enero 10, 2007

Los dos engaños


En 2008 se liberará el comercio de maíz y frijol dentro de los acuerdos del TLCAN, ninguna novedad, pero quizá sí lo vamos dejando en el subconsciente.


¿Sorpresa que suba la tortilla durante 2007? Hay dos engaños que se están combinando y que vale la pena traer a la luz. El primero es que el subsidio a la tortilla es un defecto del mercado, y el segundo que la inflación se mantuvo controlada durante el foxismo.


Veamos el primero. Unos de los cuestionamientos más duros que se le ha hecho a la firma del TLCAN es que el equipo de Carlos Salinas no negoció ninguna cláusula en favor de México. Como país en desventaja es práctica común que se manejen excepciones y tratamientos diferentes para países con PIB muy desiguales al resto de los acordantes. Uno de esos "acuerdos" debió haber sido excepcionar el maíz y el frijol como parte del acuerdo de libre comercio. Cientos de familias en México viven de la cosecha de estos productos a manera de subsistencia, y la entrada del producto libre de Estados Unidos puede tener efectos perversos.


Aquellos defensores del libre mercado manejan que cualquier protección es injusta porque golpea al consumidor final al no estar el precio en el punto de equilibrio que un mercado natural tendría. Esto sería cierto si no existiera de parte de Estados Unidos uno de los subsidios más grandes registrados para productos agrícolas, sólo igualados por aquéllos invertidos por países europeos.


El resultado será que el mercado interno de maíz y frijol desaparecerá. El subsidio que existe para la tortilla tiene una doble razón de ser. Primero que protege al consumidor de tortilla, el segundo que protege al productor del maíz al garantizarle un mercado, a pesar de producciones pequeñas que se pueden lograr en parcelas familiares. Con todo y monstruos como GRUMA, existen muchos productores pequeños que sí se benefician de esta estructura actual del mercado.


El engaño viene entonces al eliminar el subsidio. El precio de la tortilla alcanzó los 12 pesos el día de ayer cuando el año pasado se mantuvo alrededor de seis pesos. Es interesante que el refresco de cola sea protegido por ser "alimento básico" por la cámara de diputados, pero que nada digan de un aumento de más de 100% en la tortilla. Tal pareciera que lo que está sucediendo es la preparación del terreno para cuando llegue el producto del norte.


Mantener precios muy elevados del maíz mexicano durante 2007 tendrá el efecto negativo de golpear el bolsillo del consumidor mexicano más desfavorecido, y que recibamos con gusto el producto de Estados Unidos mucho más barato (por el subsidio). En el corto plazo podremos estar contentos, en el largo plazo los efectos de migración, marginación y mayor presión sobre otros rubros urbanos como incidencia delictiva, salud y calidad de vida en general, será nuestra factura. Al desaparecer el mercado mexicano del maíz, prácticamente estaremos firmando nuestra dependencia alimenticia hacia potencias extranjeras. Este tipo de debilidad puede ser utilizado como chantaje en un futuro.


El segundo engaño, muy relacionado con el primero, tiene que ver con el manejo de los precios durante 2006 por parte del Banco de México. Es bien sabida la amistad que une a Francisco Gil Díaz con Guillermo Ortiz. Retener el alza de precios es una práctica común en México para maquillar cifras. No es sorpresa que tantos productos básicos estén estallando en las manos del nuevo secretario de Hacienda Carstens, entre ellos la leche, la gasolina (con todo y que el petróleo está bajando), el maíz, y ya anunciada el alza a productos cárnicos como pollo y carne


Esto puede hacer parecer a la administración de Fox como aquélla que logró mantener la inflación durante su sexenio en 4%, casi de primer mundo. Lo perverso del engaño es que cuando se retienen alzas artificialmente, y luego cambian abruptamente, el efecto dominó puede tener consecuencias desastrosas para una economía como la mexicana.


¿Se acuerdan de la anécdota de la economía sostenida por alfileres? Durante el cambio de poderes entre Carlos Salinas y Ernesto Zedillo sucedió algo muy similar a lo que ahora sucede. El secretario de Hacienda entrante José Ángel Gurría le comenta a Pedro Aspe, el secretario saliente que la economía de Carlos Salinas estaba sostenida por alfileres. La respuesta de Aspe fue "para qué se los quitaste".
Bendito cinismo el mexicano.

3 comentarios:

Batz dijo...

Lo unico que esta mal en la economia internacional es el favorecimiento de unos (los paises mas fuertes) y la pèrdida de competencia del resto por estos subisidios. No creo que proteger un mercado que historicamente no ha sido producitvo sea la mejor respuesta. El cliente final debe verse beneficiado por la competencia. Y volvemos al inicio, la competencia real no existe, benditos subisdios de EUA y EU.

LIC. ENRIQUE CELESTINO MARTINEZ dijo...

Evidentemente estamos entrando en un dilema moral, tambien, creo que necesitamos los ciudadanos,como sociedad, buscar esos puntos de convergencia, que sirvan de contencion en contra de esos que se creen dueños de mexico, de la forma tradicional de hacer politica. Gracias por leerme, ya te enlaze tambien.

Anónimo dijo...

O sea, nada que ver eh!!

http://www.eluniversal.com.mx/primera/28253.html

(benditas excusas jaja)