julio 30, 2010

Agenda de apuntes latinoamericanos

Un buen amigo y colega politólogo acaba de iniciarse en esto de los blogs. Los invito a que visiten su sitio, lo pueden encontrar en la lista de "One Stop Blogging" de la derecha.

Felicidades, Carlos.

julio 29, 2010

Enamorados de nuestros narcos

La verdad es que nos gusta vivir así. Nos emociona ver en los periódicos y noticias las últimas notas sobre los sicarios que rafaguearon en tal o cual calle, entre más transitadas mejor. Nos volvemos locos de la envidia ante la última prueba del gobernador que usó los fondos públicos para promover a su favorito (y ganó), o qué decir de aquél que estaba encargado de los proyectos estratégicos del Estado, y que tanto se robó que las obras se las llevó el huracán, pero hoy nadie se acuerda de cuando él estaba al frente. Cuando la cervecera mitad holandesa y mitad hija de puta nos anuncia que con todo y los riesgos naturales y el impacto social, su capricho es que el estadio se haga ahí donde ella había dicho, no hacemos más que gritar de la euforia. Pensamos que apoyar a la cervecería y a su proyecto es como tatuarnos el logo de los Rayados en el pecho.

O esto es verdad o no entiendo cómo explicar lo que veo todos los días. Nuestros gobernantes siguen ganando elecciones con amplios márgenes. Si el partido político se burló bufónamente de nuestra confianza, no importa. En un descuido el que llega se acuerda que estuvimos juntos en la facultad y me da chamba o al menos me deja comprar ese terreno en zona protegida para construir mi casa de cuatro pisos y alberca. Nuestros medios de comunicación siguen haciendo negocios redondos con nuestro morbo por ver las notas rojas cada vez con más fotos y videos que no dejan escapar un milímetro de la acción. Entre más masa encefálica quede expuesta mejor, pues más visitas habrá y más comentarios contra el gobernador tendrá. Nuestros agentes de tránsito siguen cobrando en la nómina de los zetas, pero cuando nos detienen por pasarnos un alto hasta de usted les hablamos mientras les pedimos nos echen la mano. O cómo explicar que ante las amenazas del líder de la CTM de que le guste a quien le guste, él volverá a ocupar el lecho del Río Santa Catarina para sus puesteros ilegales, no hay una reacción por parte de los organismos intermedios o de los de la sociedad civil. Nada más es cuestión de meses para que los volvamos a ver como si nada hubiera pasado.

O nos gusta la mala vida y los placeres que ésta conlleva, o no me explico el comportamiento del mexicano. Yo no me trago ese cuento del ciudadano desencantado que es prisionero de los grupos de presión y de la delincuencia. Para que estas cosas sucedan se necesita de dos tipos de persona: la que abusa y la que disfruta de las migajas de ese abuso. Víctimas no hay en este cuento, pues habría más reacciones por parte nuestra.

La única explicación que se me ocurre es que esta vida nos deja algún tipo de beneficio. Nos encanta que el perfil del político corrupto porque en él vemos reflejadas nuestras más oscuras aspiraciones. Vemos con amor y seguimos con precisión los relatos y las aventuras de nuestros nuevos héroes nacionales, llamados por la prensa como sicarios, miembros del crimen organizado o narcotraficantes. Nos sabemos con memoria fotográfica sus nombres, apellidos, corridos y a qué autoridades tiene en la palma de su mano, su valentía nos llena de orgullo. Si las empresas televisoras, telefónicas y de transporte abusan de sus clientes, nos quejamos pero no dejamos de consumirles porque somos adictos a la drogacola y ni qué decir a la novela de las cuatro donde sale el papucho en turno. Vociferamos contra Elba Esther porque nos tiene jodidos como nación, pero tan pronto salgo de la escuela normal ya estoy aplicando para entrar al sindicato, o si tengo palancas, heredar la plaza no me causa ningún conflicto, al contrario.

Cuando lloramos por lo mal que está nuestro país sólo lo hacemos para encontrar en el otro un comentario similar que vaya alimentando nuestra cómoda posición. Si, es que los políticos, los del sindicato, los empresarios, los delincuentes; por eso el país no puede avanzar. Y así podemos seguir justificando nuestra propia mediocridad como personas, nuestra falta de acción. El mundo conspira, por eso es mejor seguir pasando la vida en este mundo de caricatura que todos alimentamos.

Nos gusta estar así porque hacer las cosas bien implicaría el doble de esfuerzo ¿quién le quiere entrar? ¿quién quiere romper estos nudos y vericuetos que tantas ganancias nos dejan? Mejor no le muevas mucho. Si el país sigue funcionando, para qué le buscamos.

julio 23, 2010

Nuevo Laredo no existe

La mañana del viernes escuchaba a Carmen Aristegui relatar la situación en Nuevo Laredo, ésa que todos menos los que la están sufriendo debemos aceptar a través de los rumores. Se disculpó públicamente porque, dice, los corresponsables de MVS y sus fuentes ya no quieren relatar lo que está pasando en la ciudad. A partir de eso, lo que sucede debe construirse a partir de rumores que no son confirmados ni desmentidos por la autoridad.

La labor de comunicar se vuelve caótica cuando los grupos están más interesados en perjudicar los canales. Supongo que quienes apuestan a esto tienen como objetivo que la falta de información alimente rumores catastróficos que de cualquier manera no podemos saber si son ciertos o no.

El martes teníamos un muy interesante debate en el programa de radio. Una de las chicas que nos acompaña citó a Naomi Klein y su doctrina del Shock. Destaco esto porque uno de sus elementos explicativos es muy contundente, y así lo dije al aire: el miedo no te permite pensar. Si alguien te desorienta lo suficiente como para que estés más preocupado por sobrevivir que por el resto de tus necesidades e intereses, entonces aquél que propició esa confusión estará en posibilidades de tomar ventaja suficiente sobre ti. El miedo aturde, y en el miedo se puede operar con mayor libertad.

Enfrentarnos todos los días a la pregunta de qué tan graves están las cosas en el noreste del país nos obliga a tomar una decisión sobre al menos dos posibles opciones. Ignorar el mensaje y seguir con nuestras vidas como si nada estuviera sucediendo, o tomarlo y buscar el encierro seguro en nuestros hogares, limitar nuestras excursiones a lo estrictamente necesario y contemplar detrás de la ventana cómo vamos perdiendo nuestras ciudades y vidas.

Cualquiera de las dos opciones nos enfrenta con una realidad terrible. Ignorar el peligro parece antinatural, pero asumirlo también nos pervierte de nuestra humanidad. Actividades tan simples como ir a trabajar o comer con los amigos se vuelven decisiones de vida. Los espacios o mundos de vida como los llamaba Habermas se trastocan al grado que debemos pedir permiso a nuestra conciencia para siquiera atrevernos a dejarnos ver.

Los medios podrían cumplir con una función estabilizadora de esta situación paranoica, sin embargo parece que han sido víctimas de la misma indecisión y de los mismos fantasmas ¿Salir y hacer como que nada pasa o tomar el micrófono para relatar todo con el riesgo de perder la vida? Los medios tienen una tercera opción que es la que parece asumen la mayoría de ellos. Dejar de hacer. Cuando dejan de hacer desaparece su razón de ser. Entonces sólo se vuelven masas inútiles y asustadizas. Nuestra capacidad para comunicar o para recibir información se encuentra pervertida tanto desde la fuente como desde los multiplicadores.

La disculpa de Carmen refleja no sólo la preocupación de una comunicadora que se da cuenta de esta situación, sino también su incapacidad para imaginar una solución. Sin corresponsales, Nuevo Laredo hoy sólo existe por los rumores que se desprenden de las redes sociales. Y así, el miedo se multiplica.

julio 09, 2010

La coalición necesitará a López Obrador

Interesante momento de reflexión para la izquierda mexicana. Mientras más avanzan hacia la indefinición de sus paquetes ideológicos, más encuentran oportunidades para acceder al poder. Pareciera que el paradigma se encuentra entre abandonarse para ganar, o perder para poder seguir existiendo.

El pacto entre Ebrard y López Obrador está roto después de los triunfos de la coalición en Puebla, Sinaloa, Oaxaca y presumiblemente Durango después de las impugnaciones y veredictos correspondientes. López Obrador apostaba a un fracaso rotundo para así poder recuperar al PRD, sin embargo las cosas no le salieron como pensaba. El triunfo ha fortalecido a Jesús Ortega y a Camacho Solís.

Parece natural que la coalición permita la llegada de Josefina Vázquez Mota al Estado de México al tiempo que Marcelo Ebrard se convierte en el abanderado para la presidencia, no sólo apoyado por el PAN y el PRD, sino también por el Nueva Alianza por la excelente relación que ha mantenido Camacho Solís con la maestra desde principios de los noventa, y porque el mismo Ebrard también trabajó en varias ocasiones para la lideresa del SNTE antes de ganar la jefatura de gobierno.

Pareciera entonces natural que la izquierda pueda despreciar el puritanismo de López Obrador y lanzarse con todo por el Estado de México y luego la presidencia. A final de cuentas el mismo Convergencia tendrá que dejar a un lado sus aventuras amorosas con el tabasqueño a cambio de una buena tajada del pastel. Sin embargo no puede perderse de vista un elemento importantísimo. A la toma de posesión de Gabino Cué estará invitado en primera fila Andrés Manuel López Obrador. El triunfo de Cué no hubiera sido posible sin la red de operadores políticos que López Obrador ha instaurado en Oaxaca. El Peje ha dedicado una muy buena parte de estos años a construir una plataforma de tierra suficientemente fuerte y cohesionada que pueda impulsarlo sin la necesidad de las televisoras u otros grupos de poder. Su apuesta es radical pero puede serle efectiva. En 2006 estuvo a punto de ser suficiente, aunque el desprecio a la maestra terminó costándole la presidencia.

La izquierda y la coalición misma no pueden alejarse demasiado de López Obrador, pues ellos ni con SEDESOL de su lado tienen una estructura para enfrentar los cacicazgos del PRI; ni tampoco éste puede hacerla sin Ebrard (y la maestra). De la decisión de rompimiento o matrimonio por conveniencia hasta que se llegue a un acuerdo suficiente para ambos lados dependerá la capacidad para derrotar a Peña Nieto.

La coalición hoy más que nunca necesita a López Obrador. Pero cómo negociar con un personaje que seguramente preferirá ver hundirse el proyecto antes que permitir que otro lo abandere. El síndrome de Cuauhtémoc Cárdenas vuelve a aparecer en el ambiente, y parece que la izquierda no ha encontrado el antídoto para esta enfermedad.