentro con las mismas respuestas una y otra vez. No lo tenemos, no lo tenemos, No, No está, Está agotado, Puede mandarlo pedir si quiere, No lo tenemos.

La lista se vuelve larga e interminable. Mi ánimo a ir por librerías cada vez es menor ante la respuesta que ya se me darán. Las librerías se han llenado de títulos vacíos y estúpidos. Las librerías son una porquería. Si no se está buscando las novelitas de García Márquez (con todo y su última versión conmemorativa de los cien años), si no se está buscando la última patética versión de Jordi Rosado en su incursión al mundo seudoliterario, si no se está buscando la biografía autorizada del activista de provida de Chespirito, si no se está buscando cómo ser millonario en diez días y con diez fáciles pasos que además le regresarán el goce sexual que perdió hace 20 años cuando perdió su potencial viril, entonces no le busque.

Y no le busques, así sea en la supuestamente muy completa de la Ghandi, o la Porrúa, o el Fondo de Cultura. La respuesta ha sido la misma. No lo tenemos. Si éstas que deberían ser las librerías especializadas también han apostado por la literatura basura, y vaciado sus estantes de aquellos libros que las diferenciaban de la Sanborns y de las demás librerías basura, entonces ya no hay dónde buscar.

Las opciones por Internet también se limitan a la poca afluencia de editorialistas a vender su producto en línea. También lo que uno puede encontrar son los mismos títulos sobre Isabel Allende, Vargas Llosa y su aburrida prosa pasada de moda.

La literatura se está muriendo en México y en Latinoamérica porque ya no existe dónde pueda uno comprar un buen libro ¿Cuándo fue la última vez que encontré uno? Creo que desde Cortazar no ha nacido un buen escritor en nuestro subcontinente.

Ir a una librearía en México hoy es como irse a meter a un puesto de revistas donde surten TvNovelas, Selecciones y Condorito. La única diferencia es que los libros son más largos y no tienen fotos. Peor para ellos. Y peor para nosotros que tenemos que soportarlos.

abril 06, 2007

Los 15 Británicos


Ahora que llegaron a Inglaterra afirman haber sido víctimas de presión psicológica cuando estando allá afirmaban que eran bien tratados. Los prisioneros de guerra por lo general quedan atrapados entre dos vallas que los confrontan a declarar la virtud tantos de los captores en un momento dado, como de los rescatadores al final del secuestro.

Resultaría imposible decir quién tiene la razón pero Amadinejad mantuvo con vida a las 15 personas que habían invadido su territorio (también hay la versión que todo fue invento, pero a quién creerle).

La crisis fue resuelta sin mayores problemas. Dicen que lo que no se sabe es qué ofreció Inglaterra a cambio de desactivar esa última bomba que probablemente hubiera enviado a Blair a la lona (o lo hubiera alzado como nunca antes, quizá).

Quedará pendiente saber si esto es el fin de la crisis Irán-EU/UK, o apenas el comienzo de muchas otras guerras que vendrán. Algo que resulta evidente es que Irán se está preparando para la guerra, al mismo tiempo que Estados Unidos y su fiel compañero se encuentran completamente desgastados, ante la posibilidad de perder las elecciones o el puesto respectivamente, y con una presión social en sus casas cada vez mayor. Amadinejad no tiene nada qué perder mientras que siga teniendo el irrestricto apoyo de Moscú y Pekín al mejor estilo de la guerra fría. También es evidente que el apoyo de Irán a la guerrilla chiíta en Irak ha sido la causa de cientos de muertes de soldados estadounidenses en los últimos dos años por lo menos.

Los 15 soldados británicos iba a ser el polvorín de una guerra de gran escala, muy al estilo del archiduque serbio Francisco Fernando que provocó una confrontación mayor en 1914, y un reacomodo mayor de los contrapesos de poder en el mundo.

Estos señores iban a pasar a la historia universal. En cambio hoy quizá sea su última aparición mediática. Que la disfruten diciendo mentiras desde Londres, con un Martini Seco "Shaked, not Stirred".

abril 05, 2007

Filantropía Bien

(Publicado en SextoPiso)

Una de las cosas que más me gustan del ser humano es su deseo por ayudar no tanto por la acción de hacerlo sino por el reconocimiento que viene implícito. Vivimos en una sociedad que premia la misericordia y la pusilánime emoción de ayudar al otro. Herencia del cristianismo que en estos días que pasan celebraremos, el ser humano se realiza al servicio del otro. Descubrimos nuestra existencia a través del ofrecer, del hacer el bien sin mirar a quién cuando lo que más deseamos al hacerlo es que alguien nos dé una palmadita por nuestra hazaña.

Por estas tierras regiomontanas una de las principales atracciones para “los hijos bien” que se pasean por las universidades privadas de la región es ir a visitar a los Tarahumaras a la sierra de Chihuahua una vez al año. Así, la petición es sacrificar tus vacaciones de Semana Santa para ofrecérselas a Dios. Antes de esto muy probablemente te invitaron a varios retiros espirituales donde al calor de una fogata te hacen descubrir lo miserable que eres con tus padres, con tus hermanos, amigos y con tu comunidad. Eres una basura tan grande que no mereces vivir, pero Dios es tan grande y tan misericordioso que te permite hacerlo, con todo y que lo hagas en pecado. Después de varias horas de llorar sales convencido de que tu vida tiene una misión.

Unas semanas después te avisan que ya es momento de cumplir con todo aquello que prometiste entre lágrimas y mocos, que es el momento de servir para algo después de una vida de perdición con tus fiestas, alcohol, mujeres, niñas bien y no tan bien, carros, viajes. Es momento de ir con los tarahumaras para demostrarles tu amor y el amor que tienes por Dios. Pasarás unos días a su lado, siendo el hombre o mujer más feliz del mundo, hablándoles de las ventajas del mundo civilizado, sin bañarte, comiendo dos veces al día, aprendiendo de ellos (aprendiendo tanto que se te olvidará en cuanto te subas al camión y te enjugues las últimas lágrimas de tus ojos), dándoles catecismo y toda esa historia de alguien que dio su vida por nosotros y que por eso tenemos que ser buenos y amarnos todos.

Regresarás a la ciudad y habrás cumplido en unos cuantos días con tu Servicio Social. Hiciste algo de tanto provecho para el país que inmediatamente te dispensa el resto de las 500 horas de servicio social, diste una semana de tu vida en las montañas heladas de Chihuahua, hablando con gente que cada año ya espera a la horda de estudiantes bien que sólo vienen para sentirse bien con ellos mismos. Ya saben que con ellos vendrá comida y ropa que urgentemente necesitan, y que vendrán una serie de tontas actividades en donde buscarán encontrar algo en común. Dos mundos diferentes sonriéndose ambos por conveniencia. Después acabará la actividad y ellos volverán a ser los olvidados de todos, muriendo como si fueran bestias en tierras que nadie visita salvo que tenga algunos asuntos de tráfico con el país vecino.

El ser humano es tan bello que se presta para estas actividades. Se presta a fingir su humanidad y su amor al prójimo cuando en realidad la naturaleza del ser humano dista mucho de estas características. Durante la Grecia Clásica había algo llamado Daimon a lo que todos honraban y temían. Era la fuerza que cada ser humano tiene para hacer mucho más de lo que podría sin su ayuda. Algunos tenían un daimon bueno, otros uno malo, eso era cuestión de suerte. Ese ente obligaba a las personas a apasionarse, a enamorarse, a matar, a sentir, a vivir, a ser hombres y mujeres en toda la extensión de la palabra.

Las personas intentaron durante muchos años y particularmente durante el apogeo del cristianismo en la Baja Edad Media desprenderse de todo lo que fuera humano, para así evitar la tentación que significaba su naturaleza. Serlo era perverso. Había que aspirar a lo divino fingiendo que nuestros deseos no existían. El egoísmo, la maldad, la pasión, todo aquello que normalmente nos definiría había que rechazarlo. Fornicar se volvió en lo peor que un ser humano podía hacer, pero al mismo tiempo era lo único que garantizaba nuestra permanencia en este mundo. La doble moral en todos los aspectos de la vida para así poder garantizar nuestra humanidad y nuestra aspiración divina. Si no se hace así, se es una persona perversa, ignominiosa, no digna de ser. Y sin embargo era.

Durante una semana el Servicio Social Bien significa la máxima negación del ser humano, significa pretender una actitud apostólica hueca y llena de pretensiones infames. Soy mejor que tú porque me presto a venir hasta tu sierra, hasta tu pueblo polvoriento, a mostrarte que Dios me ama pero a ti no.

Entonces nos sentamos en sus mesas, comemos sus comidas, les enseñamos todo lo que podemos ser y hacer allá, y todo lo que ellos nunca podrán ser. Fingir que nuestro daimon se encuentra tan dormido que podemos ignorarlo, que podemos fingir que se encuentra en nuestros corazones. Como dijera Nietzsche, lo más patético del ser humano es que quiera renegar de la única pasión que lo mantiene vivo, y esa es la que lo hace ser persona.

abril 04, 2007

Desconexión

No hay nada más cercano a la teoría conductista que mirar a un ser humano actuar. Su persona, su forma de ser, sus reacciones, todo está encaminado a reflejar una pequeña parte de la comunidad en la que se desarrolla.

Hay cierta predisposición natural de las personas para obedecer, para hacer lo que es correcto, para continuar una pauta sobre la cual se les ha indicado anteriormente. No hacerlo implica una carga de confusión y exceso de atención de parte del resto del grupo. Se vuelve la persona en un rebelde, en un radical, en un individuo digno de preocupación.

Sin embargo existen personas que no asumen el papel que les corresponde y tratan de entender qué es lo que está sucediendo a su alrededor. Por lo general son muy pocas, y por lo general son tachadas de desquiciadas, locas, esquizofrénicas. Los que se cuestionan tienden a no entender plenamente qué es lo que hacen en este mundo, por lo tanto dejan de "funcionar".

El vacío al que son enfrentados estos individuos los obliga a reflexionar. Probablemente no llegan a desarrollar sus habilidades comunicativas, por lo que rápidamente son también discriminados como tontos, o con "capacidades diferentes" como se ha puesto de moda llamarlos. Su aislamiento los traslada al desarrollo de un rencor hacia la humanidad que se vuelve en el mejor motor para criticarla.

Tenemos la muy mala costumbre de no escuchar a los esquizofrénicos, cuando son ellos los que tienen muchas de las respuestas que ahora ni siquiera nos preocupamos por buscar.

La persona desconectada se enfila hacia la perdición y probablemente hacia el suicidio. Su vida será un camino tortuoso de desentendimiento, burla, aislamiento, confinación y finalmente muerte, la tranquila muerte que deja todo el pesar a un lado. Es una bendición cuando estas personas se atreven a escribir porque son por lo general quienes tienen las ideas más brillantes, las que trascienden y pasan a la historia como las reflexiones que verdaderamente criticaron a la sociedad en las que vivieron.

Pinturas, obras de teatro, ensayos, críticias férreas, vidas lanzadas a la hoguera por herejía. Todo eso son los seres humanos que son tan grandes que ni siquiera supieron cómo comunicarse con nosotros. Deberíamos ser nosotros, los que aprendamos a escucharlos. Están a nuestro alrededor y son por lo general aquéllos que no se relacionan prácticamente con nadie.

En nuestra sociedad premiamos la inteligencia social, aquélla del individuo que aprende a relacionarse activamente con todos y se vuelve un líder. Un líder, sin embargo por lo general no tiene la capacidad de reflexionar, que debería ser más valorada por nuestra sociedad. No lo es y no pretendo que esto cambie. Sencillamente expongo el desperdicio que hacemos en este momento.

El ser humano desconectado tiene tanta inteligencia que ha preferido alejarse de tanta estupidez que le rodea. Patéticos hombres que no saben comprender su existencia.

abril 03, 2007

matando zetas

Este video es una versión censurada del que se supo ayer se difundió a través del portal YouTube.

La versión completa fue eliminada por ser inapropiada. Contenía la decapitación de estos Zetas. La información que señalan es impresionante, no tanto por lo nombres de los judiciales involucrados que probablemente no nos digan nada nuevo, sino la prueba de que policías y delincuentes son una misma "empresa". Policías hipócritas.

Repito: Este video no contiene violencia, sólo la confesión.