abril 18, 2006

Markietian

Como el viejo Leviatán de Thomas Hobbes, ahora suspendido en sus últimas arrugas, en los antaños fuertes brazos. ahora queda un poco de eso pero un mucho de recuerdos y nostalgias.

Ahora hay un nuevo animal político: el Makietián, animal alimentado por la mercadotecnia, por la imagen, por el terrible despojo que las televisoras y radiodifusoras han dejado del fuerte Estado encargado de todo.

Ahora Leviatán es el abuelo del Markietián, sentado en una silla enfrente de su viejo televisor, rogando por un poco de atención que Markietián se niega a darle.

Podemos verlo en las posturas de los candidatos. El Estado es nada. Todo es la imagen, la televisión, el gasto en campaña.

El problema es que Markietián no busca el bienestar del Estado sino que tiene una nueva estrategia. ¿Qué hace una campaña publicitaria como cualquier otra? Toman lo que cada cliente quiere, lo analizan psicológicamente, lo transforman en una emoción que levanta de sus asientos a los consumidores, y entonces le dicen que el producto que ellos venden es la respuesta a todos uss problemas.

Markietián ha visto cómo funciona esto. El monstruo se mueve entre sus fuertes carnes y descubre la fuerza que eso tiene. Engañar al electorado sugiriendo que cada propuesta es la mejor solución a todos los problemas previamente analizados.

¿O es casualidad que todos los candidatos ofrecen prácticamente las mismas soluciones a los mismos problemas?

Markietián lanza su brigada de encuestadores a las calles y le pregunta a la gente qué es su deseo de sus representantes políticos: Menos pobreza, más empleo, más seguridad, más educación. Luego toman esas respuestas y le dicen a los que pagan el dinero suficiente: Tienes que ofrecer esto, aquí está. Ofrécelo con una sonrisa y una dentadura totalmente perfecta, con un rostro bien rasurado, con una camisa llamativa. Ofréceles no pagar impuestos, ofréceles que de aquí a dos años seremos primer mundo.

Leviatán no se preocupaba por la gente, lo importante era el Estado, pero a este Markietián ni siquiera el Estado le importa. Dice lo que el elector quiere escuchar y lo dice fuerte y claro. queremos más pensión para los viejitos, queremos más parques, más taxis.

¿Saben cómo hacerlo? Por lo general no. Los políticos que ganan las elecciones ahora vemos que son personas que ni siquiera tienen idea de cómo se hacen las cosas. Vamos, tal vez tengan nociones de cómo se han venido haciendo hasta ahora con resultados nefastos, pero no tienen ni la más mínima idea de cómo cambiar las cosas para bien. Ni siquiera les importa.

Markietián se alimenta de esto mientras vemos extrañados que todas las campañas ofrecen las mismas cosas, pero ninguno de ellos, NINGUNO REPITO, presenta los "cómo". Precisamente porque no tienen idea. Lo importante es ganar no gobernar. Ya en el poder lo demás es lo de menos.

Nuestra nueva clase política no le importa el poder, le importa la imagen y la popularidad. por eso los encuestólogos se han vuelto en los nuevos brujos a un lado del trono. Ya no son magos sino encuestólogos. Se afanan en dar el porcentaje del candidato mejor posicionado y ni siquiera se dan cuenta los políticos que estos nuevos servidores suyos son los esclavos de Markietián, enviados precisamente para nublar la mente de los pobres políticos que siguen pensando que tienen en sus manos las riendas de esta bestia.

Bienvenida la frase corta y fuerte: Bienvenido el mensaje vacío. Bienvenida la mercadotecnia como única fuente de poder. No se trata de convencer sino de estupidizar al elector.

1 comentario:

Batz dijo...

Seguro que V tiene algo que decir al respecto, no?

Estoy de acuerdo en que la mercadotecnia es el nuevo compa~ero del poder... mi idea es que la poblacion, no solo de Mexico, es que las personas dejaron de leer y dejaron de intersarse...

Como en el mundial, todo mundo sigue a la seleccion... en las elecciones se medio fijan en los candidatos... pero no en las propuestas, sino en las mejores sonrisas..