julio 21, 2011

Democratizar la autonomía

La autonomía fue la panacea después de la ciudadanización del Instituto Federal Electoral. Se confundió con rendición de cuentas, y pensamos que una cosa llevaría a la otra. Hoy que vemos al IFE convertido en un espantapájaros me pregunto si podríamos llevar a la PGR por ese mismo camino.

Parece que los partidos encontraron la clave. La autonomía está sujeta a cualquier modificación legal o constitucional que se les ocurra. Los nombramientos deben pasar por los líderes de las bancadas. La mutilación de un instituto autónomo incómodo es una amenaza real.

¿Imaginan una fiscalía que deba pasar por el filtro de los diputados que no han sido capaces (o no han querido) nombrar a los tres consejeros del IFE desde hace ocho meses? ¿O que deba pedir su presupuesto a quienes siguen enfrascados en batallas electorales antes que en la agenda legislativa? Peor aún si vemos la fortísima dependencia que tienen los diputados hacia los gobernadores que en no pocas ocasiones incurren en graves faltas al código penal y a la ley de responsabilidades administrativas de los servidores públicos.

La contraparte es la Procuraduría actualmente atada al capricho del presidente de la república. No recuerdo un solo titular del Ejecutivo que no haya hecho uso político de la procuración de justicia, persiguiendo opositores incómodos.

Parece que la solución tendría que pasar por un filtro más amplio. Apoyemos la creación de una fiscalía autónoma sí, pero vayamos más allá ¿por qué no, tal como sucede en Estados Unidos, proponemos que el Fiscal sea elegido por el electorado? Y si este modelo nos funciona ¿por qué no hacemos lo mismo para tantas otras instituciones hoy secuestradas? Pienso en el IFE, en la Comisión de Derechos Humanos, en la Comisión Federal de Competencia ¿se me va alguna?

4 comentarios:

Antonio dijo...

Síndicos y regidores municipales, para empezar.

Los alcaldes se la viven justificando sus decisiones argumentando que fueron aprobadas por el cabildo, sin embargo el cabildo no es un órgano electo por los ciudadanos. Tal vez podríamos empezar por obligar la elección popular de síndicos y regidores para municipios con población mayor a cien mil habitantes.

Al fin que sueldos, ya los cobran.

Un abrazo.

rm dijo...

Fíjate que oficialmente se hace la elección del Ayuntamiento, que incluye elegir a síndicos y regidores. Pero sí entiendo tu punto de que no se le da mayor relevancia a las caras y perfiles de quienes finalmente compondrán el cabildo. muchas veces se usa para pagar favores antes que para componer un cuerpo de funcionarios eficiente. ojalá se le pueda dar mayor relevancia a estos funcionarios ¿al jefe de la policía municipal? ¿crear la figura de city manager? hay muchísimas ideas que podríamos apropiarnos para hacer más responsables a los municipales. por ahí podríamos comenzar a hacer una diferencia. un abrazo.

carlos vázquez ferrel dijo...

A pesar de lo que comentas, el IFE, CNDH, IFAI y demás organismos autónomos, hoy funcionan mucho mejor que cuando dependían del gobierno.

rm dijo...

de acuerdo, pero podrían funcionar mejor si los apartamos de las dinámicas partidistas