Después de un día largo de trabajo en el tec y uno más relajado en el IFE partimos a la presentación del libro de Santiago. Nunca lo había escuchado pero acaba de ganar el premio Alfaguara 2006 así que valía la pena aprovechar la ocasión.
Entré a la presentación y comenzó la anécdota de su vida, algo chistosa, algo triste, algo llena de ese impacto que siempre hace que los escritores tengan algo qué contar.
Compré dos de sus libros: Pudor y Abril Rojo que es el que venía a presentar. Anoche llegué a la mitad de Pudor de lo bueno que está. Ahora estoy pagando los malos platos de no haber dormido bien pero ya qué.
En las preguntas le comenté el problema de que la evolución de un escritor exitoso siempre se viera reflejado en la portada de los libros: A medida que se hacía famoso el nombre de los títulos se hace más chico y el nombre del autor más grande.
Me contestó ya personalmetne mientras me firmaba los libros "no creo personalmente que eso sea un problema".
Le contesté "el problema viene cuando los libros se venden como mercancía simplemente por el nombre del autor"
Me contestó algo como que "estos libros best-sellers son los que nos dan de comer!" mientras se reía.
Tiene razón, mucha mucha. Pero va tantas veces uno a las librerías y se encuentra con libros que sólo tienen valor por el apellido famoso.
Me dio gusto poder apoyar a una joven promesa y conocerlo personalmente.
En su dedicatoria de Pudor me puso con una letra algo chueca (es zurdo)
"Para Ricardo, que un día tu nombre sea más grande que tus títulos, y me alegraré por ello"
2 comentarios:
Es chistoso eso de los tamaños, pero muy cierto.
¿es así con todos los autores?
pd. la letra en realidad era FEA!
Tan segura que estoy de que tu nombre sera mas grande que nada... que lo apostaria! =)
=D!!!
Me dices si Abril Rojo esta bueno, para comprarlo... lo he visto aca un monton de veces
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