marzo 12, 2007

Los ciento quince días


Vamos siendo congruentes. Desde que el 20 de noviembre se estrenara la presidencia de dos cabezas, con el shadow cabinet que hizo López Obrador, ahora podemos exigir doble rendición de cuentas. Por un lado tenemos al presidente Calderón con sus acciones que han dejado mucho qué desear, pero esa extraña sensación en el fondo del estómago de que al menos sí tiene muchas ganas de hacer las cosas.

Por el otro tenemos al presidente legítimo, quien ahora por estos cumple sus ciento quince días de presidencia. Las giras por todo el país pagadas por los contribuyentes voluntarios que le han enviado a su cuenta de cheques sus ahorros, y también por los legisladores perredistas que siendo sinceros le deben estar ahí después de que subiera de 18 a 30% su presencia en las Cámaras, han venido sin sorpresas y sin nada novedoso.

Uno de los pocos programas anunciados fue la iniciativa para controlar los precios de la gasolina y no recuerdo bien qué otros gastos. También tengo entendido que dicha iniciativa que se anunció, nunca llegó al pleno de cualquiera de las Cámaras. Puedo estar equivocado pero no recuerdo haberlo leído.

Dentro de un sistema de gobierno parlamentario, el líder de la Oposición tendría la fuerza y las insttiuciones necesarias para implantar un verdadero gabinete sombra. La verdad es que sin el principal recurso de cualquier gobierno (el presupuesto), muy poco se puede hacer así se tenga la mejor voluntad. Los contribuyentes no podrán pagar doble impuesto con todo lo que esto ya cuesta, así amen de corazón la presidencia juarista de López Obrador.

Así que sin resultados, y casi olvidado del país, López Obrador cabalga hacia su Segunda Convención Democrática que se estrenará este mes. Sus declaraciones deberán ser importantes, ya que tocará temas como la soberanía alimentaria del maíz y de las vías de comunicación que hace unos días se declaró se privatizarían de nuevo.

Sinceramente este país necesita una oposición seria y propositiva que le marque el paso al presidente en turno y todo su gabinete. Lástima que López Obrador no quiso asumirse como tal. Creo que esta crisis nos llama a preguntarnos si no será necesario un cambio de régimen, en donde la oposición verdaderamente juegue por algo, y no sólo por las cámaras de televisión y prensa.

4 comentarios:

Cerebro dijo...

Yo esperaba eso también una seria oposición. Pero la verdad es que no he visto que proponga muchas cosas, y solo de dedica de tirar ardidamente a la derecha.

Unknown dijo...

Hace poco un amigo me mando una nota en la que AMLO quería hacer un decreto para que EU nos regresara el territorio que nos robaron...
¿Es que no hay nadie que le jale las orejas? ¿Dónde quedaron Poniatowska y demás intelectuales que lo apoyan? Se necesita un verdadero líder de oposición, no una persona que este aparentando que es un Peligro para México como la derecha lo difamó.

Batz dijo...

El gobierno requiere de una oposición fuerte y propositiva. Nos hace falta que no sean solo oposición en las elecciones.
Lástima que AMLO no aprovechó su oportunidad, o debería de decir nuestra?

rm dijo...

Álvaro, tienes razón en eso pero también hay que considerar la ausencia de la Oposición dentro del sistema presidencial. En el Parlamentario, por ejemplo, la oposición puede ser parte del gobierno porque éste surge de la mayoría de votación del Parlamento. En nuestro sistema presidencial, la Oposición sólo tiene como alternativa tomar el Zócalo para hacerse oír. Grave error.

Miguel, ¿Dijo eso? Qué muchachón tan ocurrente. Por eso me cae bien el buen AMLO

Batz, yo diría que "nuestra" desgraciadamente.