Camino a Ensenada, de sur a norte, en la ultima parte del tramo llegamos a un pueblo que se llama El Rosario, a 60 kilometros al sur de San Quintin. Desde ahi comenzamos a ver el verde vestir los valles. Son las zonas agricolas del Estado, en donde millones de toneladas de diversas legumbres son cosechadas para ser exportadas a Estados Unidos. El resto, la de menos calidad, es repartida en los mercados locales, los cuales los pagan a mal precio, y luego los venden como si fueran de primera.
Unos camiones amarilos llenos de personas llamaron mi atencion. Llenos de personas dije ya. Repletos, hasta limites fuera de lo humano. Hacinados, revueltos, sin espacio siquiera para respirar. Apretados unos contra otros, manejados de un sembradio a otro sin ningun respeto por la persona. Llegan al lugar donde hay que cosechar el dia de hoy y ahi salen uno a uno de ese campo de concentracion para desplegarse entre las plantas que habran de recoger el fruto, a 30 grados al sol directo, sin ningun tipo de proteccion.
La vida del campesino siempre ha sido asi, no es nada nuevo. Sin embargo el tipo de vida que tienen que llevar porque no les queda de otra, esa si es nueva, al menos nueva para mi. El camino se hace lento por la gran cantidad de transportes qeu invaden la carretera transpeninsular, tractores, camiones de redilas, camiones de carga, trailers, entre otras maquinas. Miles de personas percibiendo menos que el salario minimo, transportados como ganado desde el sur de Estados como Oaxaca y Guerrero, en donde no han tenido ninguna oportunidad de crecer. Son llevados con familias enteras a vivir en cuartos de tres metros por tres metros, sin ningun tipo de derecho de salud, de educacion, de esparcimiento, de desarrollo humano.
Las grandes economias siempre son desarrolladas de una manera u otra por este metodo, la sobreexplotacion de la mano de obra. Tanto nos quejamo del trato al ilegal mexicano en Estados Unidos y estamos viendo las mismas pautas en el sur de Ensenada. Lo peor es que con un salario veinte veces inferior. Los propietarios de estas tierras son millonarios, de hecho de las familias con mayores ingresos de todo el Estado, mientras viven de esta esclavizacion sin limites hacia familias desprotegidas, traidas a la fuerza de la necesidad, del hambre, a morirse en el sol, en la insalubridad, en la desesperanza.
Hemos de retratar este ejemplo de explotacion humana en pleno siglo XXI como algo natural, algo normal, algo que no puede cambiar porque, a final de cuentas, siempre habra ricos, y siempre habra jodidos que los mantengan.
Donde esta la Secretaria del Trabajo, el IMSS, la Proteccion para el Trabajador, la conciliacion y arbitraje, la Secretaria de Desarrollo Social, donde estan los Diputados que supuestamente evitan este tipo de animalizacion del ser humano.
1 comentario:
Quiza por estar tan cerca de una de esas familias de "ricos", puedo dar una opinion diferente a la tuya.
Yo he escuchado mil veces conversaciones entre ellos y de verdad tienen una preocupacion real de como ayudar a sus trabajadores, y las oportunidades que ellos les ofrecen al tenerlos del otro lado del pais son genuinas.
Who knows.. who knows..
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