marzo 26, 2008

Alternativa


En esta semana se define el consejo estatutario del partido Alternativa, tal vez uno de los más ignorados en esta presente Legislatura. Gracias a un millón de votos alcanzados principalmente por la capacidad de Patricia Mercado para posicionarse como un partido de izquierda que estaba alejado de la intolerancia que ya comenzaba a vislumbrarse en otros partidos con mayores posibilidades de ganar, el partido mantuvo el registro y logró acomodar algunos diputados.

Quizá una de las pocoas cosas con las que han llamado la atención fue la propuesta de Marina Arvizu en 2007 para que en el marco de la reforma electoral los partidos accedieran a reducir drásticamente su financiamiento que actualmente cuesta en tiempos de campaña 13mil millones de pesos (el programa Oportunidades cuesta alrededor de 30mil nada más para que nos demos una idea).

Su silencio no es casualidad. La verdad que un partido que pintaba para verdaderamente hacer una diferencia se ha hundido en un marasmo triste del que probablemente no pueda salir. Su presidente Arturo Begné se ha visto envuelto en varios escándalos que han debilitado la imagen que había construido Patricia Mercado en 2006. Lo que esta semana se define es si este señor podrá sostenerse o no a través de una reelección ilegal en la dirigencia del partido. Mercado ha puesto todo su esfuerzo por recuperar el partido que le fue arrebatado mientras ella contendía en los debates presidenciales impresionando a cuanto se dejó seducir.

Una sustancial clase intelectual y organismos de la sociedad civil, movimientos feministas, gays y ecologistas fueron los principales impulsores de este partido, pero ellos mismos han visto con sumo desánimo la actuación del partido que en manos de Begné se perfila a ser un negocio entre cuates más como tantos otros.

La reelección de Begné que es casi un hecho puede finalmente desahuciar a Alternativa pues perdería definitivamente el apoyo de estas organizaciones que fueron su sustento. Correría la misma suerte que el partido de la Rosa de Rincón Gallardo y el México Posible que en 2003 intentó la misma Mercado.

La lección de este triste hecho puede ser que un partido no puede construirse únicamente a partir de buenas voluntades como Mercado y muchos otros pensaron. Su conflicto con el ala "Campesina" que amenazó con intentar postular al Dr. Simi en 2006 y que luego se separó, así como la pelea entre los pragmáticos de Begné y los puros de Mercado puede ser demasiado para un partido con poca estructura.

Esperemos que pueda recuperarse un proyecto que nació prometiendo mucho y que parece destinado a ser víctima de las ambiciones de un triste personaje como Begné.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojalá se recupere éste partido, me dio mucho gusto que en las elecciones de 2006 le quitara votos vitales a AMLO y esperaría que lo volviera a hacer.

rm dijo...

Compartimos el deseo pero no por los votos vitales, sino porque verdaderamente representaban una opción de izquierda más propositiva en nuestro país. Como digo, lástima que fue secuestrado por Begné.

Cerebro dijo...

Eran las pocas aspiraciones del país hacia un futuro socialdemócrata. Bueno, ahora nos aguantamos a soportar a la derecha autoritaria y la izquierda autoritaria.

Carlos Gregorio dijo...

Mi estimado Ricardo:

Tienes mucha razón los de Begné han arruinado una promesa, aunque efímera lo era, la gran equivocación fue al principio al integrar a un grupo de campesinos corruptos (IRIS) con el afán de lograr el registro, les salío muy caro.

La señora Mercado pudo aceptar la secretaria del Trabajo, era suya, se la daba calderón, empero no lo hizo, no sé si fue cuestión de pureza o de otra cosa, en ocasiones dudo de su trotskismo.

En fin, lo de las CAP'S ha sido una burla, y alternativa es un partido más que se escapa de las manos de la ciudadanía.

Un abrazo.

Carlos Gregorio dijo...

En cuanto a lo de la socialdemocracia, era un vil disfraz, de lo que se puede o no se puede ser.

La socialdemocracia sin comparar los modelos nórdicos y escandinavos, es simplemente una derecha muy a la moda de los grandes capitales.

¿Me pregunto si, patricia tuviera el control, por fin lo declararía trotskista?

No lo creo.

rm dijo...

El trotskismo de Mercado fue una facha. Con decirte que hasta Elba Esther era trotskista. Habría que rescatar ciertas ideologías antes de que sigan manchándose con nombres que las usan un rato y luego se cansan de ellas.