¿Qué PRI queremos para 2009 y 2012? Eso está por resolverse en los próximos días. Sabemos que los dos candidatos fuertes para suceder al operador electoral de Madrazo, Mariano Palacios Alcocer son Beatriz Paredes y Enrique Jackson.
Conocida revista electrónica ha hecho un cálculo simplista: El triunfo de Jackson significa la perpetuación de Beltrones y Gamboa en el poder del PRI. Los narcopriístas, la Nomenklatura, o cualquier otro apodo que quieran ponerles. Son los dueños de las mafias, pero también tienen la ventaja de ser aquéllos que saben adentrarse en el submundo de los mexicanos que a final de cuentas muevene el dinero en este país. El triunfo de Beatriz Paredes significa un acercamiento al PAN y al PRI moderno que todos queremos ver. Yo la verdad no me creo ese cuento tan sencillo, no sé ustedes.
Otra revista hizo la siguiente dicotomía: Beatriz Paredes es apoyada por Carlos Salinas de Gortari, mientras que Jackson es apoyado por Elba Esther Gordillo. La eterna lucha entre el mal y el mal que se da dentro del tricolor.
Mucho se ha hablado y escrito sobre el asunto. Lo único seguro es que el 18 de enero se hará la elección del nuevo líder del partido más enigmático de nuestro país ¿Alguien puede considerarse a sí mismo experto en el PRI? ¿Saber qué es lo que intentan hacer?
Se ha hablado de su connotado pragmatismo, y su increíble capacidad para adaptarse a los cambios. Se ha presumido aquéllo de que son capaces de ser izquierda un sexenio, y tecnócratas de derecha al siguiente. Se ha dicho que sobrevivirán a todas las desgracias como si se tratara de cucarachas. También se ha dicho que el PRI tendrá que ser el fiel de la balanza ante la supuesta polaridad entre panistas y perredistas (enemistad que se acaba cuando se trata de irse de vacaciones y aprobar el presupuesto).
La elección interna de este próximo 18 puede significar muchas cosas, pero a la vez sólo significa una cosa ¿Con quién van a jugar los priístas sus cartas para la elección interna? Su principal interés se centra en recuperar el terreno desastrosamente perdido durante la campaña de Madrazo, y la estrategia que tomen dependerá mucho de en quién confíen más.
Un acercamiento al perredismo puede significar el impulso a la reforma electoral, particularmente intentando controlar los tiempos de televisión, los gastos excesivos, y las precampañas. Un acercamiento al panismo implicaría el impulso a reformas económicas en donde con mucha suerte podrían caber la reforma energética y fiscal. Presumiblemente, y mientras se mantenga fuerte el PRI, la reforma laboral tendrá que esperar mejores tiempos.
El peligro de esta elección interna es que un voto muy dividido puede significar una parálisis que se traduzca en otros tres años de falta de resultados. Hay quienes hay vaticinado una tendencia hacia el presidencialismo bipartidista, pero eso sería muy a largo plazo.
La verdad, y pecando de pesimistas (como casi no me gusta ser), gane quien gane el PRI seguirá apostándole al mismo cuento: no hacer nada hasta que recuperen la presidencia. Su ejercicio se limitará a extorcionar aquí y allá hasta que logren que tanto PAN como PRD se autodestruyan. Sobre la cenizas, los priístas intentarán gobernar.
Pero seamos positivos. Démosle otra oportunidad al PRI de demostrarnos de qué está hecho. Si me permiten apostar, Paredes ganará por aquello de que en 2002 le habían robado la presidencia del CEN.
3 comentarios:
¿Qué PRI queremos para 2009 y 2012?
Ninguno.
El PRI es una parte necesaria del equilibrio político. No me gustaría para nada que volvieran a gobernar el país, pero quizá teniendo al enemigo cerca y no desparramado entre todos los partidos sea la mejor opción.
Que gane el que le pueda dar un aire fresco y que logre acercarse a las necesidades económicas de México... a poner changuitos.
Enrique Martinez ex gobernador de Coahuila es una buena opcion.....
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