octubre 27, 2007

Los turistas


Publicado en El SextoPiso

Finalmente supimos de qué se trataba la Estrategia Mérida (ahora entiendo porqué tantas regiones en tierras mayas entre Fox y Bush en el sexenio pasado), pero comienzan, como siempre, a surgir más preguntas que respuestas. No es intención de esta reflexión profundizar en ellas sino más bien echar luz sobre un conflicto abierto dentro del gobierno federal.

Por cuestiones de lógica, la acción de la lengua larga de muchos de los secretarios en el sexenio pasado provocó la reacción de la actual administración para ponerle una fuerte mordaza a quienes dirigen cada una de las agencias. Salvo algunos casos aislados donde se puede destacar el protagonismo del titular de la secretaría del trabajo, en realidad no hemos sabido mucho de las acciones e intrigas de las personas del presidente.

Un caso que no ha salido a la luz pero que promete hacerlo muy pronto ante esta coyuntura, es una estrategia encontrada con la que maneja Calderón actualmente como prioridad. Un debate que no es nuevo a nivel mundial pero que últimamente repercutirá en la agenda mexicana es aquél entre la seguridad contra el turismo.

La primera falacia que nos hacen creer los políticos inclinados a los ideales de la derecha es que la única manera de atraer turismo es garantizar su seguridad. Aunque esto no es totalmente falso, el hecho de aumentar los instrumentos de seguridad por lo general resulta como un problema más que como una solución. Las medidas excesivas y molestas terminan atenuando al turismo, primero por la molestia misma, la otra porque la excesiva seguridad tiende irónicamente a provocar temor sobre el turista cuando tiene que enfrentarse con las terminales electrónicas, los agentes de seguridad armados, la paranoia que siempre se envuelve alrededor de las medidas de seguridad.

La Secretaría de Turismo en su titular Rodolfo Elizondo, pero particularmente en su asesor Gabriel Székely, se han puesto como tarea convertirse en un frente contundente contra la estrategia de Patricia Espinosa y el resto de los secretarios que se están sumando alegremente a jugar a las guerras de las galaxias. Su estrategia contiene, entre otras cuestiones, irse directamente a la OCDE a plantear el problema y buscar hacer ruido desde los ámbitos internacionales. Existen de por sí ya varios países que estarían muy contentos de impulsar esta propuesta mexicana por los grandes costos que implica mantener por la línea de castigar el turismo en aras de una supuesta mayor seguridad. Aunque probablemente la idea termine guardada en alguna carpeta olvidada, la verdad es que el argumento no deja de ser interesante.

En principio tendríamos que preguntarnos cuál es nuestra prioridad como nación. La estrategia de Calderón ha sido adoptar la agenda de Estados Unidos con la intención de que este acto de buena voluntad haga que los vecinos del norte volteen a ver la nuestra respecto a la “legalización” de los mexicanos en Estados Unidos (y con ello lograr que los votantes “mexicanos” tengan un peso real en la agenda estadounidense del futuro). No suena tan mal y la factibilidad no es tampoco tan irreal. Sin embargo tendríamos que voltear a ver otras estrategias que naciones más parecidas a nosotros les ha funcionado para sus propias historias de éxito.

España logró en menos de treinta años convertirse de un país marginado y con problemas económicos, en un país relativamente estable y con un fuerte potencial de crecimiento. La clave, más allá del innegable apoyo que recibió de la Unión Europea, ha sido su apuesta por el turismo. Sus ciudades coloniales y sus destinos en playas se han convertido en focos atractivos de inversión que han apalancado el desarrollo del país. México por el contrario, con todo y el gran potencial que tiene para hacer lo mismo, ha buscado el camino contrario. Sumándose en una estrategia regional de seguridad con Estados Unidos probablemente se convierta en un foco susceptible de atentados terroristas cuando antes ni siquiera aparecía en el mapa de la seguridad. Más allá de ello, la apuesta por seguridad hará que los trámites para el turismo sean aún más molestos que lo que actualmente son.

México al parecer ha tomado una decisión. La pregunta es ¿fue la mejor? Siempre es más fácil criticar que construir, pero si me permiten la crítica creo que México hubiera ganado más siguiendo el otro camino, el camino español al desarrollo en lugar de meterse en conflictos que ni siquiera le competen.

Los Ambulantes


Publicado en el SextoPiso


Al mismo tiempo que la valentía de Marcelo Ebrard para echar a la calle el único modo de subsistir de cientos de personas en la Ciudad de México se hacía tronar con toda su fuerza Jesús Marcos Giocoman, líder de la CANACO en Monterrey, reclamaba a Madero no tener los la talla de pantalones del alumno consentido de Manuel Camacho Solís. La comparación resulta interesante ante los varios escritos que le han dedicado al gobernador de la capital al tono de aquella nostalgia resucitada “Ahora sí podemos caminar tranquilamente por el Zócalo sin el pestilente aroma del chicharrón y la manteca. Ahora ya no me dará pena traer a mis amigos europeos a pasear al Zócalo en lugar de tener que llevarlos a algún Mall de Santa Fe” decía Guadalupe Loaeza en Reforma el pasado miércoles.

Aquí, como suele suceder, no todo lo que parece es ni todo lo que es parece (o aparece). Las relaciones entre trabajador y patrón se han tergiversado de tal modo que hoy es imposible hablar de derechos de los trabajadores sin que algún patrón carraspeé incómodamente al tocar el tema del peligro del sindicalismo, del comunismo trasnochado como le dicen, o cualquier otro término para evadir las responsabilidades que como dueños de una empresa tienen para con sus trabajadores. Los salarios risibles, las prestaciones que resultan en más dolores de cabeza y pretextos para reducir el salario que verdaderos apoyos, las condiciones laborales, la facilidad con la que hoy Conciliación y Arbitraje se ha vuelto una cuna de lobos donde los únicos ganadores son irremediable e inexorablemente los abogados que se ponen de acuerdo, todas estas circunstancias no hacen más que alejar más al mexicano promedio de los contratos laborales.

La posibilidad de trabajar se vuelve necesidad de sobrevivir en esta situación. Tengo que traer dinero para la leche de mi hijo, para las colegiaturas, para la gasolina que no para de subir. Tengo que salir a partírmela así sea en cualquier chamba. La organización es la cualidad del ser humano por excelencia por lo que no muy tarde iban a encontrar en el ambulantaje la posibilidad de intentarlo.

El derecho a vivir contra la obligación de cumplir la ley, difícil decisión.

El jefe de gobierno toma la decisión de hacer cumplir la ley mientras que cada día los mismos derechos de los trabajadores, supuestamente protegidos en la constitución emanada de la revolución, son pisoteados, orinados y escupidos por los empresarios. Las odas de respeto que han surgido por esta valiente decisión no dejan de provocar una ligera náusea al final de la oración. No dejan de tener un ligero tufo a ese concurso en el que se han plantado el jefe de gobierno y el presidente de la república por hacerse lucir como el más cumplidor de la ley, el más castigador contra el ilegal, el más superman de los superhéroes.

Todo se reduce a una encuesta de Consulta Mitofsky que en 2006 señaló que, a diferencia de los últimos cinco años, en 2006 los mexicanos estaban más preocupados por la seguridad que por la pobreza. Ahí se tiraron a la basura las agendas de campaña y se comenzó a trabajar sobre el nuevo capricho. Ahí también se le acabó la cuerda a López Obrador quien había seguido muy de cerca los resultados en años previos. Hoy al mexicano le preocupa más salir a la calle que echarse algo a la boca.

Al mismo tiempo consideramos la salida de todas estas familias que hoy regresan a su casa sin saber qué comerán, y pensamos que nuestra vida es mejor. Mejor porque podemos por fin recordar cómo era la Catedral hace unas décadas, cuando trabajar decentemente era posible porque había un gobierno que lo procuraba. Las apariencias pueden regresar pero no por eso la realidad se va a esconder. Esconde a los pobres, pinta las paredes y echa un poco de perfume. La Ciudad de México como nunca.

octubre 22, 2007

Villanueva y la distorsión

Hoy hablaba por vía telefónica Mario Villanueva, el célebre exgobernador de Quintana Roo, con Sergio Sarmiento en su programa de radio en Radiored, exponía su punto de vista sobre el amparo que le acaba de conceder una juez por aquello que que intentan juzgarlo por segunda vez por el mismo delito en Estados Unidos.

Curiosamente mientras hablaba del amparo todo bien, pero la entrevista comenzó a versar sobre lo que "realmente sucedió" cuando fue gobernador y cuando fue perseguido y finalmente encarcelado. La distorsión primero la atribuí a alguna falla técnica como las que ahora tanto abundan en nuestro país.

Regresaba la señal y me percataba que hablaba de otras cuestiones, o regresaba sobre el asunto del amparo, pero más tardaba en volver a hablar del pasado, la señal volví a distorcionarse hasta quedarse completamente muerta.

No pude dejar de recordar los enormes satélites que ya están funcionando en México, uno en el DF, instalados por Estados Unidos con el visto bueno del gobierno de Vicente Fox. No pude dejar de pensar en todas las implicaciones. Un preso siendo censurado para que no diga su verdad no sería ninguna novedad. La novedad vendría sobre la fuente que esté emitiendo la censura.

Mario Villanueva, criminal, será la primera víctima del mundo que viene. La prisión perpetua en que Estados Unidos quiere convertir al mundo. La verdad sea dicha pero no difundida.

octubre 18, 2007

Democracia: Tercera Llamada

Este ensayo me avisaron ayer que fue premiado como el primer lugar del Octavo Certamen de Ensayo Político que realiza anualmente la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León. Lo reproduzco aquí para los que tengan la paciencia de llegar hasta abajo.

Democracia: Tercera llamada.

1. Cuando pensamos que ya podíamos bajar las manos.

Cuando pensábamos que más lejos estábamos de la democracia, el factor menos pensado nos abre una posibilidad que puede ser la llave que nos hacía falta. La evolución (o involución) de nuestra democracia nos está llevando a escenarios donde nuestra participación cada vez es más restringida, y aquellos que alguna vez se llamaron promotores de la democracia comienzan a encontrar atractivo regresar a prácticas que podrían llamarse viejas pero que en realidad tienen toda una nueva forma de presentarse.

La ausencia del poder presidencial que ya se ha mencionado hasta el cansancio como causa de nuestra situación actual, ha provocado que nuestra democracia sea secuestrada por mafias de todo tipo. Desde empresarios que deciden quién será Secretario de Comunicaciones y Transportes así como a los miembros de la Comisión Federal de Competencia que supuestamente están para controlarlo y regular sus operaciones monopólicas, televisoras que tienen el poder de “convencer” a la totalidad de los diputados para que voten o falten a la votación de una nueva ley de radio y televisión que les iba a permitir apoderarse del espectro electromagnético por los próximos veinticinco años, hasta traficantes de drogas que al amparo y protección de las policías locales y federales imponen su propia ley en territorios que bien pueden dejarse de llamar México para efectos prácticos.

Los ciudadanos nos encontramos en una obra de teatro donde estamos sentados en las butacas, viendo cómo otros asumen los papeles protagónicos. Se pelean entre ellos, y sólo de vez en cuando y sólo algunos de ellos (cada vez menos) voltean a preguntarnos cómo van con sus dramas. La democracia en México y en muchas otras partes del mundo se encuentra llena de cadenas que los propios protagonistas han impuesto al sistema político y de las que sólo nos podríamos librar gracias a su acción.

Si seguimos esta metáfora, podemos preguntarnos si en verdad somos ciudadanos o simples espectadores de una obra que nos vendieron como la llave a la felicidad, pero que terminó siendo una verdad sólo para quienes tienen el dinero de pagarla, literalmente. Podemos pasar mucho tiempo haciéndonos preguntas sobre qué fue mal en nuestra democracia o comenzar a reflexionar sobre cómo recuperar lo que nos arrebataron en la misma fiesta de celebración, cuando aún chocábamos las copas en la fiesta por haber derrotado al partido de Estado.

Jaime Cárdenas Gracia menciona que es “cada vez más frecuente el señalamiento de que los legisladores no representan el interés general sino los intereses particulares y parciales de los poderes fácticos”[1]. Más adelante menciona que por este problema la política se elitiza y se aleja de las necesidades populares, “la representación de los intereses generales queda en suspenso”[2].

Así también podríamos extrapolar el diagnóstico a alcaldes, gobernadores o al presidente de la república. Suponiendo que el político es un individuo racional, intentará cumplir primero con aquellos que le permitieron llegar al poder, pero más importante aún, con aquellos que le garantizarán permanecer en puestos de poder en un futuro. De esta manera se crean intereses particulares que desvirtúan el sentido de la representatividad y de la democracia misma. Nuestra democracia, pues, se encuentra secuestrada principalmente porque ante el clima de impunidad e inefectividad de nuestros sistemas de procuración de justicia, los políticos han encontrado muy fácil alejarse de sus verdaderas funciones para cumplir con aquéllas que les permiten más ganancias personales. Nuestra democracia se encuentra incompleta en el mejor escenario, o completamente perdida en el peor de ellos.

Existen teorías que intentan explicar esto. Una es que la democracia en realidad nunca llegó, sino que fue un arreglo entre elites para fingir cubrir la cuota de democratización que algunas potencias europeas nos exigían para aceptarnos dentro de su Tratado de Libre Comercio. Otra teoría, de la cual yo estoy más convencido, es que en realidad sí logramos nuestro objetivo, pero pusimos demasiadas expectativas sobre la democracia electoral pretendiendo que el resto de nuestros problemas se solucionarían automáticamente. Como consecuencia de esto, nuestra lucha por la Democracia bajó las manos, y cualquier boxeador relativamente experimentado podría platicarnos las consecuencias de esta errónea decisión cuando la campana aún no ha sonado. Finalmente podríamos asumir una explicación más positiva en donde diríamos que la democracia está funcionando, pero sólo hacen falta dos ingredientes para que mejore su desempeño: tiempo para su maduración y pulir algunos detalles que nos faltó arreglar, aunque hablar de detalles siempre resultará en un eufemismo.

En realidad la segunda y tercera explicación de cómo llegamos a este callejón oscuro podrían ser dos caras de la misma moneda, dependiendo de lo positivo o negativo que se haya amanecido ese día. Sólo si nos inclináramos en la primera explicación podríamos pensar en que es necesario comenzar de nuevo nuestra lucha, cuidando esta vez los errores que cometimos la primera vez.

Para efectos de este ensayo he decidido inclinarme por la segunda explicación, misma que me permitirá asumir una posición más crítica respecto a la situación en la que nos encontramos, y así lograr articular algunas propuestas hacia el final. La verdad es que cualquiera de estas tres explicaciones me suena convincente dependiendo de los ejemplos que nuestra clase política nos pone enfrente día con día. Hay ocasiones que puedo asegurar que la democracia en nuestro país, y particularmente en algunos Estados de nuestra república, es una falacia que resulta ridículo creer, ante el manejo cínico de los órganos de procuración de justicia, y de los poderes judiciales locales por parte de los gobernadores y sus amigos cercanos. En otros, las buenas noticias me hacen pensar que nuestra democracia a final de cuentas tuvo sus problemas pero que ahora ya comienza a andar con relativa normalidad, como ejemplo puedo traer a colación la decisión de la Suprema Corte respecto a la ley de radio y televisión que hace unos meses nos permitió una isla de esperanza entre un mar de malas noticias.

Si regresamos a la metáfora de la puesta en escena en nuestro teatro imaginario y me permiten asumir la segunda explicación de porqué llegamos hasta aquí, ya podemos hablar que nos encontramos sentados en las butacas viendo cómo los políticos se reparten los papeles sin ningún empacho mientras nosotros miramos con una creciente incredulidad e indignación.

Nos encontramos en una crisis generalizada de representatividad que se suma a otras muchas crisis de nuestra modernidad en ocaso. Las instituciones que anteriormente nos funcionaron para determinados aspectos de nuestra vida hoy se puede decir que se encuentran obsoletos ante el avance de otros factores globales, y el debilitamiento de los factores que anteriormente permitieron al Estado un mayor control sobre los individuos y las instituciones mismas[3].

Este breve diagnóstico puede llevarnos a considerar un rompimiento entre el ideal de la transición y la realidad que hoy vivimos. Existe una distancia que va aumentando y que va haciendo cada vez más irreconocible para el ciudadano el ambiente en el que tiene que desenvolverse. Lo que podría tener una lógica secuencial (voto= resultados de la elección), hoy es más difusa ante el creciente poder de grupos de interés que van asociándose y ejerciendo el poder que el vacío del presidencialismo dejó abandonado. Las consecuencias de esto genera en principio desconfianza entre el ciudadano y autoridad (irónicamente esta desconfianza es mutua, ya que la autoridad tampoco tiene muy claro si determinado individuo está o no representando los intereses de algún grupo de poder). La asociación y el impulso de determinada agenda no es algo negativo per se pues siempre que se mantenga en el plano legal, cualquier grupo tiene el derecho de defender sus propios intereses. Lo que resulta negativo y criticable en estas cuestiones no es el desmedido crecimiento del poder de estos grupos, sino la ausencia de una respuesta por parte del marco jurídico y las autoridades responsables de controlar este poder. Peor resulta cuando los legisladores que pudieran cambiar esta situación se encuentran también secuestrados por el poder de destrucción de estos grupos.

El crecimiento de las parcelas donde ejercen el poder los grupos de interés está estrechamente relacionado con el poder que ha dejado de ejercer el Estado. Ante el debilitamiento de factores esenciales como el cobro de impuestos o el monopolio de la violencia, estos grupos se han adentrado en actividades que antes nunca hubieran pensado hacer.

Es incorrecto asumir al Estado por un lado, a los grupos de poder por otro y a los ciudadanos en un tercer plano. En realidad siendo justos, los grupos de poder son ciudadanos que han sabido aprovechar (para bien o para mal) las circunstancias que ahora se presentan, una autoridad debilitada y un enorme vacío de poder. La Física nos indica que el vacío no existe y que cualquier retroceso de un cuerpo inmediatamente provocará que otro cuerpo ocupe el espacio abandonado. En cambio debemos asumir a los grupos de poder como parte de nuestra propia red, pero con una capacidad especial para establecer redes de reciprocidad y de redistribución entre ellas y los nodos de la red que le son particularmente atractivas para sus fines y objetivos.

Michel Foucault establece un concepto de poder que será muy útil para nuestras reflexiones. En su primer tomo de la Historia de la Sexualidad sostiene que el poder “se produce a cada instante, en todos los puntos, o más bien en toda la relación de un punto con otro. Está en todas partes, no es que lo englobe todo sino que viene de todas partes”[4]. En “Vigilar y Castigar”, habla del Panóptico, que es el proyecto de la cárcel perfecta donde el centro de la prisión es una cámara de vigilancia desde la cual todas las celdas son visibles en todo momento, pero para los prisioneros la cámara de vigilancia no lo es. De esta manera se crea la sensación en el prisionero (ciudadano) de que está siendo observado en todo momento[5]. La realidad actual en México es que los grupos han asumido el control de la cabina central de la prisión, teniendo una perspectiva especial que no les corresponde legítimamente, pero que pueden comprar gracias a su enorme poder económico. Digamos que el guardia se encuentra dormido mientras este grupo de prisioneros toma el control de la cárcel.

Algo que quiero rescatar de estas ideas no es sólo la noción de control que Foucault argumenta, sino la estructura de poder y resistencia que maneja a todo lo largo de su tesis. El panóptico existe sólo debido al temor que el prisionero le alimenta. El poder existe sólo en la medida en que la resistencia exista. La parte-contraparte de poder-resistencia nos permite concebir la propuesta sobre la cual podemos comenzar a andar.

Michael Hardt y Antonio Negri desarrollan en su obra “Imperio” la idea de una superestructura que se ha apoderado de la noción de soberanía, pero que a la vez no tiene un centro. Todos somos parte de él y todos lo alimentamos. Este imperio ejerce un tipo de control que parecería resultar total, aunque el hecho de que los ciudadanos seamos quienes lo componemos nos permite tener la capacidad para someterlo a nuestra voluntad. La clave está en la organización. Siguiendo a Foucault nuevamente, una de sus principales nociones sobre la estructura del poder es que éste siempre genera una resistencia. Siguiendo las características del poder, la resistencia tampoco tiene un gran centro, sino que “hay varias resistencias, que constituyen excepciones”, pero que se generan en el mismo instante en que el poder se presenta[6]. Esto constituye la noción de poder-resistencia desde una perspectiva similar a lo que sucede en nuestro mundo real, o cabría mejor decir en nuestro mundo virtual.

Regresando a la metáfora con la cual inicié este escrito sobre el teatro, podemos comenzar a ver una realidad que escapa a los ojos de los protagonistas que hasta este momento siguen peleándose por la bella protagonista que no sabe decidirse si quiere al galán o al villano. De pronto sobre la sala los que antes estábamos sentados en las butacas sólo observando con aburrimiento el pasar de las escenas y los personajes, ahora tenemos el poder de comenzar a realizar otras cosas. Al principio sin mucho entusiasmo y con un poco de desconfianza pero nos percatamos que podemos comenzar a platicar entre nosotros. Algunos de los personajes de la obra protestan por los murmullos que empiezan a escucharse entre la escena de amor y la de violencia, pero en general siguen distraídos en sus propios asuntos. Uno que otro descubre que es posible hablar sin que necesitemos alguno de los actores para representarnos, o para hablar por nosotros. Tenemos la capacidad de reunirnos y hablar, expresar nuestros puntos de vista y comenzar a ignorar lo que sucede allá en la obra.

La estructura de la resistencia que se va creando por parte de la población tiene algunos picos de expresión visibles, pero la enorme mayoría se refleja en cuestiones tan sutiles que a veces es imposible distinguirlas. La clave está en la capacidad que tenemos para utilizar medios alternativos a los que se encuentran hoy controlados por los grupos de poder, y también en la capacidad que tengamos como ciudadanos de legitimar y difundir estos medios alternativos. La gran mayoría de ellos se desarrollan en “no-lugares” que en el siguiente punto desarrollo, pero que representan, siguiendo la concepción del poder de Michel Foucault, una lógica respuesta a la movilización de los grupos de poder en México en los últimos diez años ¿Qué tanto éxito se tendrá? Quizás todavía es muy pronto para responder, pero vale la pena analizarla.


2. La Interacción como Paradigma

No es casualidad que Hardt y Negri afirmen que el nuevo proletariado hegemónico que durante los dos últimos siglos fue el obrero industrial, hoy es aquél que se desarrolla en la economía de la información y la comunicación. La clave del cambio debe ahora venir de una multitud plural con objetivos en común por la democracia[7]. Los ciudadanos tenemos que ser la clave en una realidad donde los principios democráticos han quedado relegados a elites que gobiernan los factores de poder, económicos y de coerción. La alternativa que han dejado abandonada, y no por mucho tiempo, reside en la asombrosa capacidad comunicativa y movilizadora que existe alternativamente a este mundo. La democracia en red, que consiste en la forma como podemos establecer una resistencia contra las tendencias controladoras de los grupos de poder en México y en todo el mundo.

Si retomamos el concepto de poder de Michel Foucault, podemos afirmar que se trata de la mejor oportunidad para ponerlo en práctica. Ante el apabullante avance de la democracia truncada que nos ofrecen las elites y grupos de poder en México, y que nos quieren vender como la mejor y única opción disponible (esto o el peligro del populismo nos quisieron vender en la elección pasada) hoy es posible concebir una democracia alternativa. El biopoder[8] ocasiona por reacción su resistencia. No de una forma centralizada que ya hemos visto así no lo entiende el filósofo francés, sino más bien como una serie de resistencias articuladas por delgadas fibras de comunicación y de solidaridad. No se trata de una metáfora sino de una realidad. La posibilidad que hoy tenemos de acceder a redes y grupos está al alcance de una computadora conectada a Internet. Aunque esto sea una realidad más avanzada en países como Estados Unidos o de la Unión Europea, en otras naciones como México o Brasil avanzamos rápidamente a una posibilidad de este tipo.

Una de las claves reside en la posibilidad de que la información puede ser obtenida desde cualquier fuente. Se puede comparar la versión oficial o de las televisoras y periódicos, pero así también se tienen alternativas de información en blogs, bitácoras, corresponsales de información alternativos, redes de interacción social, portales donde es posible compartir videos y comentar al respecto, correos electrónicos y foros especiales para discutir cualquier tema que se desee. La libertad en su máxima expresión que hoy está sólo disponible para quienes tenemos acceso a Internet, pero que por 10 pesos la hora también es accesible a que cualquiera lo acceda a través de kioscos cibernéticos y los llamados cibercafés.

La legitimidad en estos espacios se da a través de por lo menos tres variables: la reputación del usuario, el apoyo que este individuo dé sobre alguna causa o grupo temático, y a través de sistemas de apoyo/rechazo. Para ser más explícitos, la reputación consiste en la confianza y apoyo que el resto de los usuarios le den de antemano antes de actuar. Se construye a través de la experiencia, no hay otra forma. Si un usuario X es propietario de una bitácora electrónica (un blog) donde diariamente publica editoriales sobre los temas políticos de su país y del mundo, se convierte en una alternativa de información a la televisión y el periódico (así sea en su versión electrónica), y se va ganando reputación conforme gane adeptos. Sus indicadores más sencillos para determinar su popularidad podrían ser el tráfico a su página y el número de comentarios que sus escritos despierten. Existen mecanismos que nos permiten rápidamente castigar a quien comete actos incorrectos como podría ser el plagio de algún escrito. Esto quedaría inmediatamente evidenciado ante la enorme posibilidad que tenemos con buscadores electrónicos que en cuestión de centésimas de segundos encontrarían si este escrito ya había sido publicado por alguien más. Su reputación se vería mermada, y los indicadores que antes había comentado se verían comprometidos.

Así también, hablando de otro factor de legitimidad, el apoyo a determinados grupos o causas generan también legitimidad en el mundo virtual. Portales sociales que existen hoy en la red nos dan la oportunidad de crear perfiles de nuestra vida, pero más importante, nos permiten interactuar en un mundo donde se van desarrollando afinidades y simpatías hacia determinadas causas[9]. De esta manera, hoy la interacción en la red ya no se limita a cuestiones geográficas o culturales, sino que por cuestiones de afinidad es posible ir construyendo una reputación y por ende una legitimidad en torno al individuo. Si viviéramos en un mundo aislado, la reputación en Internet hoy se convierte en un activo para generar movilizaciones hacia determinadas causas como antes podía ser la opinión que tenían nuestros vecinos de nosotros, lo que permitía que se generaran cadenas de confianza o desconfianza hacia nuestra persona. Misma lógica, distinta plataforma.

Finalmente, y estrechamente relacionado con el anterior, los sistemas de apoyo/rechazo nos permiten concebir una legitimidad basada en la interacción con usuarios, y la opinión que tienen de nuestros productos: escritos, fotografías, páginas, grupos creados, causas, amigos con los que se interactúa, etcétera. Nuestras actividades en la red en este tipo de sistemas generan muestras de apoyo o rechazo que van determinando la popularidad de nuestros espacios y respecto a nosotros mismos. La clave de este último factor de legitimidad radica en que según el número de votos positivos o apoyo que recibamos de otros usuarios, nuestras obras serán más o menos accesibles a través de servidores que se dedican precisamente a administrar estos votos[10]. Si mis actividades y productos son votados positivamente por los usuarios, el buscador aleatorio de intereses encontrará más frecuentemente mis productos generando un “pago en popularidad” para el autor.

Otro ejemplo de interacción y coparticipación democrática en el mundo virtual puede encontrarse en los mecanismos wiki[11]. Estos servidores permiten que cualquier persona pueda editar, borrar, agregar o reacomodar información sobre determinado tema o proyecto. La clave de la participación es que todos tienen el mismo derecho para estas acciones, pero también todos pueden corregir lo que los demás han hecho, generando una conciencia colectiva alrededor de los proyectos. El control puede llegar a venir de comisarios que se dedican a vigilar la actividad de todos los usuarios, aunque existen muchos conceptos wiki donde no hay rangos ni jerarquías. Los productos de estas concepciones han sido hasta la fecha muy exitosos y prometen proliferar con mayor intensidad en los próximos años. Imaginemos un ejemplo en la vida real, se necesita crear un consenso legítimo sobre qué hacer con un porcentaje del presupuesto que el ayuntamiento de un municipio ha decidido transferir a la junta de vecinos de una Colonia. Considerando que reunir a todos los vecinos en un recinto durante el tiempo suficiente para tomar la decisión sería una labor muy extenuante e incluso ilegítima (algunos podrían no presentarse en la junta no por falta de voluntad sino por falta de tiempo, y el resto de los vecinos decidirían por ellos), se opta por la construcción de una wiki donde todos los vecinos podrían participar. Cabe mencionar que partimos del supuesto que todos estos vecinos tienen acceso a Internet a través de un kiosco cibernético sin costo alguno, y algunos desde sus casas. El primer vecino que accede a la wiki hace una propuesta donde sugiere utilizar el dinero para comprar 10 computadoras para el kiosco. Justifica y publica su propuesta. Algunas horas después entra un segundo vecino y se percata de un error en el cálculo del primer vecino y realiza el cambio, quedando su nombre y modificación registrada para que todos lo sepan y puedan revertirlo en cualquier momento. Una tercera vecina entra a la wiki y borra todo lo anterior, sugiriendo una propuesta para mejor comprar una patrulla que permita mayor vigilancia en la colonia. La tercera vecina publica su propuesta. El primer vecino se percata del cambio y decide revertir el cambio. En su justificación hace un señalamiento de que el gasto en tecnología es más importante que el gasto en seguridad. Un cuarto vecino desarrolla una propuesta donde se compren 5 computadoras, pero además se opte por considerar comprar una patrulla de menor precio pero que a final de cuentas realizará la misma función que el auto que la tercera vecina sugería. El primer vecino entra nuevamente a la wiki para hacer una corrección en el precio de la patrulla, ya que tendrá un descuento dentro de dos meses. Esto permite comprar 6 computadoras en lugar de 5. La tercera vecina hace una pequeña modificación en la nueva justificación, señalando su beneplácito por el consenso. La falta de nuevas modificaciones en los próximos días permite llegar a una decisión respecto a qué hacer con el presupuesto. Los vecinos que no han participado han tenido todo el derecho de hacerlo pero han optado por abstenerse y su no-rechazo es una forma de legitimidad automática a las decisiones tomadas. La diferencia de la no-participación en una reunión física con un servidor wiki es que esta segunda opción no está sucediendo en determinado momento sino que es no-tiempo y no-lugar (aunque podría decirse que es todo-tiempo y todo-lugar por estar accesible en Internet). Es accesible a cualquiera de los vecinos, y todos ellos tienen la misma infinita cantidad de oportunidad para realizar los cambios que consideren necesarios en esta decisión.

Philipp Mueller nos comenta que “(…) los miembros de una red escogen pertenecer a ésta para contribuir a ella (o) para dejarla en cualquier momento”[12] La legitimidad es algo tan relativo y libre que por primera vez podemos hablar de actos completamente democráticos. Aunque como reconoce Mueller, es necesaria una plataforma tecnológica que nos permita acceder a estos “espacios” o “no-espacios”, la realidad es que el apoyo viaja de un lado a otro sin ninguna restricción más que la propia reputación del usuario.

¿Cómo podemos unir estos ejemplos con la realidad mexicana actual? La clave nuevamente está en la democracia. El desarrollo tecnológico permite pensar en un futuro no muy lejano donde la legitimidad se construya en base a apoyos y rechazos, consensos, o número de usuarios apoyando determinada causa. Estar o no estar es automático y prácticamente está libre de ser manipulado.

Martin Hagen[13] desarrolla el concepto de democracia electrónica, consistente en un sistema político donde las computadoras y las redes informáticas realizan funciones cruciales de la democracia, como la información y la comunicación. Aunque este concepto puede ser algo conservador, me permito tomarlo por su simpleza. Esto nos ayudará a construir sobre él. Partimos que la democracia se basa en un proceso de toma de decisiones que permite al mayor número posible de afectados participar en el proceso y en la decisión final. Como resulta obvio, estoy alejándome del concepto preconcebido de democracia donde se habla de elecciones periódicas, para ir mucho más allá. La democracia en el siglo veintiuno debe ampliarse y así adherir otras nociones que busco deje en un plano secundario el concepto de representatividad. La participación directa hoy está más cercana gracias al desarrollo tecnológico y es momento de comenzar a pensar en ella. La clave en este futuro hipotético se centrará sobre las decisiones sí, pero más sobre la comunicación entre los individuos interesados (stakeholders) como en inglés se les llama. Si se dan cuenta, la democracia sería un asunto donde todos podrían participar pero no todos tendrían que participar para hacerlo legítimo. Claro está que el número de personas que apoyen determinada decisión será uno de los factores de legitimidad como ya he desarrollado anteriormente.

Todos los ciudadanos tienen acceso a la misma cantidad de información y tienen los mismos medios de comunicación y construcción-participación una vez que están conectados al Internet. La construcción de los foros democráticos para tomar decisiones cada vez más importantes es, pues, cuestión de tiempo. Hoy se decide pertenecer o no a determinado grupo social como puede ser un grupo de ambientalistas en la plataforma Facebook. Ahí pueden decidir reuniones periódicas, próximas acciones, generar mayores adeptos y convertir su grupo en una causa cuando llega a determinado número de participantes. Mañana podríamos estar pensando en temas más relevantes para nuestra vida democrática. Un primer paso puede ser la construcción de plebiscitos virtuales donde se acceda a un portal a través de la clave de nuestra credencial de elector sobre determinados temas que nos atañan a todos los mexicanos, o sólo a los ciudadanos del municipio de Ajacuba en Hidalgo ¿Qué hacer con determinado porcentaje del presupuesto? Hoy la asignación del presupuesto es una facultad exclusiva de los diputados federales, pero no tendría porqué seguir así. En la medida en que la fortaleza de estas redes sociales virtuales se haga explícita en las elecciones, nosotros tendríamos la capacidad de elegir a representantes afines con estos avances. Podríamos promover reformas para lograr que una parte del presupuesto se decida en base a los consensos de las redes sociales virtuales legitimadas por los propios ciudadanos en México. Finalmente podríamos hablar de un futuro donde los representantes ya no serían necesarios para muchas de las decisiones democráticas. Tendríamos legisladores y representantes para algunas tareas muy específicas e importantes que todavía no pueden delegarse, pero la mayoría de las decisiones se podrían tomar en base a mecanismos de construcción-participación electrónicos donde virtualmente cualquier ciudadano podría tomar la decisión o las decisiones ¿Qué nos separa de este ideal? los límites tecnológicos que en México siguen siendo un problema (y lo seguirán siendo por un buen rato) y los mismos intereses que desde el principio hemos mencionado.

El segundo factor será el motivo de mi último punto en este ensayo, por lo que lo dejaré de lado mientras termino éste. El primer factor, los límites tecnológicos, implican entre otras cosas, el rezago y desigualdad, asuntos que mantendrían a algunos ciudadanos alejados de computadoras sencillamente por no saber usarlas o por no tener acceso a alguna. Implicaría obviamente un movimiento ciudadano para educar y hacer cada vez más accesible estas computadoras. No debe sustentarse en una política de parte del gobierno pues resultaría obvio que los representantes no querrán perder los atributos que hoy les permiten manejar nuestras decisiones como si fueran su feudo y el de su partido. Los ciudadanos deberíamos ser el factor movilizador de recursos materiales, humanos y económicos para reducir esta brecha. Podríamos pensar en una Organización No Gubernamental que establezca como sus objetivos la educación informática para toda la población que así lo solicite, y la promoción de programas educativos que insten a los estudiantes en primarias y secundarias para clases sobre computación y uso de bases de datos públicas. Es obvio que un elemento determinante de esta brecha tecnológica es la desigualdad económica en nuestro país que impide a la mayoría de los mexicanos a tener una computadora con acceso a Internet. Aunque es un asunto determinante, me veo en la forzosa necesidad de dejar a un lado los aspectos económicos de este problema por la complejidad que implica, y por cuestiones de espacio. Sólo puedo mencionar a mi favor que el acceso a Internet no implica tener una computadora (aunque lo facilita mucho), sino sólo tener los conocimientos. En ese sentido podríamos dirigir los esfuerzos para reducir la brecha, y presionar a nuestros representantes para multiplicar el acceso a cibercafés en todas nuestras comunidades para reducir el costo por hora para el usuario.

Deliberadamente he dejado hasta el final un aspecto muy importante de este asunto. Si hasta aquí han aceptado mis teorías respecto a la posibilidad de los ciudadanos de apoderarse de mecanismos alternativos, y dirigirlos lentamente hacia la toma de decisiones que nos atañen, queda un asunto lógico ¿No serían los grupos de poder los primeros en apoderarse de estos medios alternos en cuanto vean su potencialidad? En principio tengo que responder que sí, pero no todo está perdido.

3. Los Grupos de Poder y la Democracia en Red.

Si hemos leído con atención los sucesos en nuestro país en los últimos años podemos fácilmente concluir que la agenda política y la mayoría de las decisiones se toman en, por o para grupos específicos que representan intereses particulares y no generales. Aunque no existe ninguna sorpresa en esta afirmación, resulta alarmante no el hecho sino la intensidad del mismo. No se trata de afirmar que debemos erradicar a los grupos de poder y quitarles el derecho de intentar defender sus intereses que, como todos nosotros, legítimamente tienen. Si verdaderamente buscamos aspirar a una democracia consolidada o al menos relativamente más madura, tenemos que garantizar que tanto valga el interés de grupos formados como del resto de los ciudadanos.

Se puede afirmar sin mucho margen de error que la totalidad de los ciudadanos somos parte de algún grupo de interés directa o indirectamente. Por algo somos animales sociales. La diferencia entre cualquier grupo de interés y los que en este ensayo se mencionan es la intensidad de su poder, que puede reflejarse en poder económico, político o cultural (relativo a la capacidad de influencia). Salvo algunas excepciones, los grupos al tener el poder económico, pueden comprar el político, o al tener el político, pueden hacerse fácilmente de dinero para disfrutar el poder económico. Estos ciclos se vuelven cada vez más centrípetos y más intensos. Sus estructuras por lo general son informes y abarcan espacios en despachos jurídicos prestigiados, oficinas de alcaldes, gobernadores y legisladores por igual, grupos empresariales, sindicatos, y algunos incluso tienen la benevolencia y el apoyo de organismos internacionales. La pregunta con la que terminaba el pasado punto es que si todo ese potencial ciudadano en la realidad virtual está ahí para tomarse ¿Qué nos puede hacer pensar que estos mismos grupos de poder no irán por los no-espacios y apoderarse de ellos también? Mi respuesta inmediata fue que sí, podrían hacerlo, pero vamos pensándolo mejor.

Recordando los tres factores de legitimidad en el mundo virtual para las redes sociales que antes mencioné, las cosas pueden verse un poco más claras. Éstas se basan en la reputación del usuario, y aunque ha habido intentos por parte de organizaciones y compañías para legitimarse en foros virtuales, la mayor parte de las veces esto resulta peor para ellos. La reputación no puede comprarse con dinero, o al menos no es un asunto tan automático en la red.

Los grupos de poder pueden optar por crear sus propias redes sociales dentro de Internet (y lo han hecho, ahí está el ejemplo de esmas.com de Televisa o los últimos intentos del grupo Reforma para establecer plataformas y directorios de blogs en sus portales de noticias). Éstas interactúan y pueden llegar a tener un tráfico considerable, pero en la noción de legitimidad, estos grupos nunca dejarán de ser lo que son, una prótesis de las fuentes de información y comunicación “oficiales” que pueden leerse en periódicos y verse en televisiones. Asumiendo que el usuario/ciudadano es un ser racional y consciente de su entorno, no suplantará las fuentes de información legítimas por éstas. Incluso puede llegar a ser sano, como cualquier tipo de competencia puede llegar a ser. La diferencia es que aquí es una más y no la única fuente de información.

Es y será la legitimidad la clave de que la democracia en red funcione o sea cooptada por los mismos grupos que ahora han controlado los instrumentos de decisión oficiales en nuestro país. Existe, claro, un gran riesgo de que esto a final de cuentas suceda, pero será nuevamente tarea de la ciudadanía defender estos no-espacios.

Es muy probable que las luchas por la democracia en el siglo XXI cobren forma en arenas virtuales, y esto no debe sorprendernos. Sin embargo hoy es más factible pensar que las posibilidades de hacer triunfar a una verdadera y legítima democracia se dan con mayores posibilidades que nunca. El poder de los grupos de interés se encontrará con una resistencia diseminada pero unida a través de redes de comunicación virtuales, sin que existan espacios reales donde sea fácil ejercer control. Las herramientas y los mecanismos de comunicación siempre pueden ser cooptados, pero la infinitud de la red permite que siempre se puedan crear espacios (o no-espacios) nuevos donde deliberar la democracia sin restricciones. Las posibilidades de la democracia en red son enormes siempre y cuando se atiendan las restricciones tecnológicas que hoy nos alejan de ese ideal.

Si queremos regresar a la metáfora con la cual iniciamos, podemos ahora vernos a todos desarrollando mecanismos con los cuales nos comunicamos entre las butacas mientras la obra sigue. Ahora muy pocos están atentos a los actores mientras la gran mayoría del público ha hecho un círculo que no tiene a nadie en el centro. La deliberación entre los que antes eran público y que ahora son participantes radica ahora en subir o no la intensidad de la luz para poder ver mejor. Después de decidir que sí, los protagonistas se dan cuenta de lo que sucede en las butacas y comienzan a platicar entre ellos alarmados.

La luz los ha hecho darse cuenta que es tiempo de que intenten también tomar los espacios en las butacas y los pasillos antes de perder el control. Para fortuna de nosotros los ciudadanos, ellos sólo son unos cuantos, por lo que es muy sencillo movernos de un lado a otro del teatro para siempre ignorarlos. Algunos se disfrazan de público y comienzan a caminar con nosotros, pero eso no tiene nada de malo. Los políticos al final no dejan de ser ciudadanos. El teatro ahora está con las luces encendidas y existen deliberaciones sobre todos los temas. Los protagonistas se han asimilado dentro del público y cada vez es más difícil distinguir a uno de otro.

Después de tomar las decisiones que teníamos que tomar el telón se baja, pero ya no hay nadie en el escenario. Todos nos volteamos a ver desconcertados sin saber qué hacer. Entre las personas comienzan los murmullos. Al final uno que otro comienza a hacer lo que siempre se hace al final de una obra. Se oye un aplauso, luego otro, luego un mar de ellos. Estos aplausos no iban dirigidos a alguien en particular. No a los protagonistas ni a las estrellas. Estos aplausos eran para nosotros mismos.


Fuentes:

Cárdenas Gracia, Jaime (2006) “Poderes fácticos e incompatibilidades parlamentarias”. Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM. México DF

Foucault, Michel (1976) Vigilar y Castigar: Nacimiento de la prisión. Siglo XXI Editores. México DF

_____________ (1977) “Historia de la Sexualidad: 1- La voluntad de saber” Siglo XXI Editores. México DF

Hagen, Martin (1997) “A Typology of Electronic Democracy” NetzLabor – Text Terminal. http://www.uni-giessen.de/fb03/vinci/labore/netz/hag_en.htm

Hardt, Michael y Antonio Negri (2002) “Imperio” Paidos Estado y Sociedad. Barcelona, España.

_____________________________ (2005) “Multitud” Paidos Estado y Sociedad. Barcelona, España.

Mueller, Philipp “La buena gobernanza y las sociedades en red: Más allá de las palabras” en Mariñez, Freddy (2006) Ciudadanos, decisiones públicas y calidad de la democracia. LIMUNSA-Noriega Editores.



[1] Cárdenas Gracia, p. 1

[2] Íbid, p. 3

[3] Hardt y Negri (2002) Imperio.

[4] Foucault, Michel. Historia de la Sexualidad.

[5] Foucault, Michel. Vigilar y Castigar. Un diagrama sobre la estructura del panóptico puede apreciarse en la página de Internet http://www.versvs.net/archivos/articulos/20070411-panoptico.jpg Es importante mencionar que la estructura cilíndrica de la prisión permite al centro tener una perspectiva completa de todo lo que sucede en ella. Ésta es la metáfora que Foucault utiliza en ésta y en otras obras para representar en lo que el biopoder se ha convertido (biopoder: el poder que se apropia de la vida misma, controlando nacimientos, decesos, instituciones educativas, de salud, entre muchas otras). La gobernabilidad se ha convertido en gobermentalidad (gobierno de la mente).

[6] Op. Cit. Historia de la Sexualidad

[7] Hardt y Negri (2005) Multitud.

[8] Concepto acuñado por Foucault refiriéndose al poder que ya no se genera a través del temor a la muerte, sino del control a los elementos básicos de la vida.

[9] Un ejemplo de esto podemos verlo en el portal social “Facebook” accesible en http://www.facebook.com aunque existen cientos de ejemplos

[10] Un ejemplo de esto es el portal Stumble Upon, accesible en http://www.stumbleupon.com/

[11] Para mayor información sobre qué es una wiki se puede utilizar (irónicamente) uno de sus mejores ejemplos: Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Wiki, cabe mencionar que la definición en inglés de wiki es mucho más completa http://en.wikipedia.org/wiki/Wiki

[12] Mueller, Philipp (2006)

[13] Hagen, Martin.

octubre 10, 2007

Los padres a las urnas

El tema del voto a los religiosos en México se ha vuelto un tabú. Nacionalismos trasnochados y liberalismos mal entendidos nos han orillado a opinar que los religiosos deben mantenerse en sus conventos rezando y olvidándose del resto del mundo. Grave error.

Si hay dos grupos que pueden convertirse en agentes [des]integradores de una sociedad esos son los maestros y los religiosos. Son capacidades de establecer redes a su alrededor y conformar visiones de comunidad que hoy en día necesitamos. Leyendo al multicitado (hasta la náusea como dicen) Robert Putnam, la sociedad puede desarrollarse sólo a través de la formación de capital social. Hasta ahí la paráfrasis.

Si algo he leído constantemente en nuestra realidad política mexicana es que carecemos precisamente de ese capital. Los maestros se encuentran desafortunadamente limitados en su actuar y pensar por sus poderosísimos sindicatos, quienes les plantean la obediencia ciega o la muerte profesional: plaza por tu silencio. Los religiosos por el otro lado, aunque hay nefastas excepciones, en su gran mayoría están caracterizados por una abierta capacidad de formación de redes que en algunas ocasiones van encaminadas a la construcción de valores notables. No es casualidad que mucha de la resistencia indígena y no indígena en el sur mexicano está organizada por religiosos.

Habría que distinguir entre el religioso sujeto a la arquidiósesis y aquél que trabaja en hermandades más humanitarias. Sin negar la posibilidad de que el primer grupo también actúe para el bien, la enorme mayoría de los verdaderamente vocacionados se encuentran en el segundo grupo. Las órdenes religiosas son quienes han transformado este país, impulsando la educación, formando redes comunitarias, ayudando a estos mismos grupos para aprender el español, comerciar sus productos, y un largo etcétera.

Más allá de las opiniones personales que tengo contra la religión, nada me cuesta aceptar estas verdades. Y ahora la pregunta que desde el principio tengo, ¿Por qué no permitir que ellos voten cuando significan un grupo representativo de la sociedad? Conste que no me estoy yendo por la justificación hueca de decir "60% de la nación es católica", sinceramente creo que quienes sostienen ese argumento están promoviendo la intolerancia que ellos mismos padecen. Cuando hablo de religiosos, cabe aclarar, no me refiero únicamente a esa iglesia sino a todas.

Las argumentaciones más comunes contra permitir el voto son dos: nacionalistas o "liberales". La primera va en el sentido de no darle al Vaticano la capacidad de influir en nuestros asuntos políticos. La segunda va en el sentido de que el voto al clero significa un retroceso a la sociedad (pero no dicen cómo es esto).

¿Les suena a cuando se hablaba del voto a los extranjeros? ¿Recuerdan aquellas argumentaciones que hablaban de hordas de chicanos votando y empujando nuestra agenda a sus propios intereses gringos? Sí, yo sí lo recuerdo. Y también recuerdo que no votaron más de 2,000 de aquellos 10 millones que supuestamente se abalanzarían a las casillas en los consulados. Les importó poco.

Los religiosos creo que entrarían en el mismo supuesto ¿Creen que les importará más que al resto de los mortales? ¿Creen que tendrán una agenda definida impuesta desde el Vaticano? La verdad que me suena tan ingenuo que sus argumentos se caen solos.

El voto a los religiosos sería un siguiente paso que este país requiere dar para asegurar que nuestra sociedad sigue avanzando en el camino a la completa tolerancia. Ellos tienen tanto derecho como cualquier otro de emitir su punto de vista sobre qué país quieren. Si estamos o no de acuerdo con lo que piensan y defienden, esa es otra historia.

octubre 09, 2007

Democracia en Sindicatos... ¿y en partidos?


Hoy presenta el PAN en el Senado una iniciativa para que los sindicatos también sean sujetos a los principios y obligaciones de la Ley Federal de Acceso a la Información Pública. Al ser entes públicos, de esta manera podrán sujetarse a las peticiones de información que la sociedad les reclame.

En principio pondría en duda la argumentación de la iniciativa ya que los sindicatos no necesariamente son públicos porque legalmente no reciben sus recursos de impuestos, aunque todos sabemos cómo se las gastan estos muchachos particularmente el de PEMEX y el SNTE.

La iniciativa es interesante porque es un ataque directo a uno de los remanentes más fuertes del autoritarismo mexicano, uno que ha provocado fuertes dolores de cabeza a la aspiración democrática que todos hemos pero, ¿se acuerdan lo que se aprobó en reforma constitucional hace unas semanas?

Mientras los panistas en el Senado reclaman mayor transparencia en la elección y juegos internos de los sindicatos, al mismo tiempo aprobaron cerrarle la puerta al IFE y prácticamente cualquier órgano de fiscalización sobre los asuntos internos de los partidos políticos.

Bonita manera de ver la democracia y la transparencia... en los bueyes de mi compadre.

octubre 08, 2007

Asuntos

Asuntos que deberían hacernos reflexionar hoy:


1. Balacera a una cuadra de Gobernación: Creo que el mensaje viene implícito después de la "Sentencia" al "Tigre"

2. "Sofoca PFP pelea de pandillas: un herido"

3. Revelan "Estrategias Hemisféricas" de Venezuela donde se menciona como objetivo "promover" movimientos alternativos al imperialismo estadounidense

4. Alertan posibles lazos entre mafia italiana y narco mexicano

5. Deja dos muertos caída de avión con matrícula mexicana en Venezuela


Señores, ¿aún estamos hablando de simple crimen organizado? ¿Demasiadas coincidencias o demasiad paranoia de mi parte?


Todas las notas de Milenio Octubre 8, 2007.

La UNAM como predio del presidente


La autonomía de la UNAM una vez más se ve manchada ante la posible sucesión de Juan Ramón de la Fuente. Según información que publica hoy Monitor Político, quien parece venir bendecido por Los Pinos para rector es el Ing. José Antonio de la Peña, persona muy cercana al CONACYT de Jorge Romero Hicks.

Ya en 1999 tuvimos un ejemplo similar en el entonces Secretario de Salud Juan Ramón de la Fuente, donde prácticamente fue Ernesto Zedillo quien lo puso ahí. En esa ocasión se habló de razones de urgencia ante la huelga que se tenía enfrente, pero en esta ocasión ¿qué se puede argumentar?

La UNAM se vuelve un punto estratégico para la Presidencia especialmente desde que eroga una buena parte del presupuesto de educación en ella. No resulta para nadie sorpresa que tanto el sindicato de profesores como el de estudiantes se ha vuelto un
dolor de cabeza para el gobierno federal en cada evento que intenta ir. Tampoco resultaría sorpresa pensar en una estrategia para intentar neutralizar su fuerza desde la cabeza pero, ¿se acuerdan lo que pasó la última vez que lo intentaron? ¿Qué costo estaría dispuesto a asumir Calderón a cambio de buscar controlar la energía de la UNAM? Juan Ramón de la Fuente logró un equilibrio en esa Universidad gracias a una política de conciliación y diálogo abierto que sorprendió a más de uno. Lejos de portarse como el alfil de Zedillo, de la Fuente mostró un temple y un carácter enorme ¿Qué agenda traería de la Peña bajo su brazo? Resulta difícil adivinarlo pero sí es evidente el apoyo que recibirá desde los círculos más cercanos al presidente.

Recordemos también que la UNAM fue la casa desde donde surgió la teoría del fraude cibernético. Algunos científicos pagados por la nómina federal a través del CONACYT fueron los que salieron a hablar abiertamente de algoritmos matemáticos que provocaron el comportamiento extraño del PREP y posteriormente del cómputo distrital del miércoles 5 de Julio. Los primeros en alzar la voz sobre el fraude de la elección de 2006 fueron los cerebros de la UNAM ¿Agenda a favor de López Obrador? Probablemente aunque hasta hoy no encuentro un solo incentivo para que lo hubieran hecho por intereses ajenos a la verdad.

Independientemente de estas cuestiones, la sucesión del rector en la UNAM parece que vendrá nuevamente desde arriba, con todos los riesgos que esto implica. La capacidad de ganar una guerra es inversamente proporcional al número de frentes de combate que se tengan abiertos. Calderón parece no entender este principio lógico.

octubre 06, 2007

¿El Forum? No, La Parroquia del Rosario

Hace algunas semanas descubrí que una iglesia conocida de la ciudad de Monterrey había iniciado una interesante remodelación. Interesante porque no tenía mucho de útil, sino que resultaba muy complicado adivinar qué era lo que estaban intentando.

Primero iniciaron con una hilada de bloques a unos metros de la entrada. Posteriormente derribaron todos los árboles que ahí tenían y trajeron palmeras. Sí, palmeras grandes y algunos pequeños arbustos con las mismas características. Hicieron algunas jardineras y derribaron el enorme proyector de anuncios que tenían en la entrada.

Dejé de prestarles atención durante unos días hasta ayer que, como cada año, cerraron la avenida Palestina para hacer sus tradicionales fiestas con juegos mecánicos, comidas y loterías. De nuevo los fui a ver también movido por mi compañera que me dijo que fuéramos a ver cómo había quedado.

No sé si han tenido oportunidad, si habitan Monterrey o lo han visitado en los últimos días, de recorrer el canal de Santa Lucía, una de las majestuosas y ridículas obras que nos heredará el gobernador en turno, con sus fantochadas disfrazadas de primer mundo, sus fuentes patéticas y sus decenas de espejitos para alimentar el ego del regiomontano que por lo general se encuentra maravillado cuando se trata de gastar en idioteces como éstas.

Pues para mí fue una sorpresa desagradable descubrir que la iglesia del Rosario ha caído en la misma trampa. Una inversión que tuvo que ser millonaria ahora que la veo culminada, que derribó árboles que tenían décadas de estar ahí alimentando de oxígeno el ambiente y proporcionando sombra a los transeúntes, derribados. Una construcción que también incluyó durante el último año una ampliación por la lateral de la iglesia y que hoy es culminada por un tonto complejo acuático con fuentes y un puente, las palmeras que quedan completamente fuera de tono con el ambiente de Monterrey, y la presuntuosidad en su máxima expresión.

Dispuestos a demostrarnos una vez más que la Arquidiósesis de Monterrey por dinero nunca se ha sentido limitado, este gasto vino sinceramente a ofenderme. Por el dinero no tanto. Cada quien es libre de regalar su dinero donde se le venga en gana y si de algún lado sacan recursos estos padrecitos es por limosnas y demás extorsiones. Lo verdaderamente me ofendió fue el mal gusto que parece tan característico cuando se trata de construcciones faraónicas que terminan siendo patéticas ante las demás construcciones que los circundan.

El colmo, les repito, fueron las palmeras ¿A quién se le pudo ocurrir semejante desfachatez? Parece que el padrecito Rogelio, el encargado de esta parroquia, jamás ha tenido buen gusto. Destrucción de árboles y una construcción propia del típico naco recién enriquecido que no tiene ni idea de la estética (no que yo lo tenga, pero afortunadamente no tengo dinero para que se den cuenta).

Hoy comienza su tradicional feria por el aniversario de la virgen del Rosario y una vez más esta parroquia se ha pasado a los vecinos (incluyéndome) por el arco del triunfo. Cerró calles, convirtió una importante avenida de la colonia en su patio trasero, llenará de ruido y basura todos los alrededores, y todo para convertir a los fieles en un símbolo más de su mercantilismo sin límite.

Lo que para mí resulta más preocupante es que después de este gasto no he escuchado una simple voz de protesta, ni por los árboles destruidos, ni por el gasto implicado, ni siquiera por lo fea que les dejaron su iglesia, probablemente sin consultarles a quienes ahí asisten ¿Por qué no mejor gastaron esos millones en adaptar un estacionamiento cercano? ¿Saben lo problemático que resulta para los vecinos que todos los días a las seis de la tarde, y especialmente los domingos, estén todas las banquetas atiborradas de quienes los visitan? Creo que ante la pregunta de si les importa, la respuesta es obvia.

Aquí les regalo un humilde video mal hecho de la parroquia.

octubre 02, 2007

Los crímenes anónimos

El crimen es un evento casual en donde se involucran tres factores al menos: la víctima, el victimario y el móvil. Alrededor de estos tres se enumeran una serie de elementos como el lugar donde se perpetró, el tiempo, los cómplices, el arma si es que hubiera, los recursos y todos los actores económicos del crimen.

La ola de crímenes que sufrimos en Nuevo León durante este año, y que en los últimos días parecía volver a iniciarse, tuvieron como denominador común estar encasillados casi automáticamente como "luchas entre bandas del narcotráfico". El problema es que ahora parece que muchos de estos crímenes fueron perpetrados bajo el disfraz protector que esta guerra permitió a otros criminales menores.

La aprehensión de algunos delincuentes dedicados a la toma clandestina de gasolina, y la ejecución perpetrada el pasado viernes en el centro de Monterrey parecía un despertar de las luchas entre narcos. Cuando fueron aprehendidos por la policía ministerial, la prensa inmediatamente habló de Zetas. Cuando comenzaron a declarar y resultaron simples robacamioneros la nota bajó de categoría a la nota roja de los diarios y se olvidó el asunto.

Ahora sería pertinente investigar cuántos raterillos no habrán aprovechado el clima de 2006-2007 para deshacerse de sus incomodidades personales. Especialmente cuántos de estos policías no habrán muerto por otras razones, y rápidamente fueron manchados por la duda de "si lo mataron fue por andar en cosas sucias" ¿Alguna mujer celosa que habrá mandado matar a su marido por andar de putero en putero todas las noches? ¿Algún compadre que intentó fraudear a su amigo y en el intento fue rafagueado por las automáticas que ahora se consiguen en cualquier parte?

Las investigaciones comenzarán a arrojar luz sobre todos estos crímenes, pero muchos de ellos quedarán disfrazados como el móvil innombrable, cuando a lo mejor se trataba de algún asunto de faldas.

Los crímenes anónimos, los muertos que no pueden venir a defender su reputación. Daños colaterales de una guerra que México ahora combate.

El Estilo Personal de Calderón

Publicado originalmente en SextoPiso

El estilo personal de gobernar, frase que Daniel Cosío Villegas hiciera famosa mientras escribía sobre las excentricidades de Luís Echeverría en los setenta, ahora lo podemos utilizar para describir una situación que esta semana ha reventado en escándalo de baja intensidad. Tan de baja intensidad que casi les puedo asegurar que no han escuchado nada.

Varios factores se han juntado para el escenario del que les hablaré hoy. Primero, que los medios de comunicación electrónicos han cerrado filas en torno al presidente, situación evidente en muchos ejemplos, pero especialmente en éste. Segundo, una mayor atención de la presidencia a la seguridad nacional y regional. Tercero, una sociedad tolerante a los excesos del gobierno cuando se trata de “un bien mayor”, como lo puede ser la seguridad.

Una sociedad temerosa de un enemigo externo es la mejor oportunidad para cualquier presidente para impulsar políticas y acciones que podrían ser cuestionadas fuertemente en otras circunstancias. Ya en mi blog hace algunas semanas alertaba sobre esta situación, en donde los supuestos atentados del EPR en Veracruz me sonaban demasiado bien hechos para ser de un grupo desarticulado, pero especialmente por un grupo sin recursos financieros para lograr una coordinación terrorista de esta intensidad. Me resulta imposible imaginar hombres disfrazados con pañoletas y fusiles de la Segunda Guerra Mundial poniendo en jaque a PEMEX. Más bien me sonaba, allá decía, a provocación en el mejor escenario, por no decir autoatentado al estilo del buen José Murat.

La revista Milenio de la semana pasada sacó un preocupante reportaje donde alertaba sobre una práctica que la Procuraduría General de la República estaba realizando contra familiares de supuestos miembros de este ejército revolucionario, especialmente aquellos dos que en los últimos mensajes del grupo guerrillero se han reclamado como garantía para detener sus ataques. Lo repudiante de esto es que las bases de datos que la PGR está utilizando para sus hostigamientos, amenazas, intervenciones telefónicas y espionaje, son las mismas que durante el sexenio de Vicente Fox se construyeron para el trabajo de la Fiscalía Especial de Asuntos Políticos y Sociales del Pasado.

Si esto es verdad, aquellos hombres y mujeres que participaron activamente en las investigaciones, denuncias y acciones de la fiscalía que tuvo como función esclarecer muchos de los crímenes con los que el viejo sistema agravió a la sociedad mexicana, ahora son víctimas nuevamente del sistema, pero vestido de azul.

Si con una acción tuviera que diferenciar a Vicente Fox de Felipe Calderón, ésta pudiera ser. Más allá de todo lo demás que pudiera decirse de uno o de otro, si se puede llegar a demostrar que la PGR ha retomado una base de datos con tan noble causa para tapar su patético actuar en los atentados terroristas, ficticios o reales, se habrá demostrado que el gobierno federal por primera vez se siente cómodo ejerciendo el poder, y no en su mejor acepción.

Mencionaba que junto con este hecho se relacionan otros dos hechos preocupantes. Primero que los medios electrónicos no han hablado del asunto (¿intencionalmente o no?). Pero también que la sociedad se encuentra en una posición de aceptar ésta y cualquier otra acción con tal de salvarse de un peligro inventado por no sé quién.

Como miembros de una sociedad que se presume democrática, no podemos tolerar ninguna de estas acciones ni hostigamientos, así se hagan en nombre de la seguridad nacional que supuestamente nos quieren vender. Desde este espacio envío mi solidaridad a aquellos que por creer en el gobierno, una vez más los han traicionado. Y me gustaría ver que esta solidaridad no se acaba aquí.

octubre 01, 2007

Con mecate corto


Para quienes hubieran dudado que los medios le iban a cobrar caro a Felipe Calderón su "ausencia" mientras se aprobaba la reforma electoral, y su implícito apoyo a estos cambios constitucionales, recordemos que anduvo en Oceanía y hasta con el celular apagado según cuentan quienes intentaron contactarlo para detener esto, esta mañana aparece en primera plana de Milenio electrónico la gira de Andrés Manuel por Puebla, donde se jacta que gracias a él y su movimiento, es que traen a Calderón con el "mecate corto".

Al parecer el mecate corto se lo quieren poner al presidente otros poderosos, inconformes con los modos como les han intentado mostrar que su poder no es infinito. La lucha entre los medios y Calderón (con todo y Santiago Creel que ahora parece que se quiere volver un salvador de la patria contra los poderes fácticos según Sergio Aguayo), parece que tendrá un tercero ganador.

A mayor presión contra los medios, estos aumentarán la presencia de López Obrador en los noticieros. No fue casualidad que en primetime se anunciara el mensaje del mismo Peje en un salón de la Cámara de Diputados mientras instruía a sus simpatizantes a que boicotearan la reforma fiscal. Tampoco es casualidad lo que hoy se anuncia, justo el mismo día que supuestamente entraría en vigor el aumento a la gasolina. De pronto, la censura al peligroso comienza a olvidárseles a Bernardo Gómez y su gente.