Estaba la multitud dispersa y desesperada. El calor era bochornoso y pegajoso, con todo y que siempre lo bochornoso resulta pegajoso y viceversa. En esta ocasión cabe separarlos para darles su respectiva ponderación.
Comienza a hablar el tercero al turno sobre la imaginación que tienen los arquitectos, la capacidad de crear obras únicas, su aproximación a las formas, a la sensibilidad, a una perspectiva de la vida que pocas personas comparten, pero casualmente se encuentran más fácilmente entre aquellos que eligieron la profesión de los dibujantes y escribanos del cielo. Gracias! dice, refiriéndose a las gracias que la vida le dio por haber podido elegir esa profesion que le permite disfrutar de esos placeres de pintar, tomar fotografias y esculpir. Gracias!, quizás lo que le falla es la entonación, pues se escucha mucha fuerza en su palabra, mucha emoción tal vez innecesaria para un oído distraido.
La respuesta de la multitud es obvia. Escuchan gracias entre cientos de palabras a las que no les estaban poniendo atención y se imaginan que es el tipico "gracias" de despedida. Las palmas comienzan a unirse en un mar de aplausos fatigados y el conferencista se queda mirando sorprendido esos aplausos. Silencio que él hace para esperar que ese premio inmerecido termine, hasta que oh sorpresa, el maestro de ceremonias también se encontraba distraido al grado tal que comienza a caminar rumbo al micrófono. El rostro de desagrado y sorpresa no cabe en la cara del ponente.
Solo podrá compensarlo cuando descorchen el vino, mismo que a los pocos minutos estará agotado. Una noche más, y un recuerdo menos.
1 comentario:
Lo mejor de toda la noche fue la pregunta que le hicieron a mi papá casi al final dos de sus expectadores:
"¿y que es la cerámica arquitecto?"
=/ cositas!
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