noviembre 30, 2007

Río Nazas


Todas las mañanas debo pasar por avenida Río Nazas que conecta Eugenio Garza Sada (la avenida del Tecnológico de Monterrey), con Lázaro Cárdenas. Como ironía de la vida, dos personajes tan ideológicamente opuestos tendrían que tener una conexión problemática entre ellos, y así es. Nazas se ha convertido en un verdadero problema de tráfico porque conecta a dos grandes avenidas pero también porque en ella convive una de las colonias más activas y dinámicas de lo que me ha tocado conocer en Monterrey.

Llena de negocios en cada uno de sus espacios, dos o tres rutas de camiones pasando por sus estrechos carriles que solo tienen uno para cada sentido, un camellón que satura por demás los espacios, y casas por todos lados. En segundas plantas de los negocios, en los callejones que llevan al cerro, en el lecho del arroyo que crece más atrás rumbo a Alfonso Reyes. Personas que vienen y van por todos lados y a todas horas. Vidas que se entrecruzan y que tienen que convivir con el desastroso plan urbano que significa para ellos que miles de automóviles pasen por sus propiedades todos los días.

Existen aquí dos grupos que parecen tener toda la razón de su lado. El grupo de los automovilistas entre los que me encuentro yo para mi infortunio, acusa que Nazas es un desastre porque las autoridades permiten que cada quien se estacione donde le da su gana aún cuando expresamente dice que está prohibido. Si todos esos carros no se estacionaran donde no deben, tendríamos dos carriles libres para cada sentido, desahogando la congestión. El otro grupo, con toda la razón del mundo también, señala que son sus propiedades las que se encuentran afectadas por el tráfico, y que como propietarios o arrendatarios, tienen el derecho de estacionarse frente al lugar donde viven o trabajan. Al no existir alternativas más que estacionarse ahí, se encuentran orillados a infringir la regla.

La pregunta es quién tiene más razón, si aquéllos que viven ahí y no tienen donde estacionarse y por lo tanto tienen que bloquear dos de los cuatro carriles, o los otros que pasamos por ahí y nos vemos atrapados en congestionamientos ridículos por la única calle que conecta a dos avenidas tan importantes. Claro que se podría rodear por Alfonso Reyes pero no resulta muy económico en tiempo como para que valga la pena. La verdadera pregunta es qué haríamos su tuviéramos los automovilistas que vivir en ese problema, donde no tuviéramos donde estacionar nuestro auto, donde nuestros hijos tuvieran que hacer de su área de diversiones una calle de un carril con autobuses manejando sin ninguna precaución, con automovilistas que descargan su frustración de estar atrapados ahí con arranques de furia reflejados en su acelerador, con una decena de tiendas de conveniencia que complican todavía más la situación, con pocos puentes peatonales, con una contaminación de humo y ruido que rebasa cualquier margen de cordialidad, con un largo etcétera de agravios.

La historia de esta colonia según me contó un taxista hace ya algunos años, fue que hace algunas décadas trajeron personas del sur del país para trabajar las minas de cantera que entonces se trabajaban para sacar la preciada roca. Con ella se construían las mansiones de los nuevos ricos regiomontanos que se iban mudando al Obispado y la Colonia Roma, ésta última cerca del recién estrenado Tecnológico de Monterrey. Después de que la ciudad creció y las minas quedaron atrapadas dentro de la mancha urbana, los dueños de éstas tuvieron que cerrarlas dejando a los trabajadores sin trabajo, sin dinero y sin posibilidad de volver a sus hogares. La solución que tuvieron entonces fue otorgarles estas tierras como indemnización. La ciudad siguió creciendo hasta nuevamente dejar atrapada la colonia dentro de la ciudad en uno más de esos mosaicos donde una calle divide una casa de millones de pesos de un local que no valdría ni un quinto de ese valor.

Para todos aquellos que han visitado la zona del Tecnológico seguramente han pasado por esta colonia. Un poco de tráfico, un poco de estrés, revuelto con algo de la nunca faltante indiferencia de la autoridad municipal hacia los problemas de sus ciudadanos, combinado con ciudadanos mal organizados que no han sabido exigir sus derechos adecuadamente. El único reclamo en los dos años que tengo viviendo aquí fue una ocasión cuando la Comisión Federal de Electricidad los dejó cuatro días sin luz, y su reacción fue tomarse de las manos a lo largo de la avenida a las siete de la tarde. Mujeres, hombres y niños tomados de la mano formando una cadena humana que desquició el tráfico en su horario más problemático. La reacción de la CFE fue inmediata.

Mientras pasamos por ahí, habitantes y automovilistas nos debemos de ver como dos mundos completamente diferentes. Enemigos que provocamos el desastre en lo que Río Nazas está convertido. A la vez, esta experiencia resulta interesante por esa sensación de elevador donde todos guardamos silencio, intentamos tomar la posición más lejana del otro y hacer el menor ruido posible. Héroes y villanos conviviendo en la misma arena, trayecto que por el tiempo se convierte en destino en sí mismo. Vuelta a la hoja y mi casa se ha vuelto tu calle, tu calle se ha vuelto mi parque, mi carro se ha vuelto tu obstáculo y tu vida se ha vuelto mi compañía obligada cada mañana y noche.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

"La pregunta es quién tiene más razón, si aquéllos que viven ahí y no tienen donde estacionarse y por lo tanto tienen que bloquear dos de los cuatro carriles, o los otros que pasamos por ahí y nos vemos atrapados en congestionamientos ridículos por la única calle que conecta a dos avenidas tan importantes. "

La razón nunca la van a tener los trasgresores de la ley.


Saludos.

rm dijo...

¿Aunque te prohibieran estacionarte frente a tu casa? (conste que no hay forma de estacionarse ni a un lado, nada).

Espero su pronta respuesta. Saludos

vero.mil dijo...

NAZAS ES UN ASCOOOOOOOO!
ODIO ESA CALLE.

SI TAN IMPORATANTE ES LA ASQUEROSA CALLE, EL MUNICIPIO DEBERÍA HACER UN PROYECTO "RIO NAZAS" Y DARLE MANTENIMIENTO, DISEÑO, ORDEN, ETC, ETC, ETC, ETC, ETC.

ODIO TODO, HASTA EL OLOR QUE TIENE A POLLO ROSTIZADO REVUELTO CON HUMO DE CAMIÓN =/, ME MAREA!

rm dijo...

Imagínate la gente que tiene que vivir ahí

Anónimo dijo...

Claro, la prohibición tiene una razón de ser.

Batz dijo...

Como los pobres que describe Susanita que siguen comprando sus muebles baratos y luego los llenan de chorizo... =P

rm dijo...

Señor, es usted libre de obedecer ciegamente una ley o todas ellas, pero siempre debe existir una razón detrás de cada ley o reglamento antes de aceptarlas sin cuestionamiento. Le repito que es usted libre de hacer como mejor le parezca pero no comparto su visión determinista

Anónimo dijo...

"...pero siempre debe existir una razón detrás de cada ley o reglamento antes de aceptarlas sin cuestionamiento."
Claro que hay una razón, tu mismo con tu relato del tráfico insoportable la has descrito muy bien. La ley no tiene que gustarte ni a ti ni a nadie, pero si cada quien va a obedecer solo las leyes que considera justificadas, pues entonces no hablamos de un país sino de una jungla donde nadie quiere vivir.

Anónimo dijo...

Ayer venia por Lazaro Cardenas de Poniente a Oriente, me meti a Rio Nazas (a las 3:00AM) rumbo al tec y me empezaron a subir las luces desesperadamente (era un Chevrolet Malibu color Guinda) me hize a un lado, y se me cerro (blockeo la calle) el Auto que me venia subiendo las luces... se bajan 4 individuos, uno con una pistola, para ese entonces en cuanto vi que se me cerraron meti reversa y me les fugue como 300 km de reversa a todo lo que daba el carro y me hicieron los mandados los delincuentes........ Pero el caso no es ese, sino que la delincuencia organizada cada vez esta tomando mas lugar en esta ciudad y lo cual es muy lamentable, no se que va a pasar en un futuro, todos vamos a tener que andar armados??