Ingrid Superstar

Al celebrarse un año más de la independencia de Colombia la noticia referencia esta tarde de domingo no ha dejado de ser la colombiana-francesa ídolo de todos desde su liberación. Incluso más atractiva resultó que ver a la superestrella Shakira en un escenario con Álvaro Uribe quien busca con todas sus fuerzas subirse a esta ola mediática para promover su reelección. Parece que hay alguien aún más popular del otro lado del escenario que puede robarle sus intenciones.

Desde que en 2002 fuera presa de la guerrilla colombiana, Ingrid Betancourt había desaparecido de los titulares salvo pequeñas referencias por su salud que su hija enviaba a los medios desde Francia. Fue hasta que Nicolás Sarkozy se encontró en problemas con el sindicato transportista de Paris que tuvo que buscar una alternativa. La mujer que llevaba algo de sangre francesa en sus venas podía ser su mejor pretexto, uno que ni siquiera su esposa Carla Bruni le había ayudado a ganar popularidad entre la sociedad francesa.

Recordando que Francia es uno de los principales compradores del petróleo venezolano Sarkozy tenía algo con qué negociar. Primero lo intentó a través de Hugo Chávez pero quedó en evidencia rápidamente que éste ya no tenía el nivel de interlocución con las FARC que hasta hacía poco había. El incidente diplomático con Uribe y Correa hacía unos meses desgastaron la buena relación que éstos tenían. Si con Chávez no se pudo, siempre se podía intentar a través de Colombia, siempre con la interlocución de Brasil.

Al parecer lo que Sarkozy logró con las FARC fue más que un acuerdo. De encaminarse las cosas como van, Francia dará un paso decisivo para abrirse como sede neutral para una eventual firma de la paz entre la guerrilla colombiana y su presidente. Que se haga con Uribe siempre sería una posibilidad muy complicada considerando sus antecedentes y los de su familia que siempre han sido relacionados con los movimientos paramilitares y las guardias blancas que surgieron en Colombia unos años después que iniciara la guerrilla con toda su violencia. Aquí es donde Ingrid entra en acción. La posibilidad de que una excandidata presidencial con los antecedentes y conocimientos (y posible amistad) con la guerrilla llegue a la presidencia abre todas las puertas para intentarlo. No es casualidad que unos días después de liberada las declaraciones de Betancourt fueran contra el falso protagonismo de Uribe. Una de las primeras fricciones entre los que podrían ser los dos más fuertes candidatos a la presidencia en 2010.

Ingrid se ha mostrado muy cómoda con las cámaras y los espacios públicos. Su declaración este domingo en torno a la necesidad de deponer las armas que le pide al líder de las FARC debe ser leído en ese sentido. Su cercanía con Dios y con el diablo la ponen en la mejor posición para ser la que se lleve la bandera de la paz, y posiblemente con ello el Premio Nóbel. Ante una guerrilla desgastada y dividida, Ingrid Betancourt puede incluso ser su mejor oportunidad.

 

* Parte de estas ideas fueron discutidas en un programa de radio con dos buenos amigos míos a quienes les agradezco haberme ayudado a acomodar un poco mis ocurrencias: Abraham Becerra y Eduardo Gaona. Reproduzco esto sin su autorización pero con mi reconocimiento.