mayo 30, 2006

Existir

"Si un árbol cae en medio del bosque y no hay alguien para escucharlo, ¿realmente produjo un ruido?"

--- Anónimo

En la revista de Metapolítica de este mes viene una pregunta interesante que me inspiró para pensar en la existencia de las personas públicas (y las privadas casi al final): ¿Existió realmente Jorge Luis Borges?

Anoche me enteré que estaría López Obrador con Adela Micha y con mi más grande morbosidad planee mi día para poder ver ese programa que pasa todas las noches por conocido canal de conocida empresa televisora.

Lo vi reír, responder, no responder, "respetar" ante tantos silencios por preguntas incómodas. Enterarme que está a favor de las minorías "o sea que está usted a favor del matrimonio entre homosexuales" "estoy a favor de lo que el pueblo diga", desvíos así y más elaborados, así y más burdos. Lo escuché responder ante la pregunta de "¿Guille Franco o Cuauthémoc Blanco?" responder "A ambos futbolistas los respeto, son excelentes jugadores tanto Franco como Cuauthémoc Cárdenas (sic!)" y después reírse desalojadamente de la pifia.

Reflexioné y uní puntos, ya saben que eso de unir puntos se le da a los ociosos de mente. Yo no soy uno de ellos pero practico su gimnasia de vez en cuando. Recordé el show que nos regaló hace unas semanas Loret de Mola al invitar al sub-comandante Marcos a su programa de televisión en donde por 50 minutos ininterrumpidos fue entrevistado el más grande enemigo de las televisoras, ahora abrazado por ellas después de su "alerta roja"

Resulta que ver a estos dos personajes que en un principio se avocaron a las propagandas a ras de suelo como les dicen y que vieron que no les funcionaron al momento de que la televisión los ignoró por completo, verlos ahora saltar y reír y bailar al son que les pongan "¿le gusta Chicoché, Andrés?" le preguntaba Adela mientras de fondo le ponían conocida canción del cantautor "¿Quién pompó?". Verlos buscar su lado más flaco para no verse gordos frente a las cámaras, tener unos segundos para decir todo lo que tienen que decir me hizo preguntarme una cosa muy importante, al menos debería ser importante para ellos.

¿Existen realmente López Obrador y el sub-comandante Marcos? Existen? Son parte de la realidad o son solamente una invención de sus allegados más cercanos, aquellos que pueden mirarlos todos los días levantarse y salir a tomar un café, fumar un cigarro ya sea en papel o en pipa (según sea el gusto, desconozco si López Obrador fuma).

¿Existían antes de estar en la televisión?

Tenemos dos casos que podemos analizar por separado:

1) López Obrador existía mientras fue Jefe de gobierno. Tenía los reflectores todos los días a las seis de la mañana para él solo. Era su idea estar ahí, o solamente de los medios tener nota para entregar a redacción antes de las nueve de la mañana. Sinergia de los dos o casualidad pero esto le permitió existir a López Obrador. Luego inició su campaña e iniciaron sus giras por todo el país, dejó de estar en la televisión y decidió no gastar en publicidad en la televisión. Prácticamente podemos encontrar que su índice de popularidad descendió gradualmente conforme dejó de estar en los medios. Bueno, existía como un peligro para México pero en realidad no había réplica, no estaba López Obrador más que unos cuantos segundos en el noticiero, con un sombrero, con un traje típico que lo hacía ver chistoso, o recibiendo una chachalaca de regalo. Así no había oportunidad, pues.

Ahora se dio cuenta de la diferencia entre estar y no estar. Estar siginifica existir, ser popular. Ignoró a la televisión durante unos meses y esto le costó perder su cómodo colchón que lo separaba de su próximo contrincante.

Ahora vuelve a la televisión algo incómodo pero con esperanza de recuperar el ritmo de los medios de comunicación. Ahora existe López Obrador. ¿Dejó de existir durante todo este tiempo?

2) El movimiento zapatista se encontró con su olvido. Después de la marcha zapatista de febrero 2001 no encontró el principal ingrediente para existir de cualquier movimiento subversivo: represión. Sin ella prácticamente los movimientos desaparecen (Y no es casualidad que Atenco exista actualmente por la represión que recibieron, mientras no la tuvieron no existían. Otro ejemplo, los huelguistas de la UNAM en 1999 quienes al no recibir represión cayeron en el olvido de la ignorancia y del ridículo).

El sub-comandante Marcos sacó cuentas y se dio cuenta. Y no es slogan de supermercado, sino que en realidad se percató que sus números ya no eran tan negros como antes y comenzaban a denotar un tono rojizo en el fondo. Números rojos no se lo podía permitir. Haber sido ignorado de 2001 a 2006 le costó mucho al neozapatismo. Incluso los mismos indígenas dejaron de apoyar al señor pasamontañas y fue por eso que se inventó "la otra campaña", para volver a salir en la televisión. En un principio la otra campaña no pegó, no estaba saliendo en los medios, pero finalmente el gobierno del Estado de México le dio la mejor oportunidad a los zapatistas para volver a existir.

Pregunta al aire: ¿Marcos y AMLO dejaron de existir realmente o sólo anduvieron perdidos en el limbo de la existencia-inexistencia?

Resulta impresionante el poder que tiene la televisión: Sales-Existes; no sales-no existes. Aunque resulta una conclusión estúpida , no es completamente una estupidez.

Tan no es que los peores enemigos de la mercadotecnia política ahora salen en la tele. Se ven más gordos que antes. Anoche pudimos ver en el noticiero de Adela Micha que a López Obrador nada más no le escogieron bien el traje de vestir. Le quedaba grande, guango, la corbata azul, por favor, quien es su asesor de imagen sacándolo a las diez de la noche con corbata azul-panista. Pensemos que verdaderamente es austero y no le importan esas cosas pero ahora que sale en la tele tiene que preocuparse por el make-up, por la vestimenta, por las sonrisas perfectas, ya saben.

Ahora existen pero la duda me carcome. ¿De verdad existen estos personajes o son un invento de la televisión para desviar nuestra atención de otras cuestiones?

Como Borges, que en el artículo dice que en realidad nunca existió sino que fue un personaje que varios escritores inventaron para publicar colectivamente bajo un seudónimo ficticio llamado Jorge Luis.

Ya empiezo a dudar si yo existo o también soy un invento del Blogspot. Capaz que no soy yo el que escribo. ¿No les aterra? ya me dio miedo, mejor dejo de escribir.

Un fraternal saludo a los apáticos que no piensan salir a votar el 2 de julio. Les digo que no son nada nada nada nada originales. Si lo hacen para verse cool cuando les pregunten por quién votaron... en realidad no se ven originales.

Y no les digo que si no votan no existen porque luego me contradigo

3 comentarios:

Carlos Gregorio dijo...

La existencia se la demás nosotros al creer en alguién le damos vida, lo importante es que si creemos en ellos, el sub comandante existirá siempre ya es más que un cuerpo, ya dejo de ser Guillén, solamente es el reflejo de un pueblo que vivió en la soledad de pobreza.

Batz dijo...

Antes de que los medios de comunicacion tuvieran las fuerza de hoy, los personajes de este estilo estaban divididos por cuestiones geograficas, no te parece? Era el señor del pueblo X, el que hacia de lider... los que existian porque las personas hablaban sobre sus actividades..
Ahora son unos tipos super globales y que tienen que adaptarse a segmentos mucho mas amplios...
Asi que si, existen mientras las personas hablemos de ellos..

rm dijo...

Los Aztecas consideraban que la vida terminaba tres veces antes de que muriera completamente una persona: Cuando la persona dejaba de respirar, cuando la persona era enterrada y cuando la persona era olvidada