septiembre 02, 2008

El Presidencialismo

El presidencialismo ha muerto. Que viva el presidencialismo. Algo así me imaginé titular este pequeño escrito con la intención de darle más emotividad, o qué sé yo. La cosa es que ahora todos hablamos del último golpe que le dimos al presidencialismo de antaño, a aquél que nos ordenaba todo, que nos imaginaba como seres moldeables y prescindibles (por aquello de los cientos que de alguna u otra forma murieron a manos de su voluntad).

Su ceremonia murió. El acto de vanagloria por excelencia se fue y ahora nos quedamos todos mirando. Primero, qué hacer con esas 800 hojas que significan el acto fundamental de cualquier gobierno: dar cuentas. Cifras y letras, tinta y papel. Nada más. Sin el mensaje del Ejecutivo parece un cuerpo moribundo al que nadie le pondrá atención. Ahora mismo nos parece más importante el hombro lastimado del presidente que cualquiera de las ideas que haya expresado él y su equipo en el informe. Vaya.

Cuando vemos esto, parece el paraíso, al menos para algunos. Se trata de un paso más rumbo a la democracia donde el presidente significaba todo lo malo y el pueblo todo lo bueno. O algo así como cuando decíamos que el presidente era el culpable de todos nuestros males. Sin embargo, como siempre, encontramos quienes comienzan a lamentarse, y no se trata de inconformes cualquiera. Cuando vino Giovanni Sartori a recibir el doctorado honoris causa que le entregara la UNAM en 2007, su primera apreciación sobre la Ley para la Reforma del Estado fue que se tomara con mucha precaución aquello de los cambios rápidos. En su trabajo, ha retomado el caso mexicano y considera que muchos de los problemas que hemos venido sufriendo tienen que ver con el debilitamiento del presidencialismo y de la figura presidencial. No me equivoqué. Sartori, uno de los más prominentes pensadores de sistemas políticos en el mundo, considera que todo nuestro esfuerzo en los últimos 30 años para darle muerte al presidente, ha sido un error. En ese mismo sentido podemos encontrar al tapatío Javier Hurtado, quien en reiteradas ocasiones ha defendido al presidencialismo incluso por encima de cualquier figura híbrida como las que ahora se encuentran tan de moda, o un cambio al parlamentarismo puro.

El problema tiene que ver no sólo con la cultura política de nuestro país, que sería una respuesta demasiado fácil para tomarla en serio. La construcción institucional de nuestro país ha sido sumamente eficiente hasta que decidimos que la causa de nuestros problemas era precisamente ese motor que nos hacía andar. Cuando encontramos en el presidente a nuestro peor enemigo, sincronizamos todas nuestras voluntades para darle muerte. Así podemos definir la elección de 1997 cuando se logró la muerte del presidente hegemónico, o la de 2000 cuando el muerto fue el presidente priísta, o la de 2006 cuando el muerto fue el mismo sistema político ante nuestra creciente polarización.

Si el 1 de septiembre cayó el informe, junto con él cayó el presidente, pero si seguimos a estos dos pensadores, junto con él pudieron haber caído otras cosas. Dependerá de nosotros si decidimos reconstruir algo interesante alrededor de esta nube de humo que se ha convertido nuestro sistema político, o si seguimos regateando cuotas baratas.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Nadie veía la presentación del famoso informe, a nadie le interesa y tenía el agregado de interrumpir todos los canales por lo que además era detestado.

Me parece muy bien que el Presidente nos haya ahorrado a todos su aburridísimo e inutil discurso de dos horas y mejor, que le haya quitado el gusto a las basuras cuasi-humanas del PRD de poder atentar contra su persona.


Saludos.

Anónimo dijo...

anónimo, según María de las Heras, estas muy equivocado con tu opinión sobre el informe. Sí había mucha gente a la que le interesaba la presentación del Informe.

Reva, el primer paso para debilitar el Presidencialismo fue decir que hubo fraude en el 2006. Al Presidente no lo debilitó el Presidente; lo debilitó el Poder Legislativo.

Hasta cierto punto era necesario, pero es mi opinión que ya rebasamos, por mucho, ese punto. México tiene que decidir si quiere ser una republica Presidencial o una democracia parlamentaria. La Reforma Electoral del 2007 debió haber resuelto esa pregunta, y en su lugar lo único que hizo fue restringir la democracia. Es hora de retomar las discusiones de a de verás y darle rumbo defintivo a nuestro país.

Anónimo dijo...

¿Y a mi que me importa lo que diga Maria de las Heras?

rm dijo...

hari, Una decisión sobre democracia parlamentaria o presidencial tendría que avocarse en una reforma constitucional de los artículos que corresponden a las funciones del Legislativo y Ejecutivo (del 73 al 89 si no mal me equivoco).

anónimo, coincido contigo aquí. El hecho que la gente ahora opine que sí le gustaba el informe tiene mucho que ver con "lo tuve, lo dejé y ahora lo extraño". Mientras sucedía, uno sólo escuchaba expresiones de repudio por una ceremonia detestable.

Anónimo dijo...

Y sumamente detestable, de hecho, escuchar a casi cualquier político es detestable, y es igual con los académicos, quien sabe por que creerán que a la gente le interesa lo que dicen.

Anónimo dijo...

anónimo, María de las Heras es una de las encuestadoras más importantes del país... Eso significa que ella tiene lo que tu nunca has aportado: evidencia. Tal vez no te importa lo que diga María de las Heras, pero su evidencia demuestra que estas equivocado, y solo quería hacertelo saber. Por cierto, ¿por qué los académicos y los políticos piensan que a la gente le interesa lo que dicen? Por la misma razón que tu piensas que a la gente le interesa lo que dices...

Reva, sobre el informe, sí, la gente se quejaba por lo que ocurría en la ceremonia, especialmente por la pobre actitud de los legisladores, pero no por el espiritu de la ceremonia, que es que el Presidente le rinda cuentas a la nación enfrentandose a los representantes de la nación, que son los Congresistas. Sobre lo otro, ¿eso qué? La Reforma Electoral debió reformar esos articulos y no lo hizo; fue un fracaso.

Anónimo dijo...

¿Cual evidencia?, jajaja!! y yo no pienso que a la gente le interesa lo que digo ni me interesa que se interese, basicamente me da igual.

Anónimo dijo...

Anónimo, una estadística resultado de una encuesta es una evidencia que es comprobable, medible, y que puede ser probada y desmentida en su caso.

Y si no te interesa que la gente se interese en lo que dices, ¿para qué lo dices?

Anónimo dijo...

Anónimo, una estadística resultado de una encuesta es una evidencia que es comprobable, medible, y que puede ser probada y desmentida en su caso.

¿Cual estadística?, ¿cual encuesta?, ¿evidencia comprobable? jajaja!! cada vez te vuelves mas cómico, Hari...

Y si no te interesa que la gente se interese en lo que dices, ¿para qué lo dices?
Normalmente no lo digo. Nunca hablo a personas indeterminadas como un orador, lo mas que hago es hacerlo por un medio como este, donde todo mundo simplemente puede saltarse mis palabras y ya.

rm dijo...

hari, recuerdo perfectamente críticas precisas al formato del informe y al hecho que hicieran al presidente ir al recinto de San Lázaro. La rendición de cuentas se seguirá dando a través del informe escrito y a través de la glosa del informe con cada uno de los secretarios.

Anónimo dijo...

La critica de que el Presidente fuera a San Lazaro no comenzó hasta que el PRD le bloqueó el congreso a Fox, una actitud que muchos consideramos anti-patriótica. Que le abucheen al Presidente lo que quiera, pero que lo dejen hablar. Es el Presidente, y el Congreso, de todos, no de unos cuantos.

Además, eso de rendición de cuentas en informe escrito y glosa suena muy bonito, excepto que el Presidente nos debe rendir cuentas a nosotros, no a los Congresistas. Dime qué porcentaje de la población lee el informe escrito, y creo que esa debe ser la validez del argumento de que aún hay rendición de cuentas.

Anónimo dijo...

Dime qué porcentaje de la población lee el informe escrito

jaja, pues seguramente la misma que veía o escuchaba TODO el informe, o sea, ninguna. jaja!! :D

rm dijo...

Si yo estoy interesado me meto a presidencia y lo descargo. No necesito ver el show (sea el denigrante que hizo el PRD, o el denigrante [para la sociedad] que hacía el PRI).

La rendición de cuentas existe. Además no recuerdo un mensaje de presidente que haya sido contundente, realista y verdaderamente interesante.

El presidente ni siquiera escuchaba los posicinoamientos de los partidos. Era un acto lamentable por donde se le quiera ver. Repito, independientemente de que el PRD le haya impedido presentarse a Fox. Esto ya era patético desde antes

Anónimo dijo...

Ricardo, entonces la solución era cambiar el formato del Informe, y no cancelarlo... Volvemos a lo mismo, tenemos las mejores intenciones, pero las peores propuestas. Todo por que nos dejamos llevar más por la pasión que por la practicidad.

Anónimo dijo...

Por practicidad, gracias a Dios que ya no tenemos que escuchar 2 horas de aburrido informe...

Anónimo dijo...

Anónimo, no fue "dios" quien canceló el Informe. Fue el Congreso. Y sus motivos han de tener...