"El tema tiene alcance mundial. Una de las mayores tensiones que sobre la democracia y el derecho a la información está acarreando el modelo corporativo y transnacional de los consorcios mediáticos es la forma en que se toman decisiones de operación y funcionamiento de los medios de comunicación. El debate se centra en si se puede o debe colocar la llamada libertad de empresa por encima de la libertad de expresión o de las libertades fundamentales de periodistas y ciudadanos.
El caso W ha tocado seriamente esa fibra. El diseño corporativo plantea o pretende hacer de la comunicación y la información un asunto entre particulares. Total, la corrieron y qué. Es un asunto de empresa. Esta mirada desconoce que en la radiodifusión estamos fundamentalmente ante un servicio público que el Estado da en concesión para que los particulares hagan negocio y generen rentabilidad, pero, por encima de eso, generen un bien público.
El Estado concesiona para atender y hacer cumplir el derecho fundamental de informar y estar informado. Entenderlo de otra manera justifica cualquier acción que se presente, tal y como la que silenció sin más un espacio noticioso y de expresión en la W."
Carmen Aristegui
Hoy en Reforma
3 comentarios:
Y a donde se irá ahora?
Estaba preguntandome porque las mujeres periodistas (serias) siempre tienen el cabello corto...
Que se vaya a La Jornada, ahi la van a recibir con los brazos abiertos... jajaja
El cabello corto es para aparentar juventud cuando pasan los 40.
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