Ayer que se dio la conferencia de prensa del presidente a eso de las 9 de la mañana se especuló muchísimo que sería el primer movimiento del gabinete de Calderón, como lo mencionó Jorge Fernández Menendez en su programa radiofónico de las 6.
La cercanía de las elecciones para seleccionar a un nuevo líder del PAN ha provocado muchos roces entre viejos amigos. La salida de Germán Martínez de la Secretaría de la Función Pública se da en el marco de una mediocridad sistemática de la supuesta agencia que se encargaría de hacer rendir cuentas a nuestros folklóricos políticos.
Más allá de la publicación de algunos indicadores internacionales y nacionales sobre corrupción, la SFP ha sido una secretaría que mucho ha asustado pero muy poco ha hecho, especialmente cuando se trata de funcionarios públicos que se han visto involucrados en escándalos.
Casualmente se habla de la llegada de Molinar Horcasitas como posible cabeza de la SFP, polémico exdiputado y actualmente director del IMSS (justo cuando se está negociando la reforma al IMSS que quemará a quienquiera que esté en su dirección). Molinar, quien estuvo trabajando cercanamente a Vicente Fox durante la transición del 2000 y luego otro tanto en su administración hasta volverse diputado en 2003, será un perfecto apagafuegos de cualquier investigación que quiera hacerse de la "inexplicable riqueza de los Fox", nuevo show que comenzará en unos días.
Sale Germán Martínez para la presidencia del PAN (y probablemente comienza su precampaña para el 2012 como el hijo favorito de Calderón). Sale Molinar Horcasitas del IMSS cuando está a punto de estallar una nueva bomba y, enroque largo al estilo de Alekhine, lo ponen de cabeza de la agencia que supuestamente investigaría los malos manejos del expresidente Vicente Fox, quien casualmente es también su exjefe y viejo amigo.
Parece que los panistas comienzan a aprender las viejas prácticas de nuestros amigos priístas.
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