octubre 31, 2009

La ciudadanía y el paquete económico

La decisión por el paquete económico está reflejando varios aspectos de nuestra sociedad que vale la pena analizar: la sensación de que el futuro nos alcanza, el aglutinamiento del descontento ciudadano, y la fragilidad de nuestro sistema de partidos frente a un reto de enorme magnitud.

Comencemos por la mejor noticia. Aunque muchos pronosticaron que el descontento social se iba a evaporar tan pronto pasaran las elecciones, agrupaciones civiles por el voto en blanco y las que propugnaban por anular el voto se han encontrado en varios frentes: primero, la clase política se ha visto enfrentada nuevamente por una sociedad civil más organizada de lo que ellos esperaban. La intensidad del debate político no aminoró al saberse el PRI ganador y siendo ratificados los resultados electorales. Antes que eso, la noticia sobre el aumento de los impuestos ha dado una bandera común nuevamente a ciudadanos de diferentes ideologías y objetivos. Ni un peso más es la señal de guerra contra una situación insostenible. El uso de espacios de Internet para expresar el repudio se ha visto repetido. Los políticos le apostaron mal al desgaste ciudadano. Casi puedo atinar a decir que no habíamos visto este nivel de organización desde el terremoto de 1985, la ciudadanía ha encontrado un frente común contra el cual motivarse para salir y expresar. El Internet ha dado la oportunidad de que no se tenga que salir de casa para expresar apoyo por un movimiento u otro. La mejor noticia de todo esto es que no ha habido un solo político que pueda colgarse la medalla del repudio al alza de impuestos, por más que el PRI y el PAN quieran culparse por la paternidad de la iniciativa.

Sin embargo, los políticos esta vez no están completamente equivocados. La ineludibilidad del pago de impuestos ha puesto del mismo lado a tirios y troyanos, aunque esto no signifique que sea mentira la necesidad de mayores ingresos. La dependencia del petróleo aumenta desafortunadamente por la situación de crisis, y es irónicamente este momento cuando nuestras reservas comienzan a escasear. El pago de la factura llegará tarde o temprano, y las declaraciones de guerra contra la iniciativa privada por parte del presidente tienen toda la lógica de un gobierno desesperado por recursos frescos. Desafortunadamente esto solo hará que los grupos de protesta se fortalezcan con el apoyo de los empresarios aludidos. Que por cierto ninguna mentira es que no pagan impuestos a través de regímenes de consolidación, donaciones a fundaciones propias, y otros vericuetos que han aprendido audazmente a utilizar para evadirlos.

Finalmente está el tema del sistema de partidos. La necesidad de responsabilizarse por una medida seguramente antipopular como es aumentar impuestos ha hecho que ninguno de los partidos, y ni siquiera hacia el interior del que está en el poder, quieran responsabilizarse por este hecho ante una ciudadanía más despierta. Esta vez parece que los ciudadanos sí harán pagar al partido que le apueste a aumentar impuestos. La buena noticia del principio de esta reflexión se convierte en la mala noticia hacia el final. La desarticulación de una noción ideológica pondrá a nuestro sistema de partidos en una situación de cobarde inacción, so pena de pagar las consecuencias frente a una ciudadanía furiosa. Lo que decía Winston Churchil hace algunas décadas no puede ser más cierto que ahora: los políticos piensan en la siguiente elección, los estadistas en la siguiente generación. La decisión de tener una base recaudatoria suficiente debe pasar por el costo político de tomar medidas impopulares. Lamentablemente la fragilidad de nuestros partidos políticos los hará seguramente recular frente a una decisión que debe tomarse a la buena o a la mala. Nos guste o no, es necesario pagar más impuestos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero no solo pagar x pagar .. q tal transparencia de los gastos, reduccion de salarios y diputados mas senadores, sacar a cabildeos o al menos mostrarlos a la luz publica, rendicio de cuentas de cada diputado y senador. Y una mejor administracion de los recursos. Y si bueno ya q estamos entrando en epoca q esta sea una lista para el Santa Claus del Pueblo Mexicano.

Un estudiante guatemalteco de visita.