Sobre ´Refrendar la democracia´de Enrique Krauze. El artículo se encuentra en www.letraslibres.com para acceder a él debe uno registrarse pero es completamente gratuito. Existe un área para comentarios pero por alguna razón no pude incluirlo, por lo que para no perder la idea, lo incluyo aquí con esperanza de poderlo agregar a los comentarios de aquella página.
Lejos de querer investirme por una ideología u otra, quiero proponer que el discurso se distancie del mayor mal que el mismo autor encuentra en nuestro sistema político: el personalismo. la realidad de la elección de 2006 es que gane quien gane la situación se mantendrá igual mientras no se realicen cambios en las instituciones. Vivimos una era democrática pero con un cuerpo autoritario. Es como si hubiéramos matado a este régimen autoritario pero tuviéramos que convivir con el cadaver todavía. A qué me refiero con esto, que las instituciones están todavía pensadas para un régimen en donde solo importa la voluntad del presidnete todopoderoso, el cual necesita de ese partido fuerte que fue el PRI pero que ya no existe. La debilidad estructural del presidente frente a un Congreso inexperto es la principal causa de que las decisiones más importantes del país no se estén llevando a cabo. Sin reelección inmediata de legisladores nunca podremos hablar de un Congreso fuerte, por más representativo y democrático que este sea estaremos condenados a tener diputados y senadores amateurs y fuertemente ligados a las dirigencias partidarias. Mientras mantengamos el debate tan superficialmente sobre si el cambio vendrá con el PRI, el PAN, o el PRD, no tendremos más remedio que seguir repitiendo nuestros errores. No son las personas por más carismáticas o liberales u ortodoxas que sean, son las instituciones. Mientras no superemos ese culto a la personalidad que tanto daño nos ha hecho, nuestro país estará condenado a ser eso, un país de espectadores que no participan en su desarrollo. Espero sinceramente que gane Lopez Obrador para que de esta manera podamos entender la verdad de todo este asunto: NINGUNO DE LOS PARTIDOS TIENE SOLUCIONES MÁGICAS A LOS PROBLEMAS. Cuando todos hayan tenido su oportunidad (el PRI la tuvo con Zedillo de 1994 a 2000 y especialmente de 1997 a 2000) entonces podremos sentarnos a discutir los verdaderos cambios que necesita nuestro país. Muchas gracias por su paciencia de llegar hasta aquí
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