octubre 19, 2005

que a nadie sorprenda

El virtual triunfo de López Obrador para la presidencia de la república es algo que a muchos sorprende, o al menos lo logran fingir de buena manera. La situación actual de desigualdad social y económica es un peso gigantesco sobre los hombros de la sociedad mexicana. Nos encontramos en la zona con mayor desigualdad social de todo el mundo, Latinoamérica, incluso más que África. No es casualidad que este hecho esté probando ser el olvido más costoso para nosotros. El costo de este ignorar los hechos que son más que evidentes (solo basta salir un poco de la zona turística de cualquier ciudad mexicana, repito: de cualquier ciudad mexicana) para encontrarnos con ese México que siempre queremos esconder debajo del tapete mientras sonreímos al resto del mundo. Este doble mundo, doble identidad mexicana, quiebra cuando se le enfrenta con la democracia. Pues cuál es el primer postulado de la democracia, todos somos iguales, todos valemos lo mismo, todos valemos uno, y uno por uno es que se toman las decisiones.

El costo del olvido de los pobres es que votan. Los queramos o no, los queramos olvidar o no, queramos que desaparecieran (como ese chiste sádico que anda de voz en voz: dice el presidente a la nación... "reduje en este año la pobreza en 5%... se murieron de hambre"), esta gran parte de la población se encuentra ahí, y ejerce sus derechos.

El entrar a este proceso de integración con otros sistemas y países, que muchos mal llaman globalización, México se vio obligado dentro de algunas de las cláusulas de aceptación, el de garantizar la democracia. Tanto para el TLCAN como para el TLCUE (Unión Europea), México se vio severamente cuestionado respecto a su régimen autoritario y no tuvo más que impulsar y acelerar un proceso de democratización que ya había comenzado desde la crisis de finales de los sesenta y setenta. Ante esta nueva situación, esa gran parte de la población que anteriormente se había mantenido pasiva y espectante de algún cambio desde arriba, comenzó a percatarse de su gran poder. Oye, si soy mayoría y así es como funcionan las democracias que no. Algunos ante este nuevo peligro han puesto el grito en el cielo proclamando medidas arcaicas como que sólo los preparados pueden votar pues sólo ellos saben lo que es mejor para el país. Léase los ricos porque no es lo mismo ser preparado que ser rico, y ejemplos en este país sobran.

López Obrador, un hábil político sin duda, ha visto cómo este palabrerío tiene efecto en esos oídos ávidos de atención. "Nosotros los pobres, ustedes los ricos" es algo que ha venido repitiendo por años este personaje. Se ha emblemado en la bandera de los pobres contra los ricos que han puesto al mundo de cabeza y a México lo han venido desangrando.

Que a nadie sorprenda que estos gritos desesperados tengan eco pues tienen mucho de verdad. No estoy poniendo en tela de juicio aquí si López Obrador encarna a ese gran salvador que México, ese otro México desposeído, tanto ha esperado, (pues evidentemente no es así) pero tantas décadas de populismo y paternalismo no han hecho más que fomentar el cultivo de una población que espera a un mesías que venga a salvarlo de todos sus problemas.

El problema no es que llegue pues considero que nuestras instituciones democráticas actualmente son tan sólidas como para que pueda llevar a cabo algún cambio drástico del sistema político. Lo único que podría hacer es apelar al artículo 29 constitucional y establecer una suspensión de garantías, hecho que no tendría la fuerza de sostener; y ante la prática imposibilidad de que gane el PRD la mayoría calificada del Congreso General es más factible que llegue para no hacer nada (ni bueno ni malo desgraciadamente). El verdadero problema es que ante la situación actual sea tan fácil utilizar una herida tan abierta y tan infectada como es la pobreza en México. El problema no es que López Obrador la use, sino que en verdad las palabras de AMLO sean la verdad. Al menos en el diagnóstico el precandidato tiene razón y esto es lo que le ha dado tanta fuerza y ese apoyo incondicional de una clase que, a final de cuentas, es mayoría en nuestro país y prácticamente en todo el mundo.

Ante la desesperante situación en la que están tantos mexicanos es peligroso no que exista López Obrador, sino que sus palabras sean escuchadas, que sean asimiladas, que sean utilizadas como arma política y que exista una gran parte de la población que crea que verdaderamente esta guerra contra los adinerados puede solucionar algo. Ante la imposibilidad de que López Obrador pueda solucionar este problema histórico de desigualdad en seis años y con la situación política con la que muy probablemente se enfrentará en el Congreso (y menos con sus propuestas tan endebles), el verdadero problema vendrá después del 2012, cuando los mexicanos nos despertemos ante la realidad de que ninguno de los tres partidos grandes pudo hacerlo. Entonces vendrá el verdadero paradigma para México: Las instituciones o las armas. La segunda opción sería el peor de los escenarios para todos sin embargo la soberbia de unos cuantos, el egoísmo exagerado de unos cuantos, la inteligencia y el oportunismo de unos otros para usar esta bandera, y la ingenuidad de muchos es lo que puede ser una bomba para la sociedad mexicana.

El aprovechamiento desmedido de unos cuantos empresarios cercanos al poder ha hecho que la economía mexicana fuera de unas cuantas escasas excepciones, sea inexistente. La situación del mexicano promedio actual es ser empleado de Wal-Mart en México o ser empleado de Wal-Mart en California en calidad de ilegal.

A nadie debe sorprender porqué el discurso de López Obrador ha sido tan efectivo. Usarlo puede ser poco ético, pero no es el pecado. No nos olvidemos quienes hemos sido los verdaderos pecadores todo este tiempo. Ignorar a ese otro México nos va a hacer un día despertar y recordar que ahí están, y no de la mejor manera.

1 comentario:

rm dijo...

Respuesta de Bernardo Mora mi primo. La publico sin su bendición, espero me sepa perdonar.

"
No quiero entrar en polémica pero yo votaré por el peje como bien sabes, populismo y paternalismo no aplican en el peje, esa es la bandera que algunos le quieren poner, y tampoco su campaña política dice que va a ir en contra de los ricos, esa es otra manera de mancharlo, él simplemente dice que los primeros serán los que menos tienen.

Y si por hacer un segundo piso, hospitales, universidades, preparatorias y dar dinero a viejos(cosas necesarias en esta ciudad que los que vivimos en el d.f. lo sabemos) se le acusa de populista y paternalista, yo diría "bienvenido populismo", los paises desarrollados también les dan dinero a su gente desempleada, hay seguros sociales e infinidad de ayudas sociales y no se les acusa de populistas, ¿por qué?, por que es necesario en una sociedad, para eso se pagan impuestos y para eso se crearon los gobiernos, para gobernar de acuerdo a las necesidades de un país no a las de unos cuantos empresarios y políticos sin consciencia social, donde se embolsan todo. Y claro que esto crea deuda pública que AMLO no va a pagar porque no tiene por que pagarlo, se hizo para el beneficio de una ciudad y la ciudad lo tiene que pagar y con gusto, como miembro de esta ciudad me alegra pagarlo con mis impuestos, no como otros gobernantes que crean deudas públicas al pais de dinero que se embolsaron, como en Veracruz, como el fobaproa e infinidad de malos manejos exclusivamente del PRI y el PAN.

Hay algo que no entiendo sobre la gente que no esta con AMLO y no es que me importe que no este con este candidato, finalmente el voto es libre y uno puede escoger a su candidato y ya, pero esa manera de atacar a un candidato que pareciera que es personal el asunto, se aferran a desacreditar a un candidato como si fuera el mismisimo zatanas, recuerdo que cuando iba AMLO a jefe de gobierno del D.F. se decía que iba a ser lo peor para esta ciudad, en pocas palabras que iba a ser un desastre, inclusive hubo gente que amenazaba con irse de la ciudad si este ganaba y que pasó?, que sólo nos encontramos con una grata sorpresa: un tipo que si cumplió sus promesas de campaña.

A huevo que honesto, con todo y Bejarano que se le juzgó y se metió al bote, actualmente ya salió pero acabó con su carrera política, Imaz no se le pudo demostrar nada y el de las Vegas pues ya sabes. Como yo lo veo se hizo justicia y que bueno que los agarraron cosa que no se puede decir de otros como: Diego Fernandez de Ceballos, Salinas, el Divino, todos los del fobaproa, Martita y sus hijos, las tranzas de Fox comprando islas enteras, el empresario número uno de México Carlos Slim que ahora es un gurú el imbécil, lo que no creo que pueda explicar es como de ser un empresario exitoso se hizo el cuarto más rico en el mundo en un sexenio y ahora es el gran caga mierda que todo mundo admira, no puede ser que tengamos tantos millonarios en un país tercermundista como este y lo peor, que no se sepa (entre comillas) como se hicieron tan ricos. Bejarano es un bebé en pañales junto a toda esta bola de rateros pero además se le acusó, juzgo y acabó con su carrera política.

Y no se trata sólo de que AMLO esté utilizando a los pobres prometiendoles el edén. No es así de ninguna manera, sino lo estarías comparando con Fox que no ha hecho nada, se trata de que el hombre ha hecho cosas, a cumplido sus promesas y eso hace que se corra la voz. En pocas palabras AMLO no es un candidato de la mercadotecnia.

Para terminar, sólo te digo que yo si creo en AMLO y no soy de clase social baja, ni mucho menos, soy un tipo sencillo y carismático con consciencia social que le gusta lo bueno de la vida para mí y para todos.

ATTE

Tu primo.
"