mayo 05, 2008

Bienvenida la palabra antes que el fusil

Publicado en 15diario

Las ventajas del diálogo son muchas:
  1. Ayuda a reconfortar el alma.
  2. Fortalece los lazos afectivos.
  3. Hace recordar viejas anécdotas y buenos recuerdos.
  4. Provoca en el otro la sensación de ser importante para quien escucha.
  5. Genera espacios sobre los cuales es más sencillo identificarse.
  6. No engorda.
  7. Se descubre que después de todo no se era tan diferente al menso que siempre nos caía mal.

Las desventajas también:

  1. No hay nada peor que tener que sostener una sonrisa cuando algo ha dejado de ser gracioso.
  2. Tener que pretender interés cuando se está aburrido.
  3. Estar en desacuerdo provoca dolor de estómago si no se trata con cuidado.
  4. Hace que los noticieros y las notas rojas sean sosas.
  5. Provoca que la gente piense que no hay otras formas de arreglar las situaciones. Todo lo quieren hablar.
  6. Hay gente con la que nada más no se puede hablar.
  7. Hay gente, peor aún, que no deja de hablar y hablar.
  8. El diálogo hace que tal vez uno hable de más. ¿Y si mejor eso no se lo hubiera dicho? Demasiado tarde.

Cuando los políticos hablan de diálogo por lo general lo dicen para quedar bien. No tienen ni idea de qué es eso, así como nosotros tampoco la tenemos. La clave siempre será en ser capaces de ponernos en los zapatos del otro, entender por qué piensa así.

Ahora que el niño Mouriño tendrá que hablar con los comandantes del Ejército Popular Revolucionario, me pregunto de qué hablarán, ¿de carreras de autos?; ¿de cómo salir bien en la portada de la revista Quien?; ¿de cómo vender gasolina sin que el fisco se dé cuenta? (¿o cómo hacerla reventar en los ductos, por qué no?).

Será indudablemente un diálogo interesante. Desde aquí mi apoyo a esta iniciativa del presidente. No hay mejor forma de arreglar los problemas que hablando. Se trate de un problema con la pareja, o un problema entre un gobierno y su guerrilla. Bienvenida siempre la palabra antes que el fusil.

1 comentario:

Batz dijo...

Es verdad lo que dices sobre los diputados, que no practican mucho el dialogo en su trabajo. Es difícil hacerlo cuando un partido les dicta de una forma u otra la línea que deben seguir en sus votos.
Por otro lado, ponerse en los zapatos de otro debe ser una de las cosas mas difíciles por hacer en esta vida. Si pudiéramos practicarlo mas, la humanidad estaría en un mejor lugar ahora.