Uno de los principales defensores del mantenimiento de las cosas como están en torno a la reforma petrolera han sido los gobernadores. A través de discursos grandilocuentes pero serpentinos los titulares de algunos de estos Estados han dicho que sí, que las cosas no pueden quedarse como están en cuestión energética y en lo particular de PEMEX, pero que la soberanía y que los valores y que la protección del patrimonio. La realidad puede ser otra muy distinta.
De los ingresos extraordinarios que han gozado los gobernadores en los últimos años puede destacarse sin duda aquél de los excedentes petroleros. Se ha convertido por tradición en la caja chica del gobernador para pagar sus promocionales a su próxima precandidatura a la presidencia de la república, en su forma de solventar emergencias electorales, en la mejor manera de mantener apaciguados a diarios, reporteros, televisiones, grupos de presión y células guerrilleras. Los gobernadores han descubierto en los excedentes petroleros el paraíso pues sin preocuparse por cobrar impuestos han tenido por este medio el ingreso necesario para cualquier capricho que se les ocurra, y por ejemplos no se acaba la fiesta. Desde el gobernador vecino que mandó imprimir su cara en cuanto espacio público se le presentaba hasta aquél que por su devoción católica decidió que la Iglesia no tenía ya suficiente y comenzó a donarle para sus templos faraónicos.
El actual secretario de Hacienda Agustín Carstens estrenó 2008 y repitió ahora en el fin del segundo trimestre con una noticia que fue una bomba para los gobernadores. Dada la apreciación del peso sobre el dólar que ha provocado mermas en las ganancias al hacer el cambio de dólares a pesos y algunos otros factores, en esta ocasión no habría reparto de excedentes petroleros para los Estados. No hay. Emilio Gamboa inmediatamente se erigió como el defensor de los gobernadores priístas al señalar que eso era falso y que era una estrategia para presionar a los legisladores en torno a la reforma energética ¿Pues cómo era posible que al tiempo que estaban disfrutando de las ganancias de los ingresos extraordinarios por el precio del petróleo se negaran a la reforma que el presidente había propuesto? ¿Cómo podían ser tan ingratos los señores más beneficiados por cómo estaban las condiciones? Parecía según el diputado coordinador de los priístas como que esto era un chantaje.
El tema deja una reflexión interesante ¿Cómo pensar que los gobernadores a través de sus diputados y senadores impulsarán una reforma que los afecte en uno de sus ingresos más deseados? y otra ¿Será posible que Hacienda ha decidido que estos ingresos ya no serán para los gobernadores? Recordemos que ésa fue una decisión unilateral de Vicente Fox cuando comenzaron a llegar los cheques, pero en ningún lado dice que así tenga que ser ¿Será que esto irá a cambiar?
¿Si me apoyas políticamente aquí está tu cheque y si no, no hay dinero? No podemos negar que Hacienda siempre ha sido la estructura de presión política más efectiva del presidente en turno ¿Estarán comenzando a usarla?
3 comentarios:
El dinero o la falta de el, es las forma mas facil para hacer cambiar de parecer a alguien.
A pesar de los usos que le dan los gobernadores, creo que es una buena forma de repartir los excedentes, porque si no se queda todo centralizado, como sieeeempre. Quizá habría que delimitar en que áreas se puede utilizar ese dinero.
Yo diría que se utilice para ciencia y tecnología. Me quedo pensando qué México tendríamos hoy si todo ese dinero se hubiera utilizado desde 2001 para promover la ciencia y pagar doctorados de estudiantes con potencial
Yo pienso que esta bien repartirselos a los estados y que cada estado decida en que invertir el dinero. Después de todo el petroleo mexicano es patrimonio nacional y debe servir para el beneficio del pueblo.
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