abril 05, 2007

Filantropía Bien

(Publicado en SextoPiso)

Una de las cosas que más me gustan del ser humano es su deseo por ayudar no tanto por la acción de hacerlo sino por el reconocimiento que viene implícito. Vivimos en una sociedad que premia la misericordia y la pusilánime emoción de ayudar al otro. Herencia del cristianismo que en estos días que pasan celebraremos, el ser humano se realiza al servicio del otro. Descubrimos nuestra existencia a través del ofrecer, del hacer el bien sin mirar a quién cuando lo que más deseamos al hacerlo es que alguien nos dé una palmadita por nuestra hazaña.

Por estas tierras regiomontanas una de las principales atracciones para “los hijos bien” que se pasean por las universidades privadas de la región es ir a visitar a los Tarahumaras a la sierra de Chihuahua una vez al año. Así, la petición es sacrificar tus vacaciones de Semana Santa para ofrecérselas a Dios. Antes de esto muy probablemente te invitaron a varios retiros espirituales donde al calor de una fogata te hacen descubrir lo miserable que eres con tus padres, con tus hermanos, amigos y con tu comunidad. Eres una basura tan grande que no mereces vivir, pero Dios es tan grande y tan misericordioso que te permite hacerlo, con todo y que lo hagas en pecado. Después de varias horas de llorar sales convencido de que tu vida tiene una misión.

Unas semanas después te avisan que ya es momento de cumplir con todo aquello que prometiste entre lágrimas y mocos, que es el momento de servir para algo después de una vida de perdición con tus fiestas, alcohol, mujeres, niñas bien y no tan bien, carros, viajes. Es momento de ir con los tarahumaras para demostrarles tu amor y el amor que tienes por Dios. Pasarás unos días a su lado, siendo el hombre o mujer más feliz del mundo, hablándoles de las ventajas del mundo civilizado, sin bañarte, comiendo dos veces al día, aprendiendo de ellos (aprendiendo tanto que se te olvidará en cuanto te subas al camión y te enjugues las últimas lágrimas de tus ojos), dándoles catecismo y toda esa historia de alguien que dio su vida por nosotros y que por eso tenemos que ser buenos y amarnos todos.

Regresarás a la ciudad y habrás cumplido en unos cuantos días con tu Servicio Social. Hiciste algo de tanto provecho para el país que inmediatamente te dispensa el resto de las 500 horas de servicio social, diste una semana de tu vida en las montañas heladas de Chihuahua, hablando con gente que cada año ya espera a la horda de estudiantes bien que sólo vienen para sentirse bien con ellos mismos. Ya saben que con ellos vendrá comida y ropa que urgentemente necesitan, y que vendrán una serie de tontas actividades en donde buscarán encontrar algo en común. Dos mundos diferentes sonriéndose ambos por conveniencia. Después acabará la actividad y ellos volverán a ser los olvidados de todos, muriendo como si fueran bestias en tierras que nadie visita salvo que tenga algunos asuntos de tráfico con el país vecino.

El ser humano es tan bello que se presta para estas actividades. Se presta a fingir su humanidad y su amor al prójimo cuando en realidad la naturaleza del ser humano dista mucho de estas características. Durante la Grecia Clásica había algo llamado Daimon a lo que todos honraban y temían. Era la fuerza que cada ser humano tiene para hacer mucho más de lo que podría sin su ayuda. Algunos tenían un daimon bueno, otros uno malo, eso era cuestión de suerte. Ese ente obligaba a las personas a apasionarse, a enamorarse, a matar, a sentir, a vivir, a ser hombres y mujeres en toda la extensión de la palabra.

Las personas intentaron durante muchos años y particularmente durante el apogeo del cristianismo en la Baja Edad Media desprenderse de todo lo que fuera humano, para así evitar la tentación que significaba su naturaleza. Serlo era perverso. Había que aspirar a lo divino fingiendo que nuestros deseos no existían. El egoísmo, la maldad, la pasión, todo aquello que normalmente nos definiría había que rechazarlo. Fornicar se volvió en lo peor que un ser humano podía hacer, pero al mismo tiempo era lo único que garantizaba nuestra permanencia en este mundo. La doble moral en todos los aspectos de la vida para así poder garantizar nuestra humanidad y nuestra aspiración divina. Si no se hace así, se es una persona perversa, ignominiosa, no digna de ser. Y sin embargo era.

Durante una semana el Servicio Social Bien significa la máxima negación del ser humano, significa pretender una actitud apostólica hueca y llena de pretensiones infames. Soy mejor que tú porque me presto a venir hasta tu sierra, hasta tu pueblo polvoriento, a mostrarte que Dios me ama pero a ti no.

Entonces nos sentamos en sus mesas, comemos sus comidas, les enseñamos todo lo que podemos ser y hacer allá, y todo lo que ellos nunca podrán ser. Fingir que nuestro daimon se encuentra tan dormido que podemos ignorarlo, que podemos fingir que se encuentra en nuestros corazones. Como dijera Nietzsche, lo más patético del ser humano es que quiera renegar de la única pasión que lo mantiene vivo, y esa es la que lo hace ser persona.

5 comentarios:

Cerebro dijo...

Puede ser algo duro pero es cierto. Es mas, si le preguntas a muchos de nuestros politicuchos, de jóvenes hicieron algo parecido.

Pero al final todo eso se disuelve, es cierto, como dice en el artículo, eso dista mucho de la realidad de la humanidad.

Suena duro, pero es imposible que un ser humano "haga filantropía desinteresadamente", siempre se busca algo a cambio.

Por ejemplo, un millonario hace filantropía porque le deducen de los impuestos y presenta una buena imagen ante la sociedad.

O también por ejemplo, cuando donamos dinero para el huracán Katrina, en realidad lo hacemos, por un miedo a que algún día nos pase lo que les pasó a los damnificados, o por el famoso "hoy por tí, mañana por mi".

Por otro lado es cierto que el humano necesita cariño, amor, aceptación. Y entonces todo lo que hacemos por una persona, lo hacemos por obtener un efecto en nosotros.

El egoísmo es natural. Pero también tiene que existir la ética y la moral, para que en lugar por una satisfacción nos matemos, logremos entre todos satisfacer nuestras necesidades.

rm dijo...

Tienes toda la razón sobre la necesidad de ser solidarios unos con otros. La verdad es que he leído demasiado a Nietzsche estos últimos días.

El intercambio es la base de todas nuestras acciones, como dices tú, siempre buscaremos algo a cambio de lo que hacemos así se trate de filantropía.

Lo que también critico un poco aquí es la hipocresía que rodea esta semana, o la semana (semanas) de Navidad, cuando todos fingen amarse cuando en realidad no existe ese sentimiento. Eso de que algunas épocas despiertan lo mejor de cada uno me parece algo detestable.

Por cierto compañero, trato de saber cual es su blog pero tiene su perfil desactivado ¿Me lo puedes indicar? Quiero ver si ya te tengo en la lista de blogs de esta página.

Saludos

Cerebro dijo...

Mi blog es:
http://www.alvarolsite.blogspot.com

No sabía que tenía el perfil deshabilitado.

Batz dijo...

Cuando estaba en la preparatoria convivía con gente que hacia esas "misiones". A mi me parecía tan idiota e hipócrita, eran estas mismas víboras las que se dedicaban a hacerle imposible la vida diaria a los que no fueran gente con dinero...
Me preguntaba que era lo que podían ir a ofrecer a otra comunidad, y la respuesta es obvia, les llevan como tu dices, cosas que a ellas les sobraban. Volvían con su cruz de mártires para tener de que hablar por un par de semanas, sintiendo su conciencia limpia... lista para comenzarla a llenar de porquería de nuevo. Un asco...

Anónimo dijo...

Chispas, tienees muchisimaa razon!, fijate q yo soy voluntaria de una organizacion la cual acude con los ninos malitos de cancer, les llevamos juegos,compramos con nuestros recursos juguetes, invitamos payasos o nos vestimos jiji etc.

Han llegado a ir muuuuuchoss chavitos (as) como dices tu "bien" y van segun ellos con muchas ganas, platican, conviven con los ninos se toman MIL FOTOS y si bien nos va regresan un par de fines mas y ya despues ni sus luces... pero eso si, ponen en sus paginas lo "buuenos" q son, lo "maravilloso" de sus sentimientos y se sienten realizados por eso...

Ademas de q muchas personas lo hacen ver como "hayy q buenos somos.." "no cualquiera se sacrifica como nosotros" pero en realidad lo q se llega a sentir ahi, es extraordinario, el solo hecho de ver caritas felices, convivir con ellos, llegar a considerarlos parte de tu familia u amigos, el platicar etc, te hacen ver q no estas haciendo sacrificios, es un simple grano de arena que cada persona deberia aportar, en esta u otra actividad...

Me encanto todo lo q pusiste y di con este espacio de casualidad!,nosotros tenemos una pag de fotolog, no ponemos nuestros nombres ni nada, pero si nos sirve para invitar a la gente a q se anime... cuando tengas tiempo ojala nos firmes, o te apuntes para acompanarnos

www.fotolog.com/pekitasdeamor

muchos saludoosss