
Ayer me paseaba por FAMSA para ver las cocinas que ahí ofrecen, por cierto no muy agraciadas, y noté que habían abierto un banco ahí. También no pude dejar de notar que ofrecían sin riesgo alguno, una tasa de interés por cuenta de ahorros a 365 días de 7.37%, casi 5 puntos arriba que lo que te ofrece cualquier banco y también sin incluso por encima del 3% que está ofreciendo cualquier fondo de inversión bancario de deuda (de esos que no se desplomaron durante el inicio de este año).
Cabe recordar que esta tasa no es preferencial sino que la ofrecen desde 4000 pesos a cualquier persona, incluyéndome a mí. No estamos hablando del 7% que ofrecen los CETES a grandes inversionistas sino a familias e individuos comunes y corrientes como yo.
Entiendo la estrategia. Agresividad para entrar al mercado. Se había planteado ésta precisamente como una de las ventajas de permitir que Wal Mart, Banco Azteca y FAMSA (entre otras) ofrecieran servicios bancarios certificados. El ahorrador común que había visto cómo su patrimonio creció mediocremente a lo largo de 2007, y que se quedó prácticamente estancado al inicio de 2008, por no hablar de los que invirtieron en fondos de rendimientos y perdieron una parte sustancial de sus ahorros con la crisis hipotecaria, ahora puede voltear a estos productos que ofrecen más de 7 puntos garantizados.
Es muy extraño pero en México, a diferencia de otros países como Estados Unidos, normalmente nos vamos más por lo conocido, aunque no nos esté ofreciendo nada atractivo. Así puede entenderse porqué la gran mayoría de los mexicanos seguimos invirtiendo nuestros humildes ahorros en cuentas de cheques (sic por aquello de que se está "ahorrando" ahí), en fondos de inversiones de las grandes instituciones que ofrecen rendimientos que apenas rebasan la inflación (por poner un ejemplo, la inflación acumulada de 2008 ya va en casi 2 puntos, pronosticando más de 4 para el final de este año, cuando el rendimiento apenas ha llegado con mucho trabajo a 2.5% en fondos de inversión de más de 500,000, sin hablar de los que invertimos más artesanalmente).
Siempre vale la pena, al menos como lección de humildad a los grandes bancos parásitos, buscar alternativas dónde acomodar nuestros pequeños ahorros. Recordemos que la suma de nuestros ingresos pueden ser contundentes para forzar bajas en las comisiones y alzas en las tasas de interés a cuentas de ahorro individuales. Vale la pena que le demos una oportunidad a estas instituciones. Por supuesto que hay que leer bien las letras chiquitas con aquello de los castigos por retiro anticipado y otras comisiones y retenciones fiscales, pero ahí tampoco (en las letras chiquitas) salen bien parados los grandes bancos. Se me hace que hoy le doy una visitada a la mueblería del pueblo. Y por supuesto, si alguien sabe malas noticias de estos bancos avíseme antes de cometer una burrada.