agosto 19, 2007

Café

En una reunión de café hace unos días, unos amigos y yo nos metimos en una discusión que resultó interesante respecto a la posición que guardamos como ciudadanos sobre la situación del sistema político y sus políticos.

Ya verán que no es nada nuevo, pero en esa ocasión salió a colación, y por mi boca peor tantito, que los mexicanos no nos encontramos hartos de la situación, sino que en realidad nos viene valiendo madre lo que pasa.

Casi me atreví a afirmar que nos encontramos en tan buena forma que la apatía de nuestros ciudadanos es en realidad una consecuencia natural de una evolución del sistema político hacia mejores estadíos. Para decirlo más claramente, el hecho de que la política ha dejado de estar en el primer plano de nuestras preocupaciones es la mejor noticia que nos podría pasar. Quiere decir que ya hemos dejado eso a quienes verdaderamente les importa mientras nosotros podemos dedicarnos a trabajar y a vivir decentemente. Nuestro nivel de vida ya nos permite ignorar la política.

Obviamente que esta reflexión desató contra mí una serie de críticas y contraargumentaciones que nos llevaron al momento máximo de esa reunión. Ya saben, uno masoquista, y ellos agrediéndome no podía sentirme en mejor momento.

Finalmente llegamos a una conclusión que más o menos nos satisfizo a todos los presentes. Los mexicanos no están hartos de la política o ya hubieran reaccionado más violentamente. Los mexicanos más bien nos encontramos en un estado de comodidad alarmante. Estamos drogados, estamos pasivos perdiendo nuestro tiempo impresionantemente viendo televisión y perdiendo nuestro tiempo en actividades completamente incoherentes.

Mientras todos en esa mesa asentían ante estas conclusiones me quedé pensando si no sería peor esto que estar hartos y al borde de las armas. El sistema educativo tiene por lo menos 20 años en crisis, lanzando al mundo personas impreparadas en la mejor descripción, y personas completamente descabezadas en el peor. Los maestros dedican sus mañanas para marchar y sus tardes para planear la próxima marcha. Los indicadores de desempeño son todavía una realidad ideal en nuestro país, algo así como que todos sabemos que tenemos que emplearlos, pero nadie se preocupa por hacerlo verdaderamente.

Salí con un sabor amargo esa noche. Hubiera preferido ante la conclusión de la pesadumbrez y apatía de nuestra ciudadanía, alguien que furioso me increpara semejantes tonterías. No lo hubo. Salimos todos pensando que nuestro letargo cómodo nos lleva a explicar cosas como porqué los más pobres votaron por Calderón y todo lo que él representaba. El síndrome de la mujer golpeada que defiende a su marido frente a sus amigos, concluimos.

Un café que fue emocionante pero que me hubiera gustado salir vencido de ahí. Mi argumento prevaleció y eso me preocupa. Lo que saqué a colación como un intento por levantar los ánimos de un café que se perdía entre pláticas sobre mujeres y aventuras vacías, terminó siendo unánimemente aceptado por los presentes.

Nuestro país está dormido mientras lo violan.

5 comentarios:

Don Mike dijo...

Se la mamo con eso de que "la politica dejo de estar en el primer plano de nuestras(me suena a manada, tal de ud y de su bola de amiguis de starbucks..jojo) preocupaciones"...ahhh chinga...cuando fue eso?..No mame sr.

Otra mamadita..."Nuestro nivel de vida ya nor permite ignorar la politica".Me asombra tu autoridad para el uso del pronombre "nosotros"; si pudieras ahblar a titulo personal seria mejor, no crees?.Si no te cabe....no la repartas...jojojo.

Yo(hablo por mi ehh) te hubiera aventado el cafe caliente por tales tonterias y me hubiera ido a la calle a platicar con los perros.

Y no saliste vencido de ahi poruqe ya lo estas.

Un CAFECON LOS CUATES ES PARA COTORREAR, HABLAR DE VIEJAS, DECIR IMPROPERIOS A TODO LO QUE DA..Y NO PARA PLATICAR DE PENDEJADAS COMO ESA.

sALUDOS SR.

Don Mike dijo...

"nuestro nivel de vida ya nos permite ignorar la politica".

FE DE ERRATAS

rm dijo...

Señor, es usted libre de aventar el café a donde se le dé su gana. A la otra le recomiendo leer entre líneas.

Al hablar del nivel de vida me refiero al del país en general, no de quienes estuvieran reunidos en esa noche. Y si se dio cuenta hacia el final de mi escrito (que por lo visto fue tan aburrido que no llegó hasta allá), lo lancé como una hipótesis buscando una reacción similar a la que usted tuvo, además de buscar una explicación de lo que a mí me parece indignante: que con todo y lo jodidos que estamos a la gente le siga valiendo madres la política. Ahí usted podrá ayudarme a construir hipótesis porque a mí se me acaban.

Yo como quiera le mando un abrazo que aquí siempre serán bienvenidos sus comentarios, vengan como vengan (con todo y café caliente).

vero.mil dijo...

Té, chocolate y café, hojas y hojas y nada de Té

Batz dijo...

Un final triste y violento ...