Hacer comparaciones siempre resulta en cierta forma irresponsable y arbitrario. Tal vez por eso nos gusta tanto. Si analizamos la situación actual de Felipe Calderón podemos percatarnos que existen ciertos paralelismos entre lo que está viviendo y lo que vivió Vicente Fox cuando intentó su mega proyecto, aquél por el que probablemente sería recordado: el aeropuerto de Atenco en la Ciudad de México.
Calderón se enfrenta a sus propias torpezas. Haber iniciado una campaña mediática sin haber los acuerdos políticos previos (algo que había hecho muy bien hasta ahora), presionó a la oposición a través de sus comunicadores fieles para denostar a los políticos que no estuvieran de acuerdo, al grado de que el Congreso el viernes ya hizo un pronunciamiento para evitar que "nuevamente" (en alusión a Fox) se denoste el trabajo legislativo desde la presidencia, haber invertido todo su capital político con actores que tenían mucha cola que les pisen (Mouriño para Calderón, Cerisola para Fox), haber permitido que por un tema espinoso se fortaleciese la oposición que ya se encontraba dividida, y no haber sabido asumir costos en su debido tiempo, pecando de una inmensa soberbia.
Mientras la presidencia le apostaba al debilitamiento del PRD por su propia elección, nunca tomó en serio el papel que podría jugar el PRI en todo esto. Lo subestimó, lo dejó crecer y ahora lo tiene encima del cuello.
Si seguimos con la comparación, bien podríamos decir en el futuro que la reforma energética fue el paradigma de la presidencia de Calderón. Después de aquí parece que la luna de miel se terminó. El PRI se ha encarrillado ya en la precampaña para recuperar espacios en 2009 y no cederá más ante Calderón (un debilitado presidente por los escándalos de Mouriño). El PRD ha encontrado un emblema sobre el cual se pueden olvidar muchos de sus problemas y vicios, AMLO ha sabido posicionarse, y muy bien, como el defensor de la soberanía nacional frente a las amenazas del capital privado que representa Calderón (Y Calderón ha caído redondo con su estúpido spot del tesoro perdido).
Cuando analicemos a futuro, repito. Veamos lo que pasó en el primer trimestre de 2008 para la presidencia de Calderón. Tal vez el momento de acuerdos se terminó por acciones y torpezas de ambas partes, pero la realidad es que cualquier intento por reformas estructurales casi se puede decir que han quedado de lado. La reforma judicial, en este sentido, habrá sido el último gran logro de esta presidencia. Espero estarme equivocando pero así se ve.
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