agosto 07, 2006

Si hubiéramos hecho la reforma política

Hoy Felipe Calderón se despertó con una brillante idea (nadie ha dicho que el joven sea incapaz de tenerlas de vez en cuando). Comentó algo que algunos ya se habían dado cuenta: El sistema político mexicano se encuentra agotado y necesita reformarse urgentemente.

Puso en la agenda política con recomendación para sus legisladores partidistas (los 207 diputados y los 53 senadores electos) trabajar en este sentido. Ahora la tienen relativamente más fácil que anteriormente cuando el PRI era una abrumadora mayoría que les impedía mover los hilos.

Yo quiero aprovechar la ocasión para soñar (así dice el título de este blog, así que se vale soñar). Supongamos que se haya hecho la reforma política en México antes de las elecciones. Que verdaderamente hayamos tenido políticos con una visión de largo plazo que se hayan percatado de la grave crisis que sería la elección presidencial de 2006. Finalmente en otoño de 2004 sacaron la reforma electoral que tanto se había planeado y se aprobó antes de marzo 2005. Para empezar las precampañas fueron reguladas y no tuvimos que soportar dos años de campañas de Santiago Creel, de López Obrador, de Vicente Fox (que alguien le cuente que él ya no contiende por la presidencial), de Martha Sahagún y sus cursis spots de Vamos México, de Enrique Martínez, de Tomás Yarrington, de Arturo Montiel, de Miguel Alemán, de Jorge Castañeda, de Roberto Madrazo y de un amplísimo etcétera. Todo eso sí lo hubo pero con mesura. Particularmente el uso de la televisión como repetidora incansable de mensajes sin sentido pagados con recursos públicos de los gobernadores y del jefe de gobierno del DF, todo eso se prohibió.

Después se discutió la posibilidad de una segunda vuelta, pero la misma fue descartada, ¿para qué? fue la respuesta de los priístas quienes eran mayoría. En su lugar se discutió eliminar la clausula de mayoría que ya para nada servía en el nuevo escenario.

Se retiró la representación proporcional en los senadores pues esta reforma de Salinas no tenía sentido en un país democrático. Ya no era necesario crear nuevos asientos para dárselos a la oposición con tal de no soltar los propios.

Finalmente se platicó la posibilidad de un régimen semiparlamentario ¿Qué hubiera pasado si nuestros políticos lo hubieran aprobado?

Veamos el escenario:

* La elección de 36%-35% de los dos punteros hubiera obligado a un gobierno de cohabitación. Probablemente el ganador hubiera asumido el costo de un diferencia mínima entre él y su contrincante.

* La primera minoría del PAN habría funcionado para insertar en el gabinete a funcionarios claves como Hacienda, Relaciones Exteriores y Gobernación. El PRI habría pedido algunas secretarías a cambio de la ratificación que el Congreso tiene que hacer de TODOS los secretarios. La negociación no habría detenido ahí sino que hubiera sido necesario contemplar una agenda política compartida

* La confrontación del PRD habría sido rápidamente leída como negativa. La posibilidad de que el gobierno se lleve de la mano con la oposición habría permitido al PAN estar en una posición de negociar. Se habría eliminado el problema de "el ganador se lleva todo" del régimen presidencial. López Obrador se podría haber convertido así en el líder de la oposición, un puesto que nada tiene de despreciable pues tendría la capacidad de insertar puntos importantes en la agenda.

* El último informe presidencial de Fox habría sido suprimido por innecesario golpeteo hacia la figura presidencial. Los legisladores podrían utilizar su primer día en el puesto para reunirse en comisiones y no estar en una ceremonia protocolaria que en nada ayuda para la negociación y sí para la confrontación esteril.

* Finalmente, la última reforma cayó muy bien a los nuevos legisladores que sus antecesores en 2004 aprobaron: Ahora tienen la posibilida de reelegirse indefinidamente así que probablemente utilizarán sus viáticos para volar a sus distritos y Estados de origen a ganar la atención de su electorado, ver cuáles son sus peticiones y estar seguros de estar haciendo un buen trabajo para repetir en 2009.

* Ya no tendremos elecciones cada tres meses, sino que se han consolidado todas las elecciones locales cada tres años.

El país resintió la elección del 2 de julio pero no tan gravemente como si no se hubieran pasado las reformas políticas de 2004. Finalmente las contrapartes se sentaron a negociar las propuestas y no quién asumía la presidencia.

No hubo mayores incidentes postelectorales y para mediados de julio el Tribunal Electoral ratificó el triunfo del nuevo presidente.

Para estas alturas ya estamos especulando sobre los nuevos miembros del gabinete y sus propuestas de gobierno ¿La elección? Histórica pero nada fuera de lo ordinario. Se ha refrendado la democracia en nuestro país.

* Nota del autor: Juro no haber fumado nada para escribir este artículo. Es sencillamente una carta a Santa Claus que espero se cumpla algún día.

3 comentarios:

Batz dijo...

Lo mejor de soñar y comentar este tipo de sueños, es que poco a poco se puede modicfiar la mentalidad de las personas que se tienen alrededor.
Quien no te dice que los que te escuchar en un par de años (o décadas), son las personas encargadas de tomar decisiones, cambiar las cosas..
Segura estoy de que tu estarás por ahí ;)

Carlos Gregorio dijo...

Cuándo así lo soñamos hemos despertado en realidad, vaya que era necesaria esa reforma, pero no lo hemos logrado.

¿Mi estimado tendremos presidente interino?, ¿Qué piensas?

Saludos fraternales.

rm dijo...

Batzonga: Soñar es el primer paso para actuar. Buen punto

Goyette: Dependerá de si el reconteo de las 11,389 casillas saca algo extraordinario, causal suficiente para anular la elección.

Si no es el caso ratificará el triunfo del candidato del PAN.

El presidente interino no sería una figura extraña para nosotros ya que desde 1884 con Porfirio Díaz hasta 1994 con Zedillo las tuvimos consecutivamente.

Saludos