Balaceras en Antros de Monterrey

Anoche sucedió algo interesante. Mientras a las 8pm se fue la luz en los departamentos donde vivo (que no volvió hasta las 11am de hoy Sábado), recibió mi novia una llamada de una amiga donde le decía que se había cumplido la profecía del correo electrónico: Habían balaceado varios antros en Monterrey, ¿quienes? Los villanos favoritos, los Narcos.

Al no tener luz y no poder demostrar lo contrario, se presentó un momento de incredulidad pero mezclado con un sentimiento de "y si sí?"Me medio quedé dormido mientras deambulaba en mis pensamientos, pero principalmente por la botella de vino que nos habíamos tomado y que siempre provoca en mí esa somnolencia que no puedo controlar.

Hoy en la mañana seguía sin luz y sin poder corroborar lo contrario, pero comenzaba a dudar. Si algo así hubiera sucedido anoche, habría habido más llamadas, más ruido en la ciudad. De acuerdo a la versión telefónica que recibimos, al menos 5 o 6 antros habían sido balaceados sólo por el gusto de hacerlo.

Ahora, al día siguiente y sin la presión del "y si sí", podemos reflexionar. Los narcotraficantes que se encuentran en disputa en Monterrey si algo han demostrado en estos años es tener un modo de actuar sumamente quirúrjico y preciso. Salvo algunos tontos que por lo general son los que atrapan y terminan tras las rejas (como espero que sea el caso de los criminales que lanzaron granadas a la policía de San Pedro), los sicarios atacan objetivos específicos y por lo general sin dejar víctimas inocentes (repito que por lo general).

La razón es simple: cuando atacan a alguien, implica una organización previa que cuesta tiempo y dinero, esto sin contar el riesgo de ser atrapado o el costo de las armas que se utilizan (que no son baratas ni las armas ni sus municiones). Si alguien va a ser asesinado es porque alguien más pagó por esa ejecución. Los precios varían de acuerdo al peso de la cabeza que quiere ser derribada. Esto implica que los ataques masivos por lo general no son el modus operandi de la mafia mexicana.

Digo, ahora es fácil concluir cosas como éstas, pero la verdad es que anoche la terrible coincidencia de falta de electricidad, la llamada telefónica, el correo electrónico que a medio Monterrey nos llegó ayer con la advertencia de que algo así sucedería en la noche, y porqué no, las copas de vino, provocaron en mí una reacción de intranquilidad ligera que me hizo pensar que tal vez sí.

Si lo relacionamos con los ataques a casinos que hemos visto en Nuevo Laredo y en Saltillo últimamente podríamos encontrar una tendencia. Alguna teoría podría ser que se está buscando cerrar negocios donde obviamente se lava dinero, para así abrir otros o crear monopolios de "lavanderías" controladas por los grupos que se están disputando. En lugar de que se lave en el Caliente, ahora se lava en el Yak, por ejemplo. No sería ninguna sorpresa descubrir que en esos antros tan populares como el Havana, el Papa Bills o el Pacifica se procesa dinero sucio del narcotráfico a cambio de algunos ingresos extras, y de protección.

Obviamente que se trata de dos procesos diferenciados. Uno son las ejecuciones , pero ¿qué tal si esta pésima broma comienza a hacerse realidad? Asaltos a restaurantes y centros comerciales concurridos como los sucedidos la semana pasada, falsas alarmas en antros y bares populares ¿Encuentran la tendencia? La respuesta se llama miedo, una de las armas más poderosas con la que cuenta cualquier grupo en guerra. El miedo genera presión sobre la autoridad y provoca que la policía actúe de manera más errática.

¿Se acuerdan qué evento está a 3 meses de comenzar? El Forum de las Culturas. Qué mejor oportunidad para arrodillar al gobernador y a su gente, ¿no?