En la sesión del martes la Suprema Corte de Justicia de la Nación discutió la posibilidad de las candidaturas independientes para el caso de Yucatán, aunque esto abriría la puerta para que la discusión se haga en el ámbito federal.
El monopolio de los partidos políticos no puede ser más. De acuerdo a tratados firmados por México en relación a los derechos humanos, los mexicanos tenemos derecho a votar y ser votados. Asimismo lo contempla nuestra constitución, aunque a través de la usurpación de la voluntad popular que hicieron los partidos políticos en la reforma de 1991 (con la ciudadanización del sistema electoral (sic)) se dejó a un lado ese derecho que teníamos como ciudadanos no pertenecientes a un partido.
La votación, dividida en cinco ministros en contra de las candidaturas independientes y seis a favor, abriría la puerta para que comencemos a pensar en un acceso libre al poder, sin ataduras que los comités ejecutivos nacionales de los partidos imponen sobre las personas que aspiran a través de un partido político.
Podría tener consecuencias negativas como la dispersión del poder y de la toma de decisiones, pero siendo realistas la cultura política en nuestro país no permitiría avanzar mucho a los candidatos independientes por encima de los postulados a través de partidos políticos. Así se puede ver en el caso estadounidense en donde se permiten los independientes y nunca logran más del 2%.
Y como beneficio traería la posibilidad, al menos teórica, de derrumbar muros que actualmente son infranqueables. Uno de estos muros que ya he señalado en artículos anteriores, es el relativo a reformas de Estado en donde los partidos son el principal problema, y también los únicos que tienen el derecho a cambiarlo. Esto le abriría grietas a la cómoda posición de los privilegiados del PRI, PAN y PRD (¿Verde?, ¿PT? ¿Alguien puede atreverse a no agregar a uno de los partidos que actualmente están en las Cámaras?)
Las candidaturas independientes también podrían abrir el paso a charlatanes que no estarían ligados a estructuras serias detrás de ellos, pero creo que podríamos dejar a la ciudadanía tomar esas decisiones. Si quieren a una botarga de presidente, no hay ninguna razón legal para que se le impida. No la debería de haber pues no veo mucha diferencia entre tener a Adalberto Madero de presidente municipal (en Monterrey), y al Dr. Simi de presidente de la república. Uno es payaso vestido de azul y el otro no.
Adelante con esta resolución que nuestro país la necesita.
3 comentarios:
Y hasta donde podra llegar esto??, no creo que traspase la manifestacion de los diputados a esta manera de elegir y que de hay solo quede en papel, animo señor, al gun dia la democracia sera una burla mas de los señores del futuro y la verdadera unidad mundial sin gobiernos y con respeto
Le apuestas a la anarquía, estimado Ángel. Muchos han muerto con ese sueño y nunca lo vieron.
Y bueno, ya el Sr. Zermeño mandó un mensaje a la Suprema Corte respecto a que son ellos los que deben deliberar sobre las candidaturas independientes. Los partidos se comienzan a poner nerviosos. Esa es una buena señal.
Creo en la libertad de todos los mexicanos para ser electores y elegidos. Deberia ser mas sencillo escalar dentro de un partido politico, y asi poder postularse como candidato. Como sabemos, la realidad es muy diferente, y la fortaleza de un padrino o de capacidad monetaria es casi siempre la pieza clave para esos logros.
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