El resultado, que ya he comentado aquí, fue el descubrimiento de que la procuraduría estatal de Baja California estaba hasta el cuello de corrupción y contubernio con los cárteles de la droga. La consecuencia de esto fue la destitución sin honor de aquél general audaz. Señalado por estupideces como que le gustaba beber y golpear a las mujeres, fue primero removido de la Zona Militar correspondiente a Baja California y luego "retirado".
Hoy su genial idea es retomada por la SEDENA. Abre una línea telefónica para la denuncia ciudadana contra el crimen organizado y contra el narcotráfico.
01 800 832 4771
Una buena forma de reconocer un buen esfuerzo, aunque sea después del desprestigio. Ésta suena como una excelente idea.
1 comentario:
Y luego preguntan por qué el Chapo está en la lista de Forbes entre los más ricos...
Publicar un comentario