abril 07, 2009

Lujambio

La llegada del hombre fuerte del ITAM a la SEP nos da varias señales interesantes/preocupantes. Primero, se confirma la tendencia a poner incondicionales más que expertos; segundo, se pone en tela de juicio la autonomía del IFAI innecesariamente; tercero y éste positivo, se cancela la posibilidad de que un personaje como Romero Hicks llegue a ser titular de una dependencia tan importante para nuestro futuro, aunque se mantiene en otra muy sensible: el CONACYT.

Es importante recordar de donde proviene Felipe Calderón. Sus estudios de Economía en el ITAM ya le han salido muy bien recuperados por partida doble a esa casa de estudios. Georgina Kessel y ahora Lujambio han sido profesores ahí. A diferencia de Vicente Fox que puso en su gabinete personas cercanas al Tec de Monterrey, Calderón le apuesta a su contraparte en la Ciudad de México. En el caso de la secretaria de energía, la decisión ha sido totalmente acertada. Veremos cómo se desempeña Lujambio en una oficina que para nada será tan tranquila como ha sido la SENER para la doctora.

Esta historia la podríamos llamar la crónica de los ratones. La salida de personajes del gabinete se ha visto complementada por la entrada de incondicionales, no necesariamente grandes en las áreas que les competen. Lo que en un principio fue pago de favores (como el caso de Ramírez Acuña en SEGOB o Roberto Campa en el Sistema Nacional de Seguridad Pública), ahora se ha vuelto un desfile de enanos con larga amistad hacia el presidente. Así fue la llegada de Ernesto Cordero a la SEDESOL, de Gerardo Ruiz Mateos a la Secretaría de Economía y de Juan Molinar Horcasitas a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. En los tres casos podemos percatarnos que su único mérito ha sido su relación con Calderón y no alguna credencial que los pueda acreditar como buenos titulares de sus respectivas oficinas. Tal vez la excepción podría ser este último quien demostró una buena capacidad de negociación con la aprobación de la reforma del ISSSTE. Lujambio tendrá que demostrar capacidad en un área que nunca ha sido su especialidad, y con el gremio más fuerte en su contra (aunque hasta el momento en que escribo este artículo [10:20 de la mañana del 7 de abril] no ha habido reacción de parte de Gordillo). Esperemos que no se trate de otra historia de ratones.

La parte más preocupante de este movimiento, y tal vez innecesaria como decía en un principio, ha sido la demostración (casi exhibición burda) de que los organismos autónomos siguen dependiendo peligrosamente del gobierno federal. Como si no hubiera quedado duda ante la llegada de los consejeros del IFE el año pasado, un nuevo despliegue de poder queda en evidencia ante la llegada del titular del organismo de transparencia supuestamente autónomo a una de las oficinas más importantes del gobierno federal ¿Para qué? ¿Cuál era la necesidad de hacer algo así y golpear a uno de los organismos que había mantenido suficiente respeto de parte de la comunidad académica y la sociedad civil? Lujambio se había caracterizado por una peligrosa simpatía hacia el presidente, especialmente en asuntos concernientes a la Procuraduría General de la República y su información reservada. El mejor aliado de Medina Mora había sido Lujambio frente a los recursos de revisión ciudadanos. Cosa aparte otros comisionados como Juan Pablo Guerrero Amparán que merece mención especial por su valentía y disposición hacia los valores y objetivos del IFAI. Este movimiento puede verse como algo que puede convertirse en un cuestionamiento al organismo cuando lo que menos necesitamos son más ejemplos de sumisión de estas instituciones al gobierno y a los poderes fácticos.

Como corolario no puedo dejar de mencionar el acierto que sin duda significa que alguien como Juan Carlos Romero Hicks no haya llegado a la SEP como se había rumorado en un principio ante la posibilidad de que Josefina Vázquez Mota dejara esa oficina. Un títere del Yunque y con ese pobre desempeño en el CONACYT no merece más que una despedida deshonrosa del gabinete de Calderón. Nada más recordar que en su administración el presupuesto a ese Consejo se redujo drásticamente en un 70% para 2009 al mismo tiempo que en el rubro de seguridad aumentó más de 40%. Nada más ahí se puede ver la filosofía de este presidente y su grupo ¿Alguno de ustedes vio a Romero Hicks lanzando alguna queja, siquiera extrañamiento por la decisión de Hacienda? Yo no. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ante a CEPTOCRACIA que medra en México, en forma de una PARTIDOCRACIA COMPARTIDA, en el que los políticos se cambian de Partido según les convene, no queda mas que PROMOVER EL VOTO DE ESQUINA A ESQUINA, pero VOTAR SIEMPRE...