abril 21, 2007

Necesitamos más héroes

No estamos acostumbrados a ver héroes por las calles, por lo que por lo general tendemos a pensar mal unas quince veces antes de aceptarlo. Así somos, así soy. Quizás no escribí este recado antes porque estaba esperando a que se dieran a conocer más evidencias del caso.

El asunto se dio a conocer así. Alrededor de las siete y media de la mañana del jueves tomó protesta el nuevo jefe de la policía de San Nicolás, justo cuando unos minutos después se escucharon algunas detonaciones de armas en el segundo piso de la comandancia.

Las primeras investigaciones mostraron que había habido un doble asesinato, una doble ejecución, y que un tercero luchaba por su vida en el hospital Oca de la ciudad de Monterrey. Unos días después comenzaron las hipótesis, especialmente por un recado que traía en la ropa uno de los policías donde denunciaba a varios de sus jefes inmediatos que según nota de Milenio
ahora se encuentran detenidos para investigación.

El rumor que ahora ronda en la prensa es que uno de los policías ahora muertos, Gabriel Rangel, mató a uno de sus compañeros e intentó matar a otro antes de quitarse la vida. Antes de quitarse la vida. Yo quiero imaginarme cómo una persona como ese policía que está arriesgando su vida para denunciar la colusión de la policía de San Nicolás Nuevo León con los Zetas va a pensar en quitarse la vida, justo cuando está denunciando a policías y asesinos trabajando para el mismo bando. Justo cuando su familia más lo iba a necesitar.

Quiero pensar que las investigaciones periciales tienen más objetividad que mi simple opinión, pero para mí algo no encaja muy suavemente en esta historia.

Yo me imagino que Gabriel Rangel, ahora policía muerto y un valeroso policía como los que ahora nos hacen mucha falta, decidió arriesgar su vida y dar a conocer la vergonzosa alianza que le estaba costando la vida a sus compañeros policías todos los días en las calles, ya sean de este municipio, del de Monterrey, Guadalupe, Santa Catarina o San Pedro. No afirmo que todos los caídos sean héroes pues no vendría al caso, sencillamente menciono que hay historias que parece que no quieren ser contadas.

Quiero pensar que esta es la historia de un héroe que pensó que era momento de abrir la boca, de tomar un lápiz y escribir una nota. Que sus "compañeros" se percataron de lo que iba a hacer y se armó una balacera entre ellos. También que hubo otros involucrados que luego decidieron cerrar la boca y hacer parecer todo como que había sido un suicidio posterior a su homicidio.

Si esta historia la multiplicáramos por diez mil, el crimen organizado habría desaparecido de nuestro país y de nuestra región. Señora Rosa viuda de Rangel. Me quito el sombrero por su esposo. Definitivamente necesitamos más héroes como él. Gente que decide que el silencio es nuestro peor enemigo, no tanto los cobardes de los Zetas que siempre atacan en grupo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Por desgracia, muy mal valorado el trabajo de los polis, algunos malos pero mayormente gente que trabaja por algun sustento, hablando como persona, su psicologìa es otra, que bien y que mal que se estè dando a conocer el grado que estàn nuestras utiles, sinceras y horadas autoridades se encuentran prostituyendose. Yo pienso por que no matan a los altos funcionarios que son quienes deciden y los que cobran a las mafias, pero bien vamos con el FORUM.....SALUDOS.

Batz dijo...

Todos deberiamos tener el valor de enfrentar a los mas fuertes si es que estan afectando el curso normal de nuestra vida. Ojalá mas policías se atrevieran, necesitan mas apoyo de sus jefes y de nosotros.

Cerebro dijo...

La verdad que bien por lo que hizo el señor. Pero también nos muestra lo podrido que está nuestro cuerpo policial. El narco lamentablemente es un problema que se dejó crecer y que no se puede atacar solo con operativos.

Don Mike dijo...

Si esta historia la multiplicaramos por diez mil...y si MI ABUELITA TUVIERA RUEDAS.

nO MAME SR, SON SUS CONJETURAS.Le esta haciendo daño tanta "violencia" en su estado.

Yo no me quitaria el sombrero ante este poli, mas bien le diria ente su tumba:"que pendejo".No vale la pena dar la vida por esa miseria.Bueno, por lo menos se gano un post emotivo.

saludos sr.

En cuanto a lo de la señora Ernestina, chinga por mas que me concentro, no logro qiue se me antoje cogerme a una ruca de esa edad.la procuraduria de veracruz se paso de pendeja.!Ay que mamar, pero que no se cuelguen!

rm dijo...

Anónimo, Concuerdo contigo. Los altos mandos son los que más se manchan las manos, o de otra forma no se puede explicar la corrupción de los niveles operativos. No me atrevo a desear que los maten, pero sí que los castiguen. Desgraciadamente esto es un asunto de incentivos económicos. El poder de compra de la delincuencia organizada es enorme frente a cualquier posibilidad del Estado.

Batz, Ni siquiera se necesita valor de enfrentarlos, sólo con abrir todos los ojos es suficiente. Abrir los ojos y hablar.

Alvaro, Los operativos pueden ser un buen inicio, pero tendrá que venir acompañado de otras medidas. Si no, lo poco que se ha logrado habrá sido en vano, y eso dolerá cuando especialmente se trata de vidas

Don Mike, siempre tan entusiasta usted hombre. Coincido que no vale la pena dar la vida por ningún motivo, pero sí vale la pena luchar porque nuestro lugar de trabajo sea respetable. Que no vaya uno por la vida y que todos murmuren que yo también soy corrupto. Creo que eso fue lo que él hizo bien. Insisto que si lo mataron fue porque lo emboscaron, no porque haya decidido que él quería dar su vida. De lo que dice de la señora Ernestina, tendremos que aceptar que existen ciertos gustos que uno no puede negar por más que nos causen malestar.

Anónimo dijo...

Ezto ez el pan de todoz los diaz, ya ni quien ze acuerde de elloz, lo que zi lez azeguro que cada dia noz hacemoz maz inzensiblez a ezte tipo de cozaz, hazta que noz demoz cuenta que es un eztilo de vida, uztedez opinan zin conocimiento de cauza, porque lo unico que zaben es lo que escuchan, ven en la tv, en la red, y si acazo en alguna revizta con periodizmo de inveztigacion, pero sin embargo ze mueve.