Publicado en 15diario
Un libro largamente esperado por muchos donde Muñoz Ledo finalmente describiría la verdadera ruptura del sistema político mexicano, lo que está pasando en el drenaje de la política. El hombre que lo ha vivido todo, desde todos los frentes, y que tiene una especial percepción sobre la situación actual y sobre los riesgos que vienen. Si, como yo, esperabas algo particularmente interesante en esta entrega del "político incómodo", quedarás profundamente decepcionado. Sin abordar los temas centrales en nuestro país o describir la situación económica y social de nuestra clase política, las profundas desigualdades o los retos por venir, el autor prefiere utilizar estas páginas para describirse a sí mismo como un quijote incomprendido, un rockstar en una misión que todos entendieron menos el presidente Vicente Fox. El excesivo protagonismo, la falsa autoadulación y las anécdotas chuscas por Europa impregnan este libro de un sabor extraño que ya hemos experimentado en otras entregas similares, como aquélla donde Espino nos vino a contar hace unos meses porqué es él el verdadero regreso a los orígenes del PAN frente a los traidores que sólo han sabido utilizar al partido para su beneficio propio. Y quien se lo haya creído que venga a contarme.
En la misma línea, Muñoz Ledo intenta vendernos la idea que todo estuvo en la mesa del presidente, pero fue su falta de valor lo que le impidió de tomar la decisión. Se describe como iniciador e impulsor de un proyecto de renovación nacional necesario para que la transición tuviera un final feliz en una nueva Constitución, pero peca al no mirar los errores propios, la soberbia que siempre lo ha caracterizado y que en muchas ocasiones impidió que las negociaciones para la reforma política tuvieran un mejor puerto.
Sin negar que la Comisión para la Reforma del Estado de 2001 fue un proyecto sumamente interesante y que arrojó varias propuestas innovadoras que escandalizaron a más de uno, incluyendo al presidente y sus colaboradores más cercanos, el actual presidente del Frente Amplio Progresista cae en la respuesta fácil de culpar de todo al de enfrente sin tomar la precaución de suponer que el resto de los mexicanos también tuvimos ojos para ver sus actos. El paso por todos los partidos políticos posibles ha desgastado a un actor político que sin duda tiene un talento especial para el juego político, aunque su falta de compromiso ideológico lo ha hecho perder puntos frente a algunos que en un principio lo consideramos una opción legítima.
La reflexión retrospectiva siempre tiene un aspecto positivo pues permite ver en este ejercicio elementos que por la rapidez de los hechos no tuvieron la misma conexión. La transición democrática fue un discurso que rápidamente fue abandonado ante su claro desgaste. Que ahora venga un hombre con las credenciales de Muñoz Ledo a buscar ponerlo en el debate tiene su valor. Volvamos un paso atrás. Porfirio actualmente se cuenta entre los alfiles de López Obrador en un movimiento que tiene más de un objetivo, quizá actualmente el más visible enfocado en la defensa del petróleo, pero no el único. El proyecto que actualmente encabeza en la Comisión de Estudios para la Globalización consiste en un refuerzo de una transición que según sus palabras fue perdida por las ambiciones del grupo que finalmente llegó al poder. Ante la disyuntiva de dejar pasar el cambio institucional o mantener el poder, la decisión del PAN ya la conocemos, y éste es un fuerte reproche que el autor le hace a Vicente Fox. Si actualmente encontramos a Muñoz Ledo luchando hombro con hombro con un proyecto como el de López Obrador quizá debe tener un significado mayor ¿Existe algún proyecto de reforma institucional en el proyecto del FAP? Yo no recuerdo haberlo escuchado durante la campaña.
Siempre los tiempos son importantes. Que haya sido publicado ahora debe tener un mensaje implícito. Sin embargo, me declaro incapaz de interpretarlo y es quizá por eso que me siento doblemente decepcionado por la lectura de este libro ¿Es este hombre tan capaz de analizar pero tan atado de manos para expresar su análisis? ¿O se trata únicamente de un recuento de daños, una historia donde el único protagonista siempre quiso ser él, y el resto del mundo existió únicamente como justificación para demostrar el fracaso de sus planes perfectos? Demasiadas preguntas para un solo escrito. Tal vez sólo es un libro de memorias sobre el fracaso y mi error es haber pensado que era algo más.
* Muñoz Ledo, Porfirio (2008) La Ruptura que viene. Crónica de una transición catastrófica. Editorial Grijalbo/Random House Mondadori. México.
9 comentarios:
jaja, un oportunista como pocos, lambiscón de primera, prostituto del partido que lo albergue, un pobre idiota que se cree perro rabioso pero que no llega ni a french poodle... lo que tenga que decir tiene menos relevancia incluso que la opinión de Hari...
jaja, Deberíamos organizar una reunión en algún café entre el buen Hari, tú y yo anónimo ¿Qué dicen?
Que bueno que dices, pa no comprarlo. Igual que Salinas y Espino, yo soy el redentor y todos los demas los malos.
Ándale, parece que comienza a existir un común denominador en este tipo de libros. También pondría en esta categoría al de Castañeda de hace un año (La Diferencia), aunque aquél al menos tiene la ventaja que Castañeda, con todo lo que lo podamos despreciar, tiene talento para escribir. Saludos
jajajajajaja, Ricardo, para algo tenía que servir el buen Castañeda!
Me acuerdo cuando respetaba sus contribuciones periodísticas, antes de convertirse en el Canciller del Foxismo. No que esté en desacuerdo con su política, pero sí con su inexperiencia en la política.
Y pues, al menos yo sí acepto el café. Pero con una condición: que alguien lo grabe y lo suba a internet como podcast. El público tiene derecho a saber! jajajajaja
Ano nimo, ¿tu crees que comento por que mis opiniones tengan relevancia? Lo hago por diversión! Alivianate, broder!!!
Yo le entraría al café pero pues mis viajes a Mty aunque continuos, son variables y a veces los decido o cancelo en el último momento...
Veámonos en territorio neutral. Qué dicen en Zacatecas
No hay nada que hacer ahí, prefiero que no sea neutral, jaja
Yo no puedo viajar
Publicar un comentario