mayo 29, 2007

Seguimos esperando señor gobernador

Señor Gobernador,

¿O debería ponerlo en minúsculas? He descubierto esta mañana con profunda insatisfacción que una vez más ha quedado demostrado lo poco seguros que nos encontramos en Nuevo León. Hace unos minutos la secretaría de seguridad pública de San Pedro fue atacada con granadas y rifles de alto poder. Las consecuencias de esto serán algunos heridos, y tal vez algunos muertos. En cifras seguirá siendo poco comparado con lo que hemos visto en estos últimos meses. Nada sorpresivo si no es porque se trata de un ataque frontal al gobierno y a la autoridad democráticamente elegida.

Como sus asesores lo han declarado públicamente más de una vez, la posición del gobierno del Estado es dejar hacer, que al cabo se están matando entre ellos, y si algún policía cae abatido por las balas del crimen organizado, esto es por su involucramiento en asuntos turbios.

Más allá de dos o tres iniciativas de ley que no han venido a cambiar absolutamente nada, el procurador Treviño Berchelmann, el secretario de seguridad Antonio Garza Garza, y todos sus funcionarios de seguridad han demostrado una incapacidad crónica para los más elementales principios de seguridad e inteligencia.

Señor gobernador (con minúsculas), es momento que recuerde porqué fue elegido en 2003. No fue para que estuviera de paseo constante en la Ciudad de México mientras el Estado se cae a pedazos (lamentable fue su declaración de hace unos días a la prensa cuando se reconoció ignorante del último atentado contra policías en la entidad porque estaba comiendo con algún venerable en el DF). Le recuerdo señor gobernador que usted hace tiempo dejó de ser legislador, y que sus obligaciones ahora corresponden como primer punto a asegurar la seguridad de todos quienes vivimos y trabajamos en este Estado.

Desconozco si usted o su familia se encuentra involucrada directamente en el negocio de los estupefacientes. Si es así, le sugiero que por decencia renuncie pues es obvio que su ambición de poder se le ha salido de las manos. Al menos la situación en Nuevo León demuestra dos cosas: o está usted involucrado o de plano es usted un completo incompetente. Cualquiera de los dos escenarios lo remite a la misma sugerencia que aquí le he hecho.

Un amigo cercano estuvo a minutos de ser víctima de los delincuentes cobardes que esta mañana lanzaron ese ataque contra todos nosotros. Esta vez no fue narco contra narco. No. Hoy fue un ataque terrorista que debe ser ponderado de esa manera. Las instituciones que hemos construido para asegurarnos un bienestar fueron agredidas y retadas. La reacción de su oficina estoy seguro que será la misma de siempre. Investigaciones ociosas que terminarán en el archivo muerto.

Usted sabe perfectamente quién está realizando estos ataques. Las razones que lo lleven a no actuar contra ellos sólo usted las entenderá, pero yo no. Y muchos de quienes compartimos esta preocupación nos hacemos la misma pregunta ¿Por qué, señor gobernador? (con minúsculas) ¿Por cuáles intereses sigue usted permitiendo que el Estado se convierta en un campo de batalla entre delincuentes que se burlan de usted y de todos nosotros.

Seguimos esperando, señor gobernador. Ya van 4 años y sigue usted nadando de muertito. Algo le habrá aprendido al expresidente Fox. Si no tiene la voluntad para responder ante el reto, hágase a un lado que hay gente que sí quiere defender su derecho a vivir tranquilamente frente a estos despreciables.

3 comentarios:

Batz dijo...

O intevolucrado con el narco, o amenazas a su persona y su familia, o intereses en otro lado que no le dejan tiempo de enfocarse en lo que supuestamente trabaja. Igual no debería estar en un puesto que no le permite dar los resultados que tanto necesita la población... Que renuncie!

El SextoPiso dijo...

Puedo aceptar que sea un tema difícil de enfrentar, pero para empezar a correr se necesita dar el primer paso ¿Querrá este señor darlo? Lo dudo mucho.

rm dijo...

Y el señor gobernador se encontraba en una reunión de la CONAGO en Puerto Vallarta