julio 01, 2009

Todos somos Camero

Héctor Camero se encuentra en libertad bajo caución, tal como en este momento podemos considerar a la libertad de expresión en todo el país. Pocas veces tenemos la oportunidad de ver de qué está hecho un gobierno como el ejemplo que Calderón, la SEGOB y el Poder Judicial nos están regalando con este acto de autoritarismo puro.

La tarde del martes afuera de la sede del Poder Judicial de Nuevo León se confirmó lo que ya todos preveían, el juez no encontró argumentos suficientes para negar el auto de formal prisión. Un juez en Saltillo había otorgado previamente un amparo, lo que impidió que fuera aprehendido inmediatamente. La construcción de la acusación y la forma en que las fuerzas federales procedieron contra Tierra y Libertad representa a todas luces una flagrante violación a los derechos más básicos de cualquier ciudadano.

Habrá quienes aleguen que el hombre violó la ley al tener una radio comunitaria sin un permiso que le conceda su operación, sin embargo hay varios puntos que deben de analizarse. Primero, según nos comentó el propio Camero el martes en el programa de El SextoPiso, la sanción por la que debieron perseguirle es administrativa y contemplada en la Ley Federal de Radio y Televisión, no como daños a bienes nacionales que es como finalmente está siendo perseguido, y que amerita pena corporal. A diferencia del resto de sus compañeros de Tierra y Libertad que sí fueron procesados bajo esta figura, Héctor Camero es el único que se encuentra prácticamente tras las rejas si es que el amparo deja de causar efecto. Segundo, Radio Tierra y Libertad tiene más de siete años solicitando el permiso que le conceda operar, pero hasta la fecha le ha sido negado. El único que puede dárselo es irónicamente Fernando Gómez Mont, uno de los más activos perseguidores de Camero en el gobierno federal.

Esto se debe analizar también como un esfuerzo sistemático de los gobiernos panistas para acabar con las radios comunitarias en nuestro país. Desde la sospechosa alianza entre Vicente Fox y Televisa para sacar las reformas a las leyes de radio y televisión y telecomunicaciones en 2006 (la famosa Ley Televisa), uno de los objetivos secretos del gobierno era precisamente ponerle un alto a las radios operadas por grupos indígenas sin ningún tipo de control. Lo que varios personajes comentaron en su momento en entrevistas a quien escribe, es que la gente más conservadora del gobierno de Fox consideraba a estos grupos y radiodifusoras como focos de contagio de guerrillas y movimientos contra el gobierno. Prácticamente acusaban a las radios comunitarias de ser la voz de grupos guerrilleros como el EPR y sus escisiones.

Cuando el martes le preguntaba que si cuál creía él que hubiera sido la principal razón para ese actuar desproporcionado y completamente violento del gobierno federal contra Radio Tierra y Libertad, él mismo consideraba que se trataba de un castigo ejemplar. Si en Monterrey se podía lograr esto, el resto de las radios comunitarias tendrían que someterse.

El problema es que el golpe no se le da a Tierra y Libertad o a Héctor Camero. El golpe se le está dando a la sociedad entera, cerrando un espacio de expresión más, obligándonos cada vez con mayor fuerza a que nuestra única fuente de comunicación sea la programación de Televisa y TV Azteca. Criminalizar a un hombre que ha dedicado su vida a luchar por los derechos de su gente no tiene otra calificación más que lo más bajo a lo que puede llegar un gobierno. Si lo que verdaderamente pretende el PAN con estas acciones es silenciar a los grupos disidentes, con mayor razón les está dando fuerzas para seguir gritando y exigiendo justicia. El gobierno que se ufanaba de ser diferente al PRI en cuanto a protección y promoción de los Derechos Humanos el martes nos ha dado una muestra de su nefasta hipocresía. No es Camero quien está siendo perseguido. Somos todos. Todos somos Camero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es la mina de oro del gobierno federal, este en el partido que esté. Las concesiones de radio y televisión deberían ser ABIERTAS para que todo mundo pueda abrir su estación de radio o TV. Todo gobierno tiene esta clase de minas de oro, igual los gobiernos estatales con sus atesoradas notarías. Las notarías son otra concesión que debería ser libre y abierta, pero pues claro que entonces no valdrían tanto.


Saludos.