septiembre 11, 2006

Abstracción

La guerra contra las instituciones no está viniendo del Zócalo precisamente.

Mucho se ha escrito sobre la impresionante capacidad de nuestro presidente de abstraerse de la realidad. Así lo confirma su vocero Rubén Aguilar esta mañana quien afirma sin remordimiento de conciencia que estamos a "años luz de la ingobernabilidad".

Más allá del asunto electoral que está trayendo problemas graves tanto para el presidente saliente como el entrante (el hecho que tengan que estar escondidos detrás de miles de policías, viajando en helicópteros para llegar en secreto a las reuniones, y tengan que salir por la puerta de atrás como si fueran delincuentes que no pueden dar la cara habla mucho de esto), yo quiero puntualizar otra situación.

El reto a las instituciones y a las autoridades no está viniendo de López Obrador o de la Sección 22 del SNTE sino desde los capos que se dedican al tráfico de droga. Su lucha interna que muchos intentaron desatender por considerarlo hasta saludable que entre ellos se mataran, se les está saliendo completamente de control.

Salió a la luz hace unos días que existe una lista claramente definida de qué autoridades de procuración de justicia y de la policía federal así como de algunos Estados tienen que ser eliminados por parte de los sicarios a sueldo del narco.

Fácilmente se caía en la conclusión de que si los estaban matando era porque estaban involucrados en el narco y que era un mero ajuste de cuentas. Rápidamente tendríamos que desechar estas teorías por simplistas. La estrategia del Cártel de Sinaloa fue una desde que se "escapara" su líder Joaquín Guzmán: Destruir a las otras bandas. Ahí fue cuando las autoridades de procuración de justicia sonrieron. Su cabeza entonces Macedo de la Concha pudo dedicar su tiempo y recursos a armar un buen desafuero que fuera perfecto, que no pudiera derrumbarse jurídicamente. Mientras aparecían cuerpos calcinados, torturados y con el tiro de gracia. Todo esto era "entre ellos", no había problema.

Macedo de la Concha estuvo así, prácticamente abstraído del asunto del narco (se lo aprendió a su jefe Vicente) hasta que le pidieron su renuncia en junio de 2005 por ni siquiera poder hacer bien lo único que tenía que haber hecho contra López Obrador. El señor Ramón Martín Huerta, suplente de Gertz Manero en la SSP, intentó hacer algo y por "accidente" fue metido en un banco de niebla donde terminó su vida de la manera más misteriosa posible. El helicóptero chocó según la versión oficial, esto a pesar de que hubo testigos que afirmaron haber visto una luz alcanzar al helicóptero. Estos testigos fueron prudentemente silenciados.

El siguiente procurador Cabeza de Vaca entendió el mensaje nuevamente. En la versión más liberal del "laissez faire" francés, la PGR debía hacerse de la vista gorda y dejar pasar todo lo que viniera etiquetado por el Chapo. A final de cuentas el Estado mínimo aquí era un ideal para todos. Todos ganaban en este acuerdo.

Desgraciadamente, y como sucede con cualquier recipiente vacío, el poder del Estado ausente fue llenado por poderes fácticos que comenzaron a ver lo atractivo que resultaba crecer un poco más los negocios.

El "dejar hacer" se convirtió en una señal de debilidad que difícilmente podrán revertir a estas alturas. La lista de funcionarios que tienen que ser eliminados incluyó el jueves pasado al encargado de la Agencia Estatal de Investigación Marcelo Garza y Garza en Nuevo León, un personaje muy cercano al gobernador Natividad González. El mensaje no puede ser más claro.

El gobierno federal desestima el poder del narco y peca no sé si de soberbia, de ingenuidad, de estupidez o "d), todas las anteriores" al decir que la ingobernabilidad está a años luz. Creo que los narcos ya descubrieron cómo viajar a esa velocidad porque los están alcanzando muy rápido.

Esta burbuja de desentendimiento los puede hacer pasar desapercibidos mientras tácitamente aceptan que han perdido el poder desde hace ya varios años. La debilidad mostrada en estos últimos seis años en contra del narcotráfico es una cruz con la que estamos cargando todos. Lo terrible es que haberse abstraído resulta doblemente grave: Por un lado resulta una invitación para continuar humillando al gobierno mexicano ante la falta de respuesta (como el niño que en la escuela no responde a los golpes de los abusivos); por el otro resulta mucho más difícil reemprender el camino perdido para un gobierno que quisiera intentar hacer algo para cambiar las cosas.

Repito: La guerra no viene desde el Zócalo, está viniendo de cárceles que todos sabemos cuáles son, está viniendo de casas y quintas donde la autoridad sabe perfectamente quién vive ahí, está viniendo de ejidos y ranchos que la AFI sabe perfectamente lo que se siempre y cosecha, así como de las pistas clandestinas que vienen de Venezuela y Colombia y que los radares del ejército saben perfectamente dónde y cuándo llegan.

El verdadero reto a las autoridades y a las instituciones no viene de las filas perredistas sino del narco y de sus propios policías que se han vendido traicionando al país que juraron defender.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

buen anailisis, creo que el gobierno perdio las fuerzas desde que la gente decidio cuestionar, desde que la gente y las ONG'S se crearon, desde que el narco pudo evadir el impuesto que le impusieron algunos cuantos y que dejaron de pagar millones a corruptos, desde que Fox dejo la libertad ser un libertinaje.

rm dijo...

Me permito poner un comentario que me llegó sobre este escrito a mi correo electrónico de Marisol Serna, una buena amiga:

Estoy de acuerdo, pero el narco siempre ha existido y màs bien ahora están aprovechando la ocasión en que el país está dividido y tiene su propia lucha entre derecha e izquierda para hacer de las suyas... No creo que sea cuestión de unas cuantas pesquizas para solucionarlo....Ya ves lo que le acaba de suceder al subprocurador? (o que era?) de MOnterrey, por cumplir con su trabajo. Como Presidente es un hecho que si aceptas que tienes el problema a los 4 vientos te hechas la zoga al cuello como país (fuga de capitales, intervenciones extranjeras, etc.), cuando, como bien sabes, se requiere de capital extranjero y buena reputación para seguir funcionando... Desafortunadamente, pero ya estamos inmersos en esta globalizaciòn...

El problema es que no sólo es cosa de México y de su "AFI", involucra a otros países latinoamericanos y a nuestro principal socio comercial EUA. No creo que sea tan simple como echarle la culpa al Presidente por no aceptar algo tan evidente...Ok, lo acepta pero y.... eso no va a resolver el problema de décadas....

Estoy de acuerdo en que si el nuevo Presidente quiere ganar ciertos puntos a favor, debe incluir en sus programas el de la lucha contra el narco, aunque le implique echarse encima a algunos enemigos (adicionales a los de la izquierda)...

Anónimo dijo...

legaliza legaliza legalizacion

vero.mil dijo...

Todo esto es culpa de Fernando Canales, el les abrio la puerta, y lo podemos ver con las tantas ejecuciones que se han vistos estos ultimos a;os...

...todo por culpa de la marihuana =/


si o no?